Resumen internacional

Por Agencias
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El Vaticano explicó en su boletín diario que el Papa aprobó la renuncia del obispo Óscar Augusto Múnera, al vicariato apostólico de Tierra Adentro en el suroeste de Colombia. 

El breve comunicado del Vaticano no explica por qué el obispo había dimitido de su cargo.

Múnera fue acusado de abusar de un joven en un libro publicado el año pasado por los periodistas de investigación Juan Pablo Barrientos y Miguel Estupiñán, que también incluye una lista de más de 500 miembros del clero católico romano de Colombia que presuntamente han cometido actos de abuso sexual. 

Sin embargo, hasta el momento las autoridades colombianas no han presentado ningún cargo contra Múnera.

En un artículo publicado en mayo en el sitio de noticias Religión Digital, Estupiñán dice que Múnera abusó de un joven en 2005 cuando era sacerdote en el municipio de Santa Rosa de Osos.

Múnera no se ha pronunciado sobre las acusaciones, y tampoco la Conferencia Episcopal de Colombia no se pronunció sobre los motivos de la renuncia de Múnera.

El aún y controversial presidente de México llamó a Donald Trump “un amigo” y dijo que le escribiría al expresidente de Estados Unidos para advertirle que no se comprometa a cerrar la frontera o culpar a los inmigrantes por introducir drogas a Estados Unidos.

El presidente Andrés López Obrador llamó a Trump, presidente de 2017 a 2021 y nuevamente candidato republicano para las elecciones presidenciales de este otoño, “un hombre de inteligencia y visión”, a pesar de los repetidos llamados de Trump a cerrar la frontera entre los dos países.

L@s mexican@s se sintieron ofendidos en 2015 cuando el entonces candidato Trump afirmó que, en muchos casos, entre los inmigrantes que llegaban ilegalmente a Estados Unidos había “criminales, narcotraficantes y violadores”.

Y México se sorprendió en 2019 cuando Trump, como presidente, amenazó con cerrar la frontera “por mucho tiempo” a menos que las autoridades mexicanas impidieran que los migrantes cruzaran. 

López Obrador indicó que las economías de los dos países estaban tan entrelazadas que no podían soportar un cierre ni siquiera por un mes.

López Obrador adujo que en una carta que planea enviar la próxima semana, “le voy a demostrar que los migrantes no llevan droga a Estados Unidos”, y agregó que “cerrar la frontera no solucionará nada, y de todos modos, no se puede hacer”.

“No durarían ni un mes con la frontera cerrada”, aseguró el mandatario mexicano, refiriéndose a los fabricantes de automóviles estadounidenses que dependen de un suministro constante e ininterrumpido de repuestos y productos terminados para sus plantas en ambos lados de la frontera.

López Obrador también abordó el creciente malestar en Estados Unidos por la transferencia masiva de compañías automotrices estadounidenses a plantas de salarios más bajos en México.

López Obrador afirmó que trasladar la producción de automóviles de regreso a Estados Unidos “significaría que, en promedio, cada automóvil vendido costaría a los ciudadanos estadounidenses entre $15 mil y $20 mil dólares más”.

A pesar de las frecuentes fricciones y las declaraciones beligerantes de Trump, los dos líderes tuvieron una relación aparentemente amistosa entre 2018 y 2020, y López Obrador acordó utilizar la Guardia Nacional de México para dificultar que los migrantes de terceros países crucen México hacia la frontera con Estados Unidos.

También lo ha hecho durante la actual administración estadounidense.