Por Redacción
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Reyna Montoya tenía 10 años cuando ella y su familia huyeron de la violencia en Tijuana y emigraron ilegalmente a Estados Unidos, creció en Arizona y le preocupaba que incluso una infracción de tránsito menor pudiera llevarla a la deportación.
No sintió alivio hasta 11 años después, en 2012, cuando recibió una carta que confirmaba que había sido aceptada en un nuevo programa para inmigrantes que llegaron al país ilegalmente cuando eran niñ@s.
“De repente, se abrieron todas estas posibilidades”, explicó Montoya, luchando por contener las lágrimas en una entrevista con la AP.
El programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia de la era Obama le otorgó a ella y a cientos de miles de personas más permisos renovables de dos años para vivir y trabajar en Estados Unidos legalmente.
A los beneficiad@s del programa se les conoce como soñadores o dreamers, debido a la analogía que el programa ayuda a que estas personas a cumplir sus sueños académicos y laborales.
Pero mientras el presidente electo Donald Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca, después de un intento fallido de terminar con DACA en su primer mandato, los aproximadamente 535,000 beneficiarios actuales se preparan una vez más para un torbellino de incertidumbre.
Mientras tanto, una impugnación de varios años al DACA podría acabar volviéndolo ilegal, dejando a personas como Montoya sin un escudo contra la deportación.
“Tengo que tomar muy en serio sus palabras (las de Trump), cuando dicen ‘deportación masiva’, también incluyen a personas como yo”, explicó Montoya, que dirige Aliento, una organización de defensa de los derechos de los inmigrantes con sede en Arizona.
La incertidumbre no es nada nuevo para l@s soñadores del DACA, ya que a medida que much@s maduraban desde la edad escolar hasta la edad adulta, han sido testigos de un aluvión de amenazas legales al programa.
UN ESTRÉS INDESEADO
Ariel Valenzuela de 24 años y residente de Oxnard, es un soñador que logró su licenciatura en Ciencias Políticas de la UCLA hace dos años y asegura que desde que era niño, lastimosamente al no tener un estatus legal por muchos años, le hizo madurar más rápido que sus amigos y otr@s familiares que si eran ciudadan@s.
“Aunque tuve una buena infancia, cuando me entere que no teníamos papeles con mi familia, supe por primera vez lo que era vivir con estrés, con una preocupación y temor permanente por la posibilidad de que nos deportaran. Es algo que un niñ@ no debería de experimentar, pero que me hizo madurar y tener preocupaciones de adulto”, aseguró Valenzuela.
El joven licenciado es un ejemplo que el DACA cambia las vidas de sus beneficiad@s, ya que ahora trabaja en un bufete de abogados de Woodland Hills y además cursa sus estudios de la facultad de Leyes de la UCLA.
“Sino fuese por el DACA no sé la verdad que tan lejos hubiese llegado en mis estudios de leyes, talvez hubiera terminado con un título de un community college, pero gracias a Dios ahora me falta un año para terminar mis estudios, luego pasar el examen del BAR y así lograr mi sueño de ser abogado en ley migratoria”, explica Valenzuela.
Al mismo tiempo Valenzuela explica que ahora con Trump ganando una segunda presidencia, ese sueño se vería quebrantado y el estrés indeseado de su niñez y adolescencia regresaron.
“Es lo peor que nos podía pasar a los soñadores, que Trump ganará y promoviera su retórica de odio contra nosotros y nuestra familias. Lamentablemente esta Navidad no será lo que ha sido por los últimos cuatro años, la preocupación ha regresado es algo injusto porque los soñadores hemos demostrado con hechos que somos personas productivas y buenas para el desarrollo de este país”, asegura Valenzuela.
El DACA no ha aceptado nuevos solicitantes desde 2021, cuando un juez federal lo consideró ilegal y ordenó que no se procesaran nuevas solicitudes, aunque los beneficiad@s actuales aún podían renovar sus permisos.
