Por Redacción
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El senador estadounidense Ted Cruz declaró el viernes que México debería seguir el ejemplo de El Salvador en la lucha contra los cárteles de la droga, y aceptar la ayuda estadounidense para combatir el crimen organizado. Estas declaraciones podrían reavivar un delicado debate sobre la soberanía mexicana.
En una conferencia de prensa en la Ciudad de México, tras visitar Panamá y El Salvador, el controversial republicano de origen cubano por Texas sugirió que Washington podría actuar por su cuenta si México rechaza los esfuerzos conjuntos.
“Sería mucho más preferible que cooperara, por lo que espero que el gobierno de México reconozca que derrotar a estos cárteles beneficia enormemente a los ciudadanos mexicanos. Mi mensaje al gobierno de México es que acepte nuestra oferta como un amigo”, declaró Cruz.
Cruz se negó a dar más detalles sobre las implicaciones de dicha oferta, aunque la mencionó en varias ocasiones. Sus comentarios hicieron eco de propuestas anteriores del expresidente Donald Trump de desplegar tropas estadounidenses contra los cárteles mexicanos, una idea que la presidenta Claudia Sheinbaum ha rechazado rotundamente.
“Estados Unidos no va a venir a México con sus fuerzas armadas. Cooperamos, colaboramos, pero no habrá invasión. Está totalmente descartada”, declaró Sheinbaum a principios de este mes.
A pesar de la fricción pública, México reconoció recientemente haber solicitado el apoyo de drones estadounidenses en una investigación sobre crimen organizado en el centro de México. Cruz afirmó haber mantenido conversaciones con el Secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y otros funcionarios, centrándose en temas de seguridad y migración.
Posteriormente, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México enfatizó en un comunicado que la relación bilateral se basa en “la responsabilidad compartida, la confianza mutua, el pleno respeto a nuestra soberanía y la cooperación sin subordinación”.
Argentina
El presidente Javier Milei rechazó el jueves las acusaciones de que su hermana y colaboradores cercanos se beneficiaron de un esquema de sobornos en la agencia argentina de discapacidad, calificando las acusaciones como un ataque con motivaciones políticas por parte de sus rivales peronistas.
En una conferencia comercial ante líderes empresariales, Milei denunció el escándalo como «la opereta de la semana», parte de lo que describió como una larga serie de campañas de desprestigio por parte de la «casta» política que se ha comprometido a desmantelar.
«Como todos los esquemas anteriores, es otra mentira», declaró Milei, defendiendo a su hermana y asesora principal, Karina Milei, acusada, en grabaciones de audio filtradas, de recibir sobornos mensuales por valor de hasta $800,000 dólares de la agencia de discapacidad.
La polémica estalló después de que medios locales publicaran un audio en el que supuestamente aparecía Diego Spagnuolo, exdirector de la agencia, hablando del supuesto esquema. Milei despidió a Spagnuolo poco después de que salieran a la luz las grabaciones.
Desde entonces, las autoridades han allanado domicilios y oficinas en todo Buenos Aires, aunque la Fiscalía no ha presentado cargos.
«Lamentamos que los jueces tengan que perder el tiempo en los más rancios trucos políticos en lugar de perseguir el delito», declaró Milei.
El escándalo ha puesto al presidente a la defensiva mientras Argentina se prepara para dos elecciones cruciales. La provincia de Buenos Aires, bastión peronista, celebrará elecciones locales y provinciales el 7 de septiembre.
Las elecciones intermedias nacionales se celebrarán en octubre, cuando Milei espera ampliar la minoría de su movimiento libertario en el Congreso, controlado por la oposición.
Se espera que ambas contiendas sirvan como referéndum sobre el tumultuoso primer año de Milei en el cargo. El autodenominado «anarcocapitalista» ha recibido elogios por eliminar el déficit fiscal y frenar la inflación galopante, sin embargo la gran mayoría de l@s argentin@s lidian con un crecimiento estancado, la disminución de las reservas de divisas y salarios que se mantienen por debajo de los niveles previos a Milei.
Venezuela
El presidente Nicolás Maduro advirtió el lunes que Venezuela «declararía una república en armas» si es atacada por las fuerzas estadounidenses, mientras Washington aumenta su presencia naval en el Caribe para combatir a los cárteles de la droga.
Maduro calificó la concentración de tropas como “una amenaza extravagante, injustificable, inmoral, absolutamente criminal y sangrienta”, al tiempo que anunció el despliegue de tropas a lo largo de la costa venezolana y la frontera con Colombia. Su gobierno también ha llamado a la población civil a alistarse en una milicia.
La Armada de Estados Unidos cuenta actualmente con al menos cuatro buques de guerra en la región, incluyendo el USS Gravely y el USS Jason Dunham, y planea añadir tres buques de asalto anfibio con más de 4,000 marineros e infantes de marina, según un funcionario de defensa estadounidense.
Trump ha presionado para usar el poder militar para interrumpir el flujo de fentanilo y otras drogas a las comunidades estadounidenses, culpando a los cárteles latinoamericanos de fomentar la delincuencia y las sobredosis.
El canciller venezolano, Yván Gil, desestimó la justificación estadounidense como una “narrativa falsa”, citando un informe de la ONU que indica que la mayor parte de la cocaína sale de Colombia por el Pacífico, no por Venezuela. Advirtió a sus colegas líderes latinoamerican@s que el despliegue “amenaza a toda la región” y los instó a exigir su fin.
Maduro también reiteró su victoria en las controvertidas elecciones del año pasado, aunque Estados Unidos y otros países no lo reconocen como presidente legítimo de Venezuela. Afirmó que su gobierno mantiene una comunicación fluida con el Departamento de Estado y con el enviado de Trump para misiones especiales, Richard Grenell, al tiempo que arremetía contra el secretario de Estado, Marco Rubio, a quien calificó de «caudillo».
