Por Agencias
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La autoridad aeronáutica de Estados Unidos reactiva la autorización a SpaceX para otro intento tras la explosión de abril pasado.
La cuenta atrás está otra vez en marcha. Tras el accidentado vuelo de prueba de abril pasado, Elon Musk lo vuelve a intentar.
Su compañía SpaceX ha anunciado que este viernes a las 7 de la mañana del horario central de Estados Unidos (8 de la mañana en la costa Este y 14 horas en la España peninsular) se abre una nueva ventana para la segunda prueba integral de vuelo de su gigantesco artefacto de 120 metros de altura y nueve metros de diámetro, la nave Starship acoplada al propulsor Super Heavy, el cohete más potente de la historia.
El anuncio de la compañía ha llegado momentos después de que la autoridad aeronáutica de Estados Unidos (la FAA, por sus siglas en inglés) dijese que reactivaba la autorización a SpaceX.
“La FAA ha dado la licencia de autorización para el segundo lanzamiento del vehículo de la Starship Super Heavy de SpaceX. La FAA ha determinado que SpaceX cumplía todos los requisitos de seguridad, medioambientales, normativos y de responsabilidad financiera”, ha tuiteado el organismo.
En un informe de 45 páginas, la FAA repasa alguna de las incidencias que acompañaron al primer lanzamiento de prueba y las mejoras que ha introducido desde entonces SpaceX para evitar que se repitan. El 20 de abril pasado, la aeronave pasó por encima de la plataforma y de la playa y acabó desintegrándose al explotar sobre el Golfo de México.
La plataforma de lanzamiento de hormigón resultó dañada durante el lanzamiento de prueba, lo que provocó la dispersión de arena y escombros, algunos de los cuales se depositaron fuera de la zona de estudio de escombros potenciales evaluada en la autorización. La ruptura de la cubierta de la plataforma de lanzamiento también expulsó la arena que se encontraba debajo de la plataforma de lanzamiento por el empuje de la nave.
Con todo, SpaceX consideró un éxito el lanzamiento porque el cohete se alejó lo suficiente de la plataforma de despegue sin causar daños y el fallo se dio en una fase más avanzada, durante el desacoplamiento de las dos partes del artefacto.
“El primer vuelo de prueba de Starship proporcionó numerosas lecciones aprendidas que contribuyeron directamente a varias mejoras tanto en el vehículo como en la infraestructura terrestre para aumentar la probabilidad de éxito en futuros vuelos”, asegura SpaceX.
Aun así, los destrozos en el área de lanzamiento pusieron en guardia a las autoridades, que dejaron en suspenso la licencia ahora reactivada.
Tras el lanzamiento del 20 de abril, explica la FAA, SpaceX reforzó los cimientos de la plataforma de lanzamiento con hormigón más grueso y pilotes adicionales y además instaló placas de acero sobre los cimientos. Ambas mejoras están diseñadas para proteger la plataforma de una posible rotura o de una gran nube de polvo. Las placas de acero incluyen un elemento de refrigeración por agua que se activaría para proteger las placas de acero durante un evento de ignición del motor y permitir la reutilización de las placas.
SpaceX también ha añadido un escudo térmico delantero al vehículo Starship/Super Heavy para proporcionar protección térmica contra el calor producido por los motores de la Starship durante el evento de separación de las diferentes etapas. La segunda prueba también estrenará un nuevo sistema electrónico de control del vector de empuje.
“Este enfoque de desarrollo rápido e iterativo ha sido la base de todos los grandes avances innovadores de SpaceX, incluidos Falcon, Dragon y Starlink”, afirma SpaceX, que considera que ese sistema es “esencial” en su trabajo “para construir un sistema de transporte totalmente reutilizable capaz de transportar tripulación y carga a la órbita terrestre, ayudar a la humanidad a regresar a la Luna y, en última instancia, viajar a Marte y más allá”, según el comunicado en que anuncia el lanzamiento.
La ventana de lanzamiento de este viernes dura dos horas. Unos 30 minutos antes del despegue SpaceX comenzará una retransmisión en directo por Internet de la prueba de vuelo, tanto en su página web como en la red social X, propiedad también de Musk.