Adán Navarrete es padre de familia, tiene un hijo en la Battles Elementary, y al salir de una reunión de la escuela comenta:
“Cuando un adulto maneja y provoca una serie de accidentes, es casi seguro que le quiten la licencia, es decir el permiso oficial para conducir, pues ha demostrado que no tiene capacidad para esa responsabilidad. Pero cuando ese u otro padre golpea a su pareja varias veces, maltrata a sus hijos o les deja en el desamparo, no es difícil quitarle el permiso, pero si es difícil que quiera capacitarse”.
El pasado septiembre, se llevó a cabo una importante reunión de padres y madres de familia para tratar de buscar soluciones a los difíciles cambios que la comunidad de Santa María está experimentando, especialmente en la relación familia – escuela, el tema: la calidad de la educación.
Algunos maestros aún tienen la limitada perspectiva de que la educación es un proceso de lograr grados, parece que toda su responsabilidad es nombrar asistencia, recibir trabajos y exponer su tema.
Algunos padres de familia aún consideran, dentro de su también limitada perspectiva de que la educación es el compromiso de inscribir a sus hijos a la escuela y que ésta se encargue de todo.
En este contexto de limitaciones aparentes, no es extraño que los malos, que están creciendo, aprovechen a los jóvenes reprobados por algunos maestros y abandonados por algunos padres de familia, para darles el “reconocimiento” que necesitan para ser manipulados y paulatinamente, ser destruidos.
Como lo compartió Anna Catalan, quien presidió esa reunión:
“Un adolescente que no siente la preocupación de su maestro por su futuro y que no tiene unos padres que lo impulsen a verse a sí mismo en la universidad y más allá, es muy difícil que le encuentre sentido a la escuela y a la familia”.
La maestra Catalan, quien además es consejera del Parent Institute for Quality Education (PIQE), cuya organización convocó a esa reunión, comentó que las oportunidades para estudiar y prepararse son muchas y que los padres de familia hoy en día cuentan con muchos medios administrativos y financieros para no dejar a sus hijos sin escuela y sin educación.
“La calidad es una actitud positiva para asumir compromisos y mejorar las circunstancias, y PIQE tiene más de 5 años impulsando a los padres en mejorar sus criterios de trabajo, de vida, de familia y de estudio”.
En esta reunión a la que asistieron más de 350 padres, algunos maestros que los acompañaron comentaban entre sí la urgente necesidad de reeducar el proceso en que fueron educados.
Amigos lectores, recordemos que un niño se educa, un adolescente se educa; pero un adulto se reeduca y la calidad también es renovación.
Ya no es suficiente con números o letras, hay que agregar nuevas actitudes para impulsar mejores hábitos y se reestablezcan aquellos valores fundamentales que le dieron sentido a muchos líderes de generaciones anteriores: respeto, compromiso, disciplina y colaboración. ν
Para solicitar apoyo, visite la página www.piqe.org o llame al número 661.325 5292, donde encontraran consejería y asesoría para involucrarse en la calidad de la educación y aprovechar las muchas oportunidades que tienen para mejorar su calidad de vida.