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Otra ridiculez demócrata

Carlos Hernández es el editor de El Latino y un periodista con una amplia experiencia en periodismo. Ha sido corresponsal internacional en Atlanta, Nueva York y California de agencias de noticias como EFE de España y la Associated Press./EL LATINO

Por Carlos Hernández
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Los resultados de las elecciones locales en Santa Bárbara y en los puestos más importantes en otros estados de esta semana, dejaron una vez más al descubierto la ineptitud del Partido Demócrata.

Llámese egoísmo, envidia o simplemente mediocridad el partido del elefante, vuelve a perder una oportunidad de oro para mandar un mensaje de unión y sobre todo de tener todo bajo control a los republicanos y al país en general.

Siempre es más de lo mismo, no me cansaré de decir que el juego político de Estados Unidos es de un nivel bajo de análisis muy pobre, a excepción de unos cuantos estrategas, porque sólo a los demócratas se les ocurre poner a dividir a su electorado con dos candidatos que están bajo su manta.

Eso es lo que paso en Santa Bárbara con James Joyce y la actual Alcadesa Cathy Murillo, quien el partido eligió al primero, debido al pobre desempeño de Murillo en los cuatro años que ocupó en el cargo, y a Murillo por competir sabiendo que no tenía el beneplácito de la bancada demócrata y que la comunidad está descontenta con su labor.

Pero es que así es el Modus Operandis de los demócratas en este país, lamentablemente en un país tan grande, cualquiera se mete a la política, sin en realidad entender las tendencias, ni mucho menos lo que la comunidad pide y sobre todo necesita.

Ah, pero no, muchos de esos candidatos mediocres, de repente salen con que son una eminencia en la política y sobre todo unos conocedores del bienestar de las sociedades que representan, cuando no tienen un miserable idea y sólo lo hacen pensar en sus propios intereses, como quedó claro en Santa Bárbara.

Y sí los candidatos son así, es porque los partidos así lo quieren.

Las altas cúpulas quieren títeres que bailen al son de su melodía e intereses. Sino veamos como sólo en este país, los partidos políticos prácticamente traen a un candidato de otra ciudad y estado, sólo para venderlo como la solución a las necesidades de la población, cuando estos nunca han vivido en el área, léase los republicanos con Dale Francisco quienes lo trajeron del Condado de Orange a sólo un año de las elecciones, y los demócratas con otros cuantos en el pasado.

De nada sirve que prometan y perjuren que luchan por el bienestar común, cuando lo único que les interesa es el propio.

Ahora las consecuencias, si los demócratas de SB no hubieran hecho semejante burrada, por no decir otra cosa, tendrían ahora la Alcaldía y la mayoría en el Concilio, ya que desde ahora los republicanos tendrán el control del mismo.

Con los votos conseguidos por Murillo y Joyce en un solo candidato Rowse hubiera quedado a casi 2,000 votos, pero como el egoísmo es bandera en este partido, algo que no pasa mucho en los republicanos, ojalá que ahora den la cara y quienes hayan planeado la estrategia se den por sí solos de baja del partido mismo.

No se diga a nivel nacional donde más de lo mismo, por no querer apoyar de una vez por todas al Presidente Joe Biden en la aprobación del Presupuesto y Paquete de Infraestructura Nacional, “les comieron el mandado” en Virgina de una manera estrepitosa.

Ahí el Gobernador demócrata Ralph Northam perdió contra el opositor Glenn Younkin, por casi 2 puntos porcentuales cuando hasta hace menos de 1 mes, el primero le sacaba casi 10 puntos de diferencia.

Lo peor de esto es que la misma Vicepresidenta Kamala Harris, se había encargado de decir que las elecciones de Virginia representarían lo que serán las elecciones del Congreso y Senado del próximo año.

Y es que el mensaje que mandan los demócratas es de una incompetencia colosal, por divisiones internas en lugar mantener una unión y pasar de una vez por todas de un paquete que ya es sólo la mitad $1.75 billones de los $3.5 billones originales que planteó el Presidente Biden.

No hay peor actitud que dejar las cosas a medias, sobre todo luego de un año y medio de pandemia, en donde la población en general pasó encerrada por meses y espera volver a la normalidad lo más pronto posible y sobre todo que las promesas de campaña electoral sean cumplidas.

Pues de seguir con la mediocridad y división interna, mejor nos alistamos para ver como los divisivos republicanos vuelven a tomar control del país, y preparando el camino para la vuelta de Trump en 2024. ¡Bien hecho demócratas y sus secuaces!