Por Agencias
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El polaco, que en agosto cumplirá 36 años, no quiere irse y menos a ligas exóticas como la de Arabia Saudí, el único mercado que podría igualar el salario que tiene comprometido.
Una vez confirmada la continuidad de Xavi, la hoja de ruta del Barcelona en lo que se refiere al proyecto deportivo tiene dos vertientes: una de presente y otra de futuro. En lo inmediato, el club blaugrana está obligado a acabar segundo, pero ya se mira al futuro para confeccionar la plantilla de la que dispondrá el técnico el próximo curso. Y son más importantes las bajas que las altas, porque sin las primeras no se pueden acometer fichajes. Y aquí es donde llega un dilema serio con nombre y apellido: Robert Lewandowski.
El polaco aterrizó hace dos temporadas procedente del Bayern de Múnich y fue decisivo para ganar LaLiga firmando una primera vuelta formidable. Este segundo año ha sido más irregular y ahora le quedan dos años más de contrato. La temporada que viene, según el acuerdo firmado, es en la que el delantero alcanzará su máximo salario cobrando 32 millones de euros brutos (16 netos) y se abre un dilema.
En el club no hay reproches al polaco, pero se está empezando a ver que el dispendio no compensa porque la escala salarial se mira con lupa. Su continuidad está a debate porque su salida podría por un lado sanear la economía del club y por otro permitir reforzar el equipo.
Pero existe un serio problema: el jugador no quiere irse y mucho menos con destino a ligas exóticas como la de Arabia Saudí, que sería el único mercado que podría igualar el salario que tiene comprometido. Quiere seguir en la élite europea. Es consciente de que cumplirá 36 años en agosto, no le queda mucho recorrido y cualquier decisión sobre su futuro es clave.
Se ve con la capacidad de seguir rindiendo de blaugrana, pero el nuevo escenario que se ha abierto tras el pacto por la continuidad de Xavi requiere sacudir el equipo. Y para eso, hace falta tener dinero y el salario de Robert da un salto vertiginoso a partir del 30 de junio.
En las oficinas del club hace tiempo que se da por seguro que habrá que acometer ventas que pueden resultar sorprendentes. Tal y como informó este diario, De Jong vuelve a estar en el punto de mira como hace dos años cuando el United vino a por él con una gran oferta que Mateo Alemany veía con buenos ojos, pero que el jugador no aceptó.
Otro de los que tiene mercado es Araújo. El uruguayo es un jugador pretendido por el Bayern de Múnich. La tercera pieza es Lewandowski, con el que se ha abierto un dilema que puede durar todo el verano