Por Redacción
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Un incendio forestal de rápida propagación cerca del centro de Malibu, en el sur de California, ha obligado a evacuaciones obligatorias y pone en peligro viviendas, negocios y el icónico muelle de la ciudad.
El incendio, identificado como Franklin, comenzó el lunes por la noche y ha arrasado grandes extensiones de terreno, avanzando a un ritmo que los expertos describen como alarmante. La Universidad Pepperdine, ubicada en las cercanías, suspendió clases y exámenes mientras los estudiantes se refugiaban en el campus observando el avance de las llamas.
Propagación y condiciones climáticas adversas
El incendio ha crecido de 40 a más de 728 hectáreas en solo cuatro horas, según el Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles y CalFire. En un momento, las llamas casi triplicaron su extensión en menos de una hora.
Los fuertes vientos y la baja humedad han agravado la situación. Ráfagas de hasta 64 km/h y niveles de humedad de apenas un 5% han creado condiciones críticas para el control del fuego. Según el Servicio Meteorológico Nacional, estas condiciones persistirán al menos hasta el miércoles, con una disminución leve de los vientos durante la tarde del martes.
“El fuego está ardiendo con tal intensidad que está modificando los vientos locales, desviándolos hacia las llamas”, advirtió la agencia meteorológica.
Impacto en la comunidad y evacuaciones
Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para áreas al este de Malibu Canyon Road, al sur de Piuma Road y en la zona de Serra Retreat. Más de 6,000 residentes y unas 2,000 estructuras están bajo amenaza directa.
Los cortes de electricidad afectan a más de 57,000 clientes en California, lo que agrava la emergencia en la región.
En la Universidad Pepperdine, cientos de estudiantes se refugiaron en la biblioteca y el centro estudiantil. “Irónicamente, esta es la semana de exámenes finales, así que ya había mucha gente en la biblioteca, pero ahora está abarrotada con entre 300 y 400 estudiantes”, comentó Nick Gerding, estudiante de la universidad.
Gerding relató cómo se trasladó al refugio tras un apagón en su dormitorio y recibir noticias del avance del incendio. A pesar del temor, describió una atmósfera tranquila entre los estudiantes, quienes oraban y esperaban actualizaciones del personal universitario.
“La verdad es que no había mucho que pudiéramos hacer en ese momento, y creo que todos lo entendimos. Pero aun así fue muy, muy aterrador”, agregó.
El campus de Malibu, donde se encuentran focos de incendio aislados, ha recibido apoyo directo de los bomberos. Las autoridades universitarias confirmaron que los edificios designados como refugios cuentan con protección adecuada contra amenazas del fuego, según planes previamente aprobados por los bomberos locales.
Respuesta de la ciudad y riesgos futuros
La ciudad de Malibu ha activado sus Centros de Operaciones de Emergencia y declaró que el incendio tiene una “rápida tasa de propagación”.
Las condiciones climáticas, con aire seco, vegetación densa y vientos racheados, están creando un ambiente altamente inflamable. Esto aumenta el riesgo de que nuevos incendios puedan propagarse sin control, poniendo en peligro vidas y propiedades en toda la región.
El oficial de información pública de la universidad, Michael Friel, enfatizó que los refugios del campus están bien preparados para enfrentar cualquier amenaza inmediata. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto.
Preocupación por el futuro
Los bomberos continúan trabajando para contener el incendio Franklin mientras los residentes esperan ansiosamente noticias sobre la evolución de las llamas. Aunque se anticipa que las condiciones meteorológicas adversas persistan, las autoridades locales y estatales están movilizando todos los recursos disponibles para mitigar los daños y proteger a las comunidades afectadas.
Este incendio es un recordatorio de la creciente frecuencia e intensidad de los incendios forestales en California, impulsados por factores climáticos y cambios en el uso de la tierra. La comunidad de Malibu y las áreas circundantes se enfrentan nuevamente a una lucha por preservar su seguridad y sus hogares.