Por Redacción
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Giorgio Armani, el diseñador italiano que redefinió la elegancia con un estilo sobrio y convirtió su visión en un imperio global valorado en miles de millones de dólares, murió a los 91 años, confirmó el jueves su casa de moda.
Armani falleció en su residencia. La firma señaló que el creador había estado recuperándose de una enfermedad no revelada y que por primera vez se ausentó de la Semana de la Moda de Milán en junio, donde debía presentar la colección Primavera-Verano 2026. También estaba preparando un evento para conmemorar los 50 años de su casa de moda.
El creador de la elegancia desenfadada
Con una chaqueta sin forro, pantalones sencillos y tonos urbanos, Armani llevó la moda italiana lista para usar a un público global a finales de los años 70. Su silueta relajada y moderna se convirtió en un sello distintivo de su marca, que abarcó desde la oficina ejecutiva hasta Hollywood.
Sus trajes impecables y vestidos de noche conquistaron las alfombras rojas de los Oscar y los Globos de Oro. Richard Gere, Anne Hathaway, Sean Penn, Jodie Foster y Sophia Loren fueron algunos de los nombres que confiaron en su estilo. La película American Gigolo (1980) catapultó tanto a Gere como a Armani al estrellato internacional.
Nacido el 11 de julio de 1934 en Piacenza, al sur de Milán, Armani soñó con ser médico antes de ingresar al mundo de la moda. En 1975, junto a su socio Sergio Galeotti, fundó su marca tras vender un Volkswagen para financiarla. Un año después lanzó ropa femenina y pronto revolucionó el vestuario ejecutivo femenino con su icónico traje de pantalón, conocido como “power suit”.
Con el paso de los años, refinó sus diseños con telas suaves, paletas de beige y gris, y un estilo minimalista que se volvió sinónimo de sofisticación.
Un imperio más allá de la moda

Al momento de su muerte, Armani había construido un conglomerado valorado en más de 10.000 millones de dólares. Además de ropa y accesorios, su marca incluía perfumes, muebles, cosméticos, restaurantes, bares, hoteles en Dubái y Milán, e incluso un equipo de baloncesto: EA7 Emporio Armani Milán.
Su visión trascendió las pasarelas y lo llevó a figurar entre los 200 multimillonarios más ricos del mundo, según Forbes.
De ojos azules y cabello plateado, Armani cultivó un estilo propio: jeans, camiseta y discreción. Sus casas privadas reflejaban su gusto minimalista. Aunque cercano a estrellas de cine y celebridades, se mantenía reservado y dejó claro que jamás vendería su compañía.
Apodado “Re Giorgio” en Italia, se mantuvo al mando de su imperio durante cinco décadas. Entre sus herederos más cercanos figuran su sobrina Silvana Armani, encargada de la moda femenina, y Leo Dell’Orco, responsable de la línea masculina.
Filantropía y legado

Además de su influencia en la moda, Armani apoyó causas sociales. En 2002 fue designado embajador de buena voluntad de la ONU para los refugiados y financió iniciativas contra el VIH/Sida.
Tras la muerte de su socio Galeotti en 1985, Armani nunca tuvo hijos, pero mantuvo una estrecha relación con su sobrina Roberta, quien se convirtió en su portavoz en eventos públicos.
Su legado vive en un estilo que transformó la manera en que el mundo entiende la elegancia: discreta, funcional y atemporal.
