Por Agencias
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El base serbio, que dominó Europa con el Anadolu Efes, fue traspasado a los deprimentes Hornets tras tener un papel muy secundario en los Thunder.
A la hora de los traspasos, la NBA no sabe de currículums. Sólo se respetan (y no siempre) los de las grandes estrellas. Vasilije Micic está lejos de ser una de ellas. Al menos a aquel lado del Atlántico. El que fuera gran dominador del baloncesto europeo, después de jugar poco en los Thunder, fue enviado a los Hornets junto con Davis Bertans y Tre Mann a cambio de Gordon Hayward. Un flamante MVP de la Euroliga también es mercancía en la NBA.
El base serbio de 1,91 metros fue drafteado por los Sixers en el puesto 52 en 2014. Seis años después, sus derechos fueron enviados a los Thunder. Se rumoreó muchos veranos con su marcha a la NBA, pero fue el verano pasado cuando se decidió a tratar de cumplir el sueño americano. Mientras se pensaba si dejaba Europa o no, acaparó títulos con el Anadolu Efes y galardones individuales: dos Euroligas (2021 y 2022) siendo MVP de ambas Final Four, mejor jugador de la temporada regular en 2021…
Ahora, tras firmar un contrato de tres temporadas y 23,5 millones de dólares (gana 7,7 esta campaña), vive su primera experiencia en la NBA y la está sufriendo con toda su crudeza. En los Thunder ha tenido un rol marginal, con largos periodos de ausencia de minutos. Había jugado en 30 de los 51 partidos del equipo con promedios de 12,0 minutos (nunca más de 21), 3,3 puntos (con un máximo de 12), 0,8 rebotes, 2,5 asistencias y todo ello con un mediocre 24,4% en triples (11/45). En total, 99 puntos para quien fue el máximo anotador de la Euroliga en su último año en el Viejo Continente.
Al menos ganaba
Micic se había asentado últimamente en la rotación de Oklahoma. Había tenido minutos, aunque nunca demasiados, en 15 de los 16 últimos encuentros. Parecía que había encontrado su rol en un equipo que tiene a su estrella, Shai Gilgeous-Alexander, en su mismo puesto. El consuelo ante tan poco protagonismo eran las victorias. Los Thunder son líderes de la Conferencia Oeste con un balance de 35-16.
Eso seguro que no lo va a tener en los Hornets. Los de Charlotte son el cuarto peor equipo de la NBA. Su 10-40 sólo lo empeoran los Spurs, los Wizards y los Pistons. Las perspectivas tampoco son halagüeñas en un equipo que vuelve a tener a su jugador más destacado, LaMelo Ball, como base. Que la franquicia esté en una permanente reconstrucción podría ser positivo. La temporada está ya perdida y podrían apostar por hacer pruebas. Micic, con minutos, podría recordar al MVP que fue.
