
Por Redacción
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Las ventas de Tesla han caído en mercados clave mientras Elon Musk intensifica su participación en la política de derecha.
Analistas sugieren que sus posturas están alejando a clientes tradicionales. Aunque factores como la competencia y actualizaciones de modelos influyen, la imagen de la marca enfrenta un desafío sin precedentes.
La política de Musk y su impacto en Tesla
Tesla, la compañía automotriz liderada por Elon Musk, enfrenta un panorama desafiante. Aunque cada año advierte a sus inversores sobre posibles amenazas, desde incendios de baterías hasta crisis económicas, su informe reciente apenas menciona un factor que preocupa a los analistas: la incursión de Musk en la política de derecha. Expertos advierten que sus posturas están alienando a una parte de su base de clientes.
“Es algo básico en el marketing: no te involucres en política”, señaló Robert Passikoff, consultor de marcas en Nueva York. “La gente dejará de comprar tus productos”.
Las cifras parecen confirmar esa teoría. Según Jato Dynamics, las ventas de Tesla cayeron un 45% en Europa en enero, mientras el mercado de vehículos eléctricos creció. En Alemania y Francia, la caída alcanzó el 60%. En California, su mayor mercado en EE.UU., también se reportó una disminución.
John Parnell, residente de Ross, California, expresó su descontento. “No quiero ni siquiera conducirlo”, dijo, tras cancelar su pedido de un Cybertruck, perdiendo su depósito de 100 dólares. “Musk está destruyendo la marca con su política”.
Si bien la industria automotriz atraviesa cambios, la caída en ventas de Tesla preocupa. Su modelo más vendido, el Model Y, será actualizado, lo que podría estar retrasando compras. Sin embargo, la competencia ha crecido, con fabricantes europeos y chinos ofreciendo modelos con mayor autonomía y fiabilidad.
“Musk piensa que puede decir lo que quiera sin consecuencias”, opinó Seth Goldstein, analista de Morningstar. “Tesla estaba en una posición privilegiada. Ahora tiene competencia real”.
El desgaste de la marca
Además de las cifras, la imagen de Tesla se ha visto afectada. La marca solía atraer a compradores progresistas interesados en sostenibilidad. Ahora, algunos han cambiado de opinión.
“Parte de la población no está contenta con su activismo político”, señaló Felipe Muñoz, analista senior de Jato, quien antes descartaba un boicot, pero ahora reconsidera su postura.
Musk ha expresado su frustración por la pérdida de apoyo. “Yo solía ser adorado por la izquierda”, comentó en una entrevista con Tucker Carlson en febrero. “Hoy en día, ya no tanto”.
Su respaldo a Donald Trump y una donación de 270 millones de dólares a su campaña ya eran controversiales. Sin embargo, su papel en una agencia que ha recortado empleos públicos y sus declaraciones sobre líderes mundiales han intensificado la reacción negativa.
Musk ha apoyado a un partido alemán de extrema derecha, llamado “tirano maligno” al primer ministro británico y declarado que “Canadá no es un país real”.
Las protestas han escalado. Concesionarios de Tesla han sido blanco de manifestaciones y actos vandálicos. Se han colocado calcomanías en vehículos con frases como “Lo compré antes de que Elon se volviera loco”. En Milán, colgaron una efigie de Musk. En Londres, un cartel lo vinculó con el nazismo.
Un futuro incierto
A pesar del rechazo, algunos clientes siguen fieles a Tesla. Harry Chathli, residente en Londres, mantiene su Model S. “Musk ha transformado la manera en que pensamos sobre el transporte y el futuro del planeta”, dijo.
Sin embargo, los inversores están preocupados. Desde la toma de posesión de Trump, las acciones de Tesla han caído un 37%, con una pérdida de 550.000 millones de dólares en valor de mercado.
Ross Gerber, inversor de Tesla, resumió la situación: “Musk ha unido el mejor producto del mundo con el peor marketing del mundo”.
Mientras la empresa enfrenta mayor competencia y críticas, el impacto real de las posturas de Musk en el éxito de Tesla aún está por verse.