Cinco símbolos del féretro del papa Francisco, expuesto en la Basílica de San Pedro

Por Redacción
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El féretro del pontífice, que permanecerá expuesto hasta el viernes, ha sido dispuesto con elementos simbólicos que reflejan su legado espiritual, su humildad y su visión de una Iglesia más austera. Aquí repasamos los cinco símbolos más destacados del sepelio papal.

El cuerpo del papa Francisco yace vestido con una casulla roja, prenda litúrgica que simboliza el amor, la compasión y la sangre de Cristo. Esta túnica se utiliza tradicionalmente en celebraciones como el Domingo de Ramos, el Viernes Santo o Pentecostés, y refleja el carácter solemne del momento.

Sobre la casulla, el pontífice lleva un palio blanco con cruces negras. Esta banda de tela, de unos dos metros de largo, se posa sobre los hombros y es usada por el Papa y arzobispos metropolitanos en misas pontificales. Como es costumbre, fue confeccionado por monjas benedictinas de Santa Cecilia, en Roma. Encima del palio, una pequeña pieza dorada representa los clavos de Jesucristo, en referencia a su pasión.

Francisco también porta una mitra blanca con ribetes dorados, el tocado tradicional de los obispos y papas en actos solemnes. Este símbolo representa la dignidad, santidad y autoridad del cargo pontificio. A diferencia de épocas pasadas, Francisco optó por no usar la tiara papal, tradición que fue abandonada oficialmente por Pablo VI en 1963.

En el dedo anular derecho, el Papa lleva un anillo de plata que usaba desde sus años como arzobispo de Buenos Aires. A diferencia del Anillo del Pescador —símbolo del poder papal que debe ser destruido tras la muerte del Papa—, esta pieza refleja el estilo sencillo de Francisco. El Anillo del Pescador de Francisco, por motivos extraordinarios, fue especialmente creado ya que Benedicto XVI aún vivía cuando fue elegido en 2013.

Entre sus manos, el Papa sostiene un discreto rosario con cuentas negras, cadena plateada y un pequeño crucifijo. Desde Pablo VI, es tradición que los papas sean enterrados con un rosario, símbolo de su devoción mariana y su guía espiritual a lo largo de la vida.

El féretro de Francisco es de madera sencilla con elementos de zinc, contrastando con los ataúdes triples de ciprés, plomo y roble usados en funerales papales anteriores. Además, el Papa pidió permanecer con el féretro abierto durante el velorio, a diferencia de sus predecesores, que eran exhibidos sobre un catafalco.

Su testamento también expresa su deseo de descansar en un nicho simple y sin adornos en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, en Roma, rompiendo con la tradición de sepultura en la cripta vaticana de San Pedro.

Mientras miles de fieles se acercan a presentar sus respetos, algunos, como una pareja de recién casados que viajó desde América Latina, compartieron su devoción por el Papa. “Francisco es un santo y nos bendecirá desde el cielo”, dijo Luis, emocionado.

La despedida al primer papa latinoamericano ha estado marcada por el recogimiento, la sencillez y los símbolos de un pontificado que rompió con muchos protocolos y se centró en los más pobres y marginados.