Educación

La Escuelita para Padres

Aprensamos a escuchar

Column_Sonia-Aguila[email protected]

Existen personas que tienen el don de hablar, ya que hablan con todo mundo: con conocidos, con extraños en la calle, en la tienda y hasta dormidos.

Hablar es fácil, pero callar y escuchar requiere mucha prudencia y dominio.

¿Cuándo fue la ultima vez que se sentó a escuchar a su hijo?

¿Le presté atención a lo que su hijo(a) decía o simplemente le contesto con un simple sí?

La comunicación intrafamiliar, es decir la que se realiza entre padres e hijos, es crucial si desea tener una buena relación con los seres más queridos.

Erróneamente, algunos padres creen que comunicación con los hijos es ordenar, mandar, exigir y regañar. Algo completamente equivocado.

Tienen la creencia que los hijos no tienen derecho a opinar ni hablar, que sus puntos de vista no valen.

Los padres olvidan que se requiere dos para conversar.

Creo que este tipo de comunicación viene de tiempo atrás cuando se nos enseñaba a agachar la cabeza, bajar la mirada cuando hablaba papá, mamá u otro adulto. Debíamos permanecer calladitos sin decir ni una sola palabra cuando nos regañaban. Los tiempos han cambiado, ahora se les enseña a los niños a mirar a los ojos cuando alguien les habla, a expresar su punto de vista y a opinar.

No estoy diciendo que dejemos a los niños rezongar, ser majaderos, contestar mal, y hablar del tú por tú a los padres.

Siempre debe de haber una línea fina pero marcada, llamada respeto que no se debe cruzar.

Es por ello que a lo que me refiero es: al dialogo.

No es lo mismo hablar que dialogar.

Hablar cualquiera lo puede hacer, incluso uno puede hablar sólo.

Muchas personas lo hacen, se dicen a si mismos:

“Voy a hacer esto cuando salga del trabajo”. “Necesito hacer lo otro”, etc. Dialogar, por el contrario, requiere de dos o más personas. Es un intercambio de palabras, ideas, pensamientos, donde se deben tomar turnos para dialogar.

Habla una persona y luego la otra, es decir hay una interacción que se respeta.

¿Usted padre o madre de familia, habla o dialoga con sus hijos?

Le recomiendo que cuando le llame la atención a su hijo, le de la oportunidad de que explique lo ocurrido.

Dialoguen.

Cuantas veces regañamos a los niños y no los dejamos decir lo que sucedió sin conocer su punto de vista.

Lo peor del caso es que en ocasiones ni tienen la culpa.

Llora uno de los niños y, ¿qué hacemos? Regañamos al hermano injustamente, sin saber exactamente lo que pasó y sin darle la oportunidad de expresarse.

Siéntese tranquilamente a hablar con sus hijos, resuelvan problemas juntos y obviamente ponga consecuencias a la acciones fuera de límite.

Escuchar a sus hijos me parece una buena meta, y sobre todo un excelente propósito para este año que apenas comienza.

Hablar es un arte, pero y callar y escuchar es una virtud.