Por Agencias
[email protected]
La reunión trilateral finaliza con un compromiso de los países para combatir el narcotráfico, interrumpir el suministro de precursores químicos y bloquear la distribución de estas sustancias.
La segunda reunión para luchar contra el tráfico de fentanilo entre México, Estados Unidos y Canadá concluyó este martes en Ciudad de México con un énfasis en contener el trasiego de precursores químicos y coordinar tareas de seguridad entre los tres países, que también afectan al tráfico de armas y a la gestión de la migración.
Durante la reunión trilateral, la delegación mexicana hizo especial énfasis frente a sus socios en remarcar que en el país es sobre todo un lugar de paso de la droga sintética y no un país productor de fentanilo, tal y como lo ha venido señalando el presidente López Obrador cuando es cuestionado por el tema.
Las delegaciones reunidas este martes en Palacio Nacional estuvieron encabezadas por la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, y por la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall. Se trata de la segunda mesa de negociación que se da después de un primer encuentro en abril de este año en Washington y que volverá a juntar a los tres países después del verano, en Canadá.
Entre las conclusiones a las que han llegado las delegaciones se encuentran el combate al narcotráfico, la interrupción del suministro de precursores químicos para fabricar fentanilo, el bloqueo de la distribución de estas sustancias y el fomento de los servicios de salud pública. “Nuestros países también reconocen que descubrir, interrumpir y desmantelar las redes de tráfico de armas de fuego es fundamental en nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el fentanilo ilícito”, han firmado las representantes en una declaración conjunta después de las mesas de trabajo.
El tráfico de fentanilo se ha convertido en un nuevo punto de tensión entre los gobiernos de México y Estados Unidos. Esta nueva droga sintética, 50 veces más potente, es responsable de la muerte de más de 100.000 personas en EE UU el año pasado, según datos oficiales. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha advertido de la creciente expansión de las drogas sintéticas en todo el mundo porque representa para los grupos del crimen organizado menos costos de producción, menos riesgos de detección y mayores beneficios.
Como parte de estos esfuerzos conjuntos, el Gobierno mexicano se ha comprometido a informar a su socio de los reportes en el decomiso de drogas, incluido el fentanilo. El pasado mes de junio, el Ejército mexicano decomisó más de 1.700 kilos de fentanilo, una cantidad récord en los últimos años y desde que comenzó el sexenio ha desmontado 1.740 laboratorios con toneladas de sustancias químicas para la fabricación de drogas sintéticas.
Este 2023 es, con diferencia, el año del Gobierno de López Obrador en el que ha habido más incautaciones, muestra de la presión política que se está ejerciendo desde Washington y como resultado de más presupuesto público destinado a las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y a tareas de Seguridad. México y Estados Unidos se han comprometido también a ampliar aún más la disponibilidad de vías legales en toda la región para atender la migración que llega a la frontera norte entre los dos países. También han discutido la expansión del trabajo conjunto de desarrollo en Centroamérica.