Nuevo tratamiento para el cáncer de cuello uterino mejora la supervivencia, según estudio

Por Redacción
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La investigación, publicada el lunes en The Lancet, sugiere que esta estrategia podría convertirse en una alternativa más efectiva para tratar la enfermedad.

El ensayo incluyó a 500 pacientes de 32 centros médicos en Brasil, India, Italia, México y el Reino Unido, con datos recopilados entre 2012 y 2022. Las participantes, diagnosticadas con cáncer de cuello uterino en etapa avanzada, fueron asignadas aleatoriamente a dos grupos. Ninguna presentaba metástasis en otros órganos.

El grupo de control recibió quimiorradioterapia estándar, que combina radiación y el medicamento cisplatino. En contraste, el grupo experimental recibió un ciclo corto de quimioterapia con carboplatino y paclitaxel antes de iniciar la quimiorradioterapia.

Los hallazgos muestran que el 80% de las pacientes tratadas con quimioterapia adicional vivieron al menos cinco años, y al 72% no les reapareció ni se les propagó el cáncer. En comparación, el 72% de las pacientes del grupo de control alcanzó la misma marca de supervivencia, mientras que el cáncer no regresó ni se extendió en el 64% de ellas.

Aunque ambas cohortes experimentaron efectos secundarios, el grupo que recibió el tratamiento experimental presentó una mayor tasa de efectos adversos graves o potencialmente mortales, alcanzando el 59%, frente al 48% del grupo de control. Los síntomas incluyeron fatiga, infecciones, problemas gastrointestinales y bajos niveles de glóbulos blancos.

Los investigadores destacan que este es el primer ensayo de fase tres que demuestra una ventaja clara en la supervivencia al añadir quimioterapia previa a la quimiorradioterapia. La autora principal, la Dra. Mary McCormack, del University College Hospital, afirmó: “Se trata de la mayor mejora en los resultados de esta enfermedad en más de 20 años”. McCormack también subrayó que los medicamentos empleados son accesibles y relativamente económicos.

Otis Brawley, profesor de oncología en la Universidad Johns Hopkins y exjefe médico de la Sociedad Americana del Cáncer, señaló que la combinación de radiación y quimioterapia ofrece mejores resultados que la cirugía en algunos casos. “Si puedes tratar con radiación y quimioterapia, tienes la posibilidad de esterilizar la pelvis de todo el cáncer”, explicó Brawley.

El cáncer de cuello uterino fue en su día una de las principales causas de muerte por cáncer entre mujeres en Estados Unidos. Sin embargo, los avances en prevención y tratamiento han reducido significativamente las muertes. Harald zur Hausen, virólogo alemán, fue galardonado con el Premio Nobel en 2008 por su investigación que identificó el virus del papiloma humano (HPV) como la causa principal de este tipo de cáncer. Su trabajo impulsó el desarrollo de una vacuna contra el HPV, una herramienta clave para la prevención.

A pesar de estos avances, alrededor de 4,000 mujeres en Estados Unidos mueren cada año por esta enfermedad. Entre los signos de alerta se encuentran sangrados o secreciones anormales. Brawley enfatizó la importancia de las pruebas de detección periódicas, ya que los casos avanzados están aumentando entre mujeres blancas y negras en Estados Unidos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las pruebas de detección para el cáncer de cuello uterino incluyen la prueba de HPV y la citología de Papanicolaou, que detecta cambios celulares precancerosos. Este año, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó una nueva opción de auto-recolección de muestras vaginales para la detección del HPV, facilitando el proceso de cribado.

Brawley destacó que esta enfermedad es “casi totalmente prevenible” mediante la vacunación y el cribado rutinario. “De las 4,400 muertes anuales, ninguna corresponde a mujeres que se someten regularmente a pruebas de detección”, afirmó.

Aunque la quimioterapia basada en cisplatino es el tratamiento más utilizado actualmente, esta puede conllevar efectos secundarios desagradables como náuseas, vómitos y pérdida de cabello. Brawley expresó optimismo sobre las terapias futuras, particularmente la inmunoterapia, que utiliza el sistema inmunitario del cuerpo para combatir el cáncer.

“La mayor esperanza es la inmunoterapia”, afirmó Brawley. “Esperamos poder ayudar a más mujeres con menos efectos secundarios”.

Con estos avances, la investigación abre nuevas posibilidades para el tratamiento del cáncer de cuello uterino y refuerza la importancia de la prevención mediante la vacunación y las pruebas de detección regulares.