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Resumen internacional

Por Agencias
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Las circunstancias de las muertes seguían bajo investigación, pero había indicios de que podría haber estado involucrado el robo de combustible.

México enfrenta un problema con las bandas de ladrones que roban gasolina, diésel y gas natural de los ductos gubernamentales.

Ángel Rangel Nieves, jefe de policía de la ciudad de San Juan del Río en el estado central de Querétaro, dijo que los cuerpos fueron encontrados en dos vehículos cerca del oleoducto al norte de la Ciudad de México. Los vehículos tenían placas del vecino estado de Hidalgo, considerado uno de los centros de robo de combustible.

Desde que asumió el cargo en diciembre de 2018, el presidente Andrés López Obrador ha hecho de la lucha contra el robo de combustible un objetivo central de su administración.

Pero a pesar de que se despliegan miles de tropas para proteger los oleoductos, cada año todavía se encuentran miles de tomas ilegales.

En 2023, se encontraron alrededor de 5,600 radiotransmisores ilegales en todo el país, eso fue menos que los más de 7,000 en 2022, pero casi el mismo nivel que cuando López Obrador asumió el cargo.

El gobierno ha tomado medidas enérgicas contra la venta abierta de combustible robado y logró reducir el volumen durante un par de años.

Los combustibles robados suelen venderse al costado de la carretera y, a veces, en gasolineras autorizadas.

Las pérdidas por combustible robado en la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) se redujeron a tan solo $275 millones de dólares al año en 2019 y 2020.

Pero desde entonces las pérdidas se han disparado, llegando a más de $1,100 millones de dólares en 2022.

Los grifos del oleoducto provocan violencia entre pandillas y suponen un riesgo para los residentes, para ganarse el apoyo de la población local, los ladrones a veces dejan los grifos abiertos.

El 18 de enero de 2019, una explosión en un oleoducto intervenido ilegalmente en el estado de Hidalgo mató al menos a 134 personas.

La explosión ocurrió en la localidad de Tlahuelilpan mientras los vecinos recogían gasolina que se escapaba del grifo.

Hombres enmascarados irrumpieron el martes en el plató de un canal de televisión pública de Ecuador portando armas y explosivos durante una transmisión en vivo, y el presidente emitió un decreto declarando que el país sudamericano había entrado en un “conflicto armado interno”.

Los hombres armados con pistolas y lo que parecían cartuchos de dinamita ingresaron al plató de la cadena TC Televisión en la ciudad portuaria de Guayaquil y gritaron que tenían bombas.

De fondo se escuchaban ruidos parecidos a disparos. No quedó claro de inmediato si algún miembro del personal de la estación resultó herido.

Ecuador se ha visto sacudido por una serie de ataques, incluidos los secuestros de varios agentes de policía, tras la aparente fuga de prisión de un poderoso líder de una pandilla.

El presidente Daniel Noboa dijo el lunes que declararía estado de emergencia nacional, una medida que permite a las autoridades suspender los derechos de las personas y movilizar a los militares en lugares como cárceles.

Poco después de que los hombres armados irrumpieran en la estación de televisión, Noboa emitió otro decreto designando a 20 bandas de narcotraficantes que operaban en el país como grupos terroristas y autorizando al ejército de Ecuador a “neutralizar” a estos grupos dentro de los límites del derecho internacional humanitario.

El gobierno no ha dicho cuántos ataques han ocurrido desde que anunció que el domingo el líder de la pandilla Los Choneros, Adolfo Macías, alias “Fito”, fue descubierto desaparecido de su celda en una prisión de baja seguridad.

Ese día estaba previsto que fuera trasladado a un centro de máxima seguridad.