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Corazones de Plata: uniendo familias separadas por años

Por Víctor Rosas
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Todo empezó hace aproximadamente 10 años, cuando un joven enfermo, en el área de Chicago Illinois, desesperadamente trataba de lograr que las autoridades estadounidenses otorgaran a sus padres una visa humanitaria para que pudieran venir desde el estado mexicano de Zacatecas.

Sin embargo, aunque la ocasión lo ameritaba, la tan ansiada visa humanitaria nunca fue concedida, y desgraciadamente, el joven enfermo falleció.

Ni siquiera este hecho fue suficiente para que los padres pudieran venir a los Estados Unidos a los funerales del hijo fallecido.

Cabe mencionar que por la situación legal del joven, el tampoco podía salir y regresar de los Estados Unidos para reunirse con sus seres queridos en su natal estado de Zacatecas.

A partir de este lamentable hecho, la Federación de clubes de Zacatecanos organizados en el área de Chicago, se dio a la tarea de llevar este caso al Instituto Estatal de Migración, para ver que se podía hacer, para que familiares, sobre todo papás de hijos que viven en los Estados Unidos y que no pueden llegar acá, pudieran obtener una visa, para así visitar a sus hijos o nietos, muchos de los cuales, no veían por 10, 15, o hasta 20 años.

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Iniciaron negociaciones entre dicho Instituto Estatal de Migración de Zacatecas, y el consulado de los Estados Unidos que tiene su cede en la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, en México.

Según cuenta Florentino Cabrera, presidente de la Federación de Clubes Zacatecanos del Condado de Ventura, Florentino Cabrera, las negociaciones fructificaron después de más de dos años.

“Hace ya casi 5 años, que los primeros padres de inmigrantes, que por su situación legal no pueden ir para visitar a sus padres y regresar, pudieron ingresar a los Estados Unidos para ver a sus hijos o nietos radicados en la Unión Americana”, explica Cabrera.

Este programa ha logrado que vengan varios autobuses desde que se inició, en California, las Federaciones de San José, Riverside han traído un autobús por año, mientras que las federaciones de Los Ángeles y el Condado de Orange, han traído dos autobuses por año.

Además, federaciones de Fort Woth y Dallas en el estado de Texas, Atlanta en Georgia, Colorado y Chicago también han traído migrantes para reunirse con sus familiares.

La federación del Condado de Ventura pretende recibir apoyo del gobierno de Zacatecas para traer 3 autobuses este año, de no ser así, por lo menos serán dos, el que llegó el pasado 9 de abril y otro que planeaban recibir en mayo, pero que han decidido aplazar hasta el día del padre, en junio de este 2017.

Cabrera, dice que el trabajo es mucho para lograr que venga un autobús lleno de personas, porque primero que nada, deben contar con el apoyo de autoridades de gobierno en México.

¿QUIÉNES CALIFICAN?

El proceso es muy sencillo, y aunque al principio tanto los hijos radicados en los Estados Unidos, como los papás que estaban en Zacatecas, estaban muy excepticos, poco a poco, los resultados del mismo programa los han estado convenciendo de las bondades del mismo.

Todo inicia con una invitación por parte de un club de oriundos zacatecanos que estén afiliados a una Federación de Clubes Zacatecanos debidamente acreditada ante las autoridades de México, de algún consulado que les hayan expedido una toma de nota, acreditándolos como un club oficial, en la mayoría de los casos, las federaciones también están registradas ante las autoridades norteamericanas como organizaciones sin fines de lucro.

Una vez que se ha expedido la invitación, el personal encargado, muchas veces el mismo presidente de la Federación de Clubes Zacatecanos, llenan una solicitud en la página del Instituto Estatal de Inmigración de Zacatecas.

Cuando el Instituto recibe la solicitud, contacta a los familiares en México y empieza a recabar información y documentos para armar un expediente con el que papá, mamá o inclusive abuelos, habrán de acudir a la embajada de los Estados Unidos en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Los requisitos son; pasaporte mexicano vigente, ser mayores de 60 años, tener propiedades en México y algún vínculo que los haga regresar, como poseer un trabajo o negocio, y también una propiedad escriturada a su nombre para asegurar que van a regresar a México y no quedarse de manera clandestina en los Estados Unidos.

Después de cumplir con los requisitos, el gobierno del estado de Zacatecas debe destinar alrededor de $30 mil pesos mexicanos, los cuales costearán los gastos del autobús y los viáticos de las personas que irán a Monterrey a la entrevista.

Si el personal del Instituto Estatal de Migración considera que los aspirantes cumplen con los requisitos, van acumulando las solicitudes hasta que tienen alrededor de 42, porque son las personas que caben en un autobús, entonces hacen el viaje a la ciudad de Monterrey, NL.

El promedio de aprobación es muy alto, según nos cuentan Cabrera y Guadalupe Rodriguez, a quienes las personas que lo conocen le llaman ‘Lupe El Bueno’, pues de las 42 personas que acuden al consulado de los Estados Unidos, entre 35 a 40 personas adquieren la visa para poder visitar a sus hijos o nietos, lo que no sucede en otras circunstancias.

Por cierto, el Instituto Estatal de Inmigración costea el viaje a la ciudad de Monterrey, la estancia en un hotel por dos días y los alimentos de las 42 personas que viajan a la entrevista para obtener su visa.

