Por Agencias
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Estados Unidos y Alemania se comprometieron el miércoles a enviar a Ucrania algunas de las armas avanzadas que ha pedido para derribar aviones y neutralizar artillería, en un momento en que las fuerzas rusas están más cerca de controlar la crucial ciudad de Sievierodonetsk.
Alemania dijo que le proporcionará a Ucrania misiles antiaéreos y sistemas de radar de vanguardia, mientras que Estados Unidos anunció que enviará cuatro sofisticados sistemas de cohetes de medio alcance y municiones.
Washington intenta ayudar a Kiev a defenderse de los rusos sin desencadenar una guerra más amplia en Europa.
El Pentágono dijo haber recibido garantías de que Ucrania no disparará los nuevos cohetes hacia territorio ruso.
El Kremlin acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego”.
Las armas occidentales han sido fundamentales para que Ucrania haya logrado frenar a un ejército mucho mayor y mejor equipado, frustrando sus intentos por tomar la capital y obligando a Moscú a centrarse en la región industrial del Donbás, en el este del país.
Sin embargo, conforme Rusia lanza proyectiles sobre poblaciones en su lento avance en el este, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy ha pedido reiteradamente más y mejores armas, y ha acusado a Occidente de moverse con demasiada lentitud.
Andriy Yermak, el jefe de la oficina del presidente ucraniano, celebró el envío de las nuevas armas occidentales.
“Estoy seguro de que si recibimos todas las armas necesarias y fortalecemos el eficiente régimen de sanciones, ganaremos”, dijo.
Las nuevas armas podrían ayudar a Ucrania a establecer y mantener nuevas líneas de defensa en el este, al contraatacar a la artillería rusa, que ha estado golpeando pueblos y ciudades, y a limitar los ataques aéreos rusos, señaló el general francés retirado Dominique Trinquand, exjefe de la misión militar de Francia ante las Naciones Unidas.
“Los países de la OTAN —las naciones europeas y los estadounidenses— han incrementado progresivamente los medios que están poniendo a disposición de Ucrania, y este incremento, en mi opinión, ha tenido el objetivo de poner a prueba los límites rusos”, comentó. “En cada ocasión miden la reacción rusa, y como no hay reacción, siguen suministrando armamento cada vez más efectivo y sofisticado”.
Algunos analistas militares creen que Rusia tiene previsto controlar el Donbás antes de que llegue cualquier arma que pueda cambiar el rumbo de la guerra.
Tomará al menos tres semanas llevar las armas de precisión estadounidenses y los soldados entrenados al campo de batalla, señaló el Pentágono.
Pero el subsecretario de Defensa, Colin Kahl, dijo creer que llegarán a tiempo para hacer una diferencia en la lucha.
Los sistemas de cohetes forman parte de un nuevo paquete de 700 millones de dólares de ayuda a la seguridad de Ucrania por parte de Estados Unidos, el cual también incluye helicópteros, sistemas de armas antitanque Javelin, radares, vehículos tácticos, piezas de repuesto y más.
Los cohetes tienen un alcance de unos 80 kilómetros (50 millas) y son altamente portátiles. Ucrania había presionado sin éxito para conseguir cohetes con un alcance de hasta 300 kilómetros (186 millas).
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú no confía en las garantías de Kiev de que no disparará hacia territorio ruso.
“Creemos que Estados Unidos está echando leña al fuego de manera deliberada y diligente”, manifestó.
Más tarde, el coronel general Mijail Mizintzev fue más lejos, acusando directamente a Ucrania de tener planes de lanzar misiles proporcionados por Estados Unidos desde la región de Sumy, en el noreste, hacia zonas fronterizas en Rusia.
La acusación, basada en presuntas comunicaciones de radio interceptadas, no pudo ser confirmada de manera independiente.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, declaró que los pedidos de Ucrania para recibir más armas son una “provocación directa destinada a atraer a Occidente a los combates”.
Advirtió que los lanzacohetes múltiples aumentarían el riesgo de que el conflicto se expanda.
“Los políticos occidentales juiciosos entienden bien esos riesgos”, agregó.
Los prometidos sistemas alemanes de defensa aérea IRIS-T marcarían la primera entrega a Ucrania de ese tipo de armas de largo alcance desde que comenzó la guerra.
Las entregas anteriores de misiles portátiles de defensa aérea han reforzado la capacidad del ejército ucraniano para derribar helicópteros y otras aeronaves que vuelan a baja altura, pero no le dieron suficiente alcance para desafiar la superioridad aérea de Rusia.
Alemania ha sido duramente criticado, tanto dentro de la nación y por sus aliados en el extranjero, de que no está haciendo lo suficiente. El canciller alemán Olaf Scholz comentó a los legisladores que los misiles tierra-aire del IRIS-T son el sistema de defensa aérea más moderno que tiene el país.
“Con esto, habilitaremos a Ucrania para que pueda defender toda una ciudad de los ataques aéreos rusos”, aseguró. Los sistemas de radar también ayudarán a Kiev a localizar la artillería enemiga, añadió.
Los anuncios de armas se dieron a conocer en un momento en que un gobernador regional dijo que las fuerzas rusas ya controlan el 80% de Sievierodonetsk, una ciudad clave en los intentos rusos de completar la captura del Donbás, donde las fuerzas ucranianas y los separatistas apoyados por Rusia han luchado durante años y donde los separatistas controlaban franjas de territorio incluso antes de la invasión.
El gobernador de la región de Luhansk, Serhiy Haidai, dijo que las tropas rusas avanzaban en la ciudad en medio de intensas batallas callejeras con los soldados ucranianos, aunque señaló que en algunos distritos las tropas ucranianas lograron hacer retroceder a los rusos.
La única otra ciudad de la región de Luhansk que los rusos no han capturado aún, Lysychansk, todavía está “totalmente” bajo control ucraniano, pero admitió que es probable que sea la siguiente en ser atacada.
“Si los rusos logran tomar control pleno de Sievierodonetsk en dos o tres días, empezarán a instalar artillería y morteros y atacarán Lysychansk con más intensidad”, afirmó Haidai.
Zelenskyy, por su parte, dijo que el país está perdiendo entre 60 y 100 soldados al día en los combates.
En el sur de Ucrania, un gobernador regional dio una nota más positiva, señalando que las fuerzas rusas se están retirando y volando puentes detrás de ellas.
“Tienen miedo de un contraataque del ejército ucraniano”, dijo Vitaliy Kim, gobernador de la región de Mykolayiv, en la aplicación de mensajería Telegram.