Por Carlos Hernández
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En tiempos donde la comunidad inmigrante es atacada a más no poder por la administración del presidente de este país, es esperanzador ver cómo hay líderes que llevan esperanza.
Esto lo dijo por el excelente programa de «Corazones de Plata», el cual es operado en la Costa Central por el Club de Zacatecanos en Oxnard.
Este innovador, pero sobre todo humano proyecto hace que familiares, luego de cumplir los requisitos pertinentes, de inmigrantes que no tienen la oportunidad de salir de EEUU puedan venir a visitarlos desde México.
Así fue como hace tan sólo unas semanas, más de 20 familias de todo California, pudieron abrazar, platicar en persona y ver a los ojos a familiares a quienes tenían años y hasta décadas de no ver.
Sin ser mexicano, yo siempre he admirado a los hermanos mexicano, ya que son los que siempre se unen y luchan por sus comunidades y connacionales como ninguno otro de los ciudadanos latinoamericanos.
Tener un programa como «Corazones de Plata» es sin duda un ejemplo a seguir por otras entidades, sobre todo en estos momentos de persecución contra el inmigante.
Y es que la alegría que esas personas deben sentir al encontrarse después de tantos años con sus seres queridos, la verdad no tiene precio.
Las madres que volvieron a abrazar a sus hijos y/o hijas, conocer por primera vez a a sus nueros, nueras y nietos, es algo especial para cualquier ser humano.
Realmente, es excelente y digno de toda la admiración del mundo el trabajo y la labor que ponen los directivos del Club Zacatecano de Oxnard.
Como podrán leer en nuestro artículo de portada, la iniciativa nació de los clubes matrices allá en México, sin ninguna clase de apoyo del gobierno local.
Esto lo hace aún algo más admirable.
Irónicamente el problema que enfrentan los organizadores, es la falta de personas que apliquen para la visa de turista que les da la embajada estadounidense en Nuevo León.
Sí usted estimado lector, es oriundo de ese estado o se ha casado con alguien de allí, no duden en pedir información, porque quien sabe sí está será esa oportunidad que tanto esperaba para poder ver nuevamente a sus seres queridos.
En otros temas, no quería terminar el editorial, sin dejar pasar la lamentable y triste situación que viven nuestros hermanos venezolanos.
Es una pena que el país que hasta hace una década era la envidia de toda Latinoamerica, por el buen nivel de vida y las oportunidades de sus habitantes, este al borde del colapso, debido al inepto presidente que los gobierna.
Lo más irónico de todo esto, es que cada día más Trump es una copia, eso si de la derecha extrema, de Maduro.
Los modus operandis de estos pseudo líderes, son tan similares que nos hacen vivir en realidades paralelas opuestas, pero que sí no se actúa como se debe muy pronto estaremos viviendo en Estados Unidos un gobierno marcado por un totalitarismo descontrolado. ν
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