Por Agencias
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El colapso de una mina a cielo abierto en Venezuela, operada ilegalmente, dejó al menos 14 muertos, según confirmó el miércoles el gobernador del estado de Bolívar, Ángel Marcano, horas después de conocerse el suceso en una zona remota que dificulta el reporte de víctimas y su rescate.
“Oficialmente, hay 14 fallecidos ya reconocidos, 11 heridos”, dijo Marcano a la prensa. “Seguimos realizando labores de rescate”, aseguró, con el apoyo de la fuerza armada. Se desconoce el número de personas atrapadas por el alud de tierra que ocurrió el martes al final de la tarde.
La mina, en la que normalmente trabajan decenas de personas, está ubicada en una zona de difícil acceso a la que únicamente se puede llegar después de un viaje de horas en pequeñas embarcaciones, lo que ha dificultado el rescate.
Los familiares de los posibles afectados reclamaron a las autoridades que actuasen con rapidez. Se congregaron en La Paragua, la comunidad más cercana a la mina, para pedir a las autoridades que envíen aeronaves para rescatar a los heridos y recuperar los cuerpos, ya que la ubicación remota de la mina retrasó la asistencia requerida.
Además de dos helicópteros en las labores de socorro, se sumó un grupo de pescadores de La Paragua, que ayudan en el traslado de los fallecidos y heridos. También fueron habilitadas algunas carpas con expertos en medicina forense.
Entre los sobrevivientes está Carlos Marcano, un minero de 71 años, que se encontraba en una de las carpas habilitadas en La Paragua para atender y clasificar pacientes según el tipo y gravedad de sus lesiones.
“Eso fue algo de terror, viendo la cantidad de compañeros que están enterrados, y otros que les quedó el pescuezo, la cabeza, nada más (por fuera del barro). Se salvaron unos cuantos”, acotó el minero, que hablaba con su esposa, mientras estaba acostado en una camilla en el improvisado hospital de campaña.
“Hay unos cuantos heridos, pero hay una cantidad de muertos todavía que no los han sacado, que están allá enterrados, y los están sacando, creo yo, todavía”, agregó.
Karina Ríos, quien comentó que el padre de su hija quedó atrapado en el derrumbe, reclamaba más apoyo al gobierno. “Hay bastantes muertos, hay heridos. ¿Por qué no nos prestan apoyo? ¿Dónde están?”. Ríos manifestó que le preocupan las condiciones de la zona y las dificultades de ir y venir del lugar.
No hay caminos y por la vía fluvial “de aquí hacia allá son como ocho horas, hasta más, porque el río está demasiado seco”, acoto Ríos. “Esos cuerpos se van a descomponer, esos cuerpos se van a podrir porque es muy lejos para ir a buscarlos”.
El derrumbe se produjo en la tarde del martes y varios mineros quedaron atrapados en la mina, localizada en el municipio Angostura del estado Bolívar, a unos 460 kilómetros al sureste de la capital. Angostura es una zona de difícil acceso donde abundan lagos, pantanos y ríos importantes como el Caroní, que alimenta a Guri, el mayor complejo hidroeléctrico del país.
El alcalde de Angostura, Yorgi Arciniega, dijo el martes por la noche que planeaba llevar “algunos 30 cofres (ataúdes)” a La Paragua, pero no confirmó el número de fallecidos.
En Venezuela proliferan las minas de oro, cobre, diamantes y otros metales preciosos, pero en muchas los trabajadores efectúan sus labores en malas condiciones de seguridad.
El auge de la actividad minera al sur del río Orinoco se ha convertido en el sustento de poblados cercanos y atrajo a miles de desempleados de todo el país.
En el sur de los estados de Amazonas y Bolívar se registra una creciente minería ilegal y proliferan las bandas criminales que contrabandean oro, según han denunciado las autoridades y los críticos del gobierno del presidente Nicolás Maduro.