Rodríguez, explica que este programa es para gente humilde, gente que no tiene los recursos propios. «Los ricos pueden hacer los trámites por ellos mismos, estas gentes no, no cuentan con el dinero necesario para costear el viaje, el costo del trámite, ni nada, a veces, sus hijos tampoco pueden costearlo, por eso es necesario el apoyo de gente de buena voluntad y del gobierno de Zacatecas para que estos viajes se puedan realizarse».

EN LA COSTA CENTRAL

El pasado domingo 9 de este mes de abril, llegó a Oxnard, al estacionamiento del elks lodge club, ubicado en el 801 A St, un grupo de 20 personas procedentes de Zacatecas, para visitar a hijos que tenían entre 10 y 20 años de no verlos.

El grupo inicialmente era de 35 personas, de un total de 39 que fueron aprobados en el consulado de Estados Unidos en Monterrey, Nuevo León, solo que algunos viajaron por su cuenta, otros lo hicieron directamente al estado de Texas, 29 venían en el autobús, algunos se quedaron en la ciudad de Los Ángeles, para por la tarde volar a Texas también, donde se reunirían con sus hijos y demás familiares, de los que llegaron, también 5 de ellos regresarían al día siguiente, lunes para tomar un vuelo hacia Texas también.

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Las escenas captadas fueron muy emocionantes, abrazos y besos que demuestran, no solo el cariño, sino también el largo tiempo transcurrido sin poder hacerlo, son escenas conmovedoras de un reencuentro largamente ansiado, entre padres e hijos, nietos y algunos sobrinos que aprovecharon para ver a tías y tíos, algunos de ellos que fungieron como padres ante la ausencia de ellos.

Santiago Ramírez Delgado manejó 18 horas desde la ciudad de Seattle en el estado de Washington, para poder abrazar una vez más a su madre, Consuelo Ramírez Delgado, a quien no veía desde hacía 16 años, y dijo estar muy cansado, “pero sin duda el viaje había valido la pena”.

Carlos Ruvalcaba es sobrino de Doña Consuelo, pero según comentó, lo considera su hijo, y dijo estar muy contenta de poder verlo de nuevo, el vive en el estado de California, en el norte, pero vino hasta esta ciudad para encontrarse con Consuelo después de más de 11 años de no verla.

Santiago Ramírez (Izq.) junto a su madre, Doña Consuelo y su primo Carlos Ruvalcaba (Der.), son captados en la visita a Oxnard. Santiago viajó más de 18 horas desde Seattle para poder encontrarse con su progenitora luego de más de 16 años./VICTOR ROSAS

Martín Villareal vive en Merced California, desde allá vino para encontrarse con su mamá, Oliva Margarita López, a quien no veía desde hacia mas de 15 años, al igual la señora Soledad Dorado vino desde Bakersfield a encontrarse con su progenitora, Berta Valenzuela, después de 20 años de no verse, además trajo a sus 5 hijos, nietos que su abuela Berta no conocía.

Todas estas personas estarán aquí en los Estados Unidos por un mes aproximadamente, y después los mismos organizadores son responsables de regresarlos hasta su lugar de origen en Zacatecas.

Un dato importante es que aunque la primera visita, parte del prgrama puede resultar corta para algunas, los familiares podrán regresar en el futuro porque se les otorga una visa de turista válida por 10 años.

“Ellos podrán seguir visitando a sus hijos que se encuentra por estas latitudes, y que no pueden ir y venir para verlos allá en México”, explicó.

De acuerdo con Cabrera, otro grupo de 42 personas está ya casi listo para la entrevista a la ciudad de Monterrey en México, y esperan que para finales de mayo estarán arribando a esta ciudad de Oxnard.

Cabe aclarar que no todos tienen hijos que residen en esta ciudad, pero casi todos ellos lo han hecho en el pasado, y pertenecen a un club de la Federación de Clubes Zacatecanos del Condado de Ventura.

Es precisamente la última entidad quien extiende la invitación para iniciar el trámite para recibir la visa.

Cada Federación de clubes registrada tiene la oportunidad de traer hasta 8 buses con 42 pasajeros al año, pero no todas las federaciones están tan activas para poder lograrlo.

En la Costa Central, los zacatecanos residentes localmente tienen la suerte que la Federación del Condado de Ventura ha estado muy activa y esperan lograr traer la mayor cantidad posible de padres y abuelos a reencontrarse con su familiares.

Además, este programa, que inicialmente fue sólo para zacatecanos y de ahí el nombre de Corazones de Plata; pues Zacatecas es el principal productor de ese metal a nivel mundial; ya hay, por lo menos otros dos estados mexicanos que tienen un programa similar.

Así, el estado de Michoacán, tiene su programa que se llama “Palomas Mensajeras” y el estado de Puebla también ya lo ha implementado, y es muy probable que en fechas recientes otros estados como Jalisco y Guanajuato también lo puedan poner en operación.

De acuerdo al Cónsul de Comunidades del consulado de México en Oxnard, Jonathan Alvarez, el consulado de México en esta ciudad ha tenido un rol determinante en este programa, pero aclaró que solamente han ayudado en algunas ocasiones a poner en contacto a las partes, donde el mayor trabajo ha sido hecho por los institutos de inmigración de cada entidad en México.

Para mayor información sobre Corazones de Plata por favor llamar a Florentino Cabrera al, 805.444.2033