La Administración Biden apeló el fallo y el caso está actualmente pendiente.
Para quienes consiguieron y renovaron los permisos del DACA, los beneficios han cambiado sus vidas.
Y es que gracias al DACA, Montoya pudo por primera vez trabajar legalmente, obtener atención médica y dental y obtener una licencia de conducir.
Much@s beneficiad@s esperaban que la vicepresidenta Kamala Harris ganara la presidencia y siguiera luchando por ell@s.
Pero la reelección de Trump, que ha acusado repetidamente a los inmigrantes de fomentar el crimen violento y “envenenar la sangre” de los Estados Unidos, ha aumentado sus temores de que DACA pueda terminar y que puedan enfrentar la deportación.
Así, Valenzuela explica que ahora con Trump ganando una segunda presidencia, ese sueño de convertirse en abogado de inmigración se vería quebrantado, y el estrés indeseado de su niñez y adolescencia han regresado.
“Es lo peor que nos podía pasar a los soñadores, que Trump ganará y promoviera su retórica de odio contra nosotros y nuestra familias. Lamentablemente esta Navidad no será lo que ha sido por los últimos cuatro años, la preocupación ha regresado es algo injusto porque los soñadores hemos demostrado con hechos que somos personas productivas y buenas para el desarrollo de este país”, asegura Valenzuela.
Por precaución, algun@s se apresuran a renovar sus permisos, según la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, que ha estado brindando asistencia legal gratuita para ayudarlos a través del extenso proceso, y otr@s se están preparando para posibles separaciones familiares.
Pedro González-Aboyte, nativo de Phoenix y beneficiario de DACA, dijo que él y sus padres inmigrantes, junto con sus dos hermanos nacidos en Estados Unidos, discutieron recientemente la posibilidad de separarse.
González-Aboyte recordó que sus padres, que inmigraron de México, dijeron que incluso si no podían quedarse en el país, “mientras los tres estén aquí y estén bien, eso es lo que queremos”.
“Esa fue una conversación muy real que tuvimos”, compartió González-Aboyte.
Si bien no está claro cómo Trump podría afectar a DACA esta vez, ha sugerido reducir otros programas que ofrecen protección temporal a l@s inmigrantes y está llenando su administración entrante con personas de línea dura en materia de inmigración, incluidos Stephen Miller y Thomas Homan.
TRUMP YA LO INTENTÓ
Y es que, durante su primer mandato Trump intentó rescindir DACA, pero en 2020, la Corte Suprema de Estados Unidos concluyó que su administración terminó el programa de manera indebida, aunque no se pronunció sobre la legalidad del programa.
Pero el destino de DACA no quedará inmediatamente en manos de Trump, si es que lo hace.
Un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos, considerado el tribunal de apelaciones más conservador del país, escuchó argumentos en octubre sobre la legalidad de DACA.
El caso, presentado inicialmente por Texas y otros estados liderados por republicanos en 2018, ahora se centra en una norma de la administración Biden destinada a preservar y fortalecer DACA.
L@s abogad@s de los opositores a DACA argumentaron que los inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente son una carga financiera para los estados.
Mientras tanto, la Administración Biden, junto con los intervinientes, sostienen que Texas no ha demostrado que los costos que cita sean atribuibles a la política y, por lo tanto, carece de legitimidad.
El panel no tiene una fecha límite para emitir un fallo, sin embargo, es probable que su fallo sea apelado, lo que podría elevar el caso a la Corte Suprema de Estados Unidos, donde los conservadores son amplia mayoría con 6 de los 9 Magistrad@s.
Stephen Yale-Loehr, Catedrático de derecho de inmigración en la Universidad de Cornell, explicó que el escenario más probable es que el panel confirme que DACA es ilegal y que el caso llegue a la Corte Suprema.
No prevé que Trump intente poner fin a DACA de inmediato, pero no descartó la posibilidad.
“No sé si podrían terminar el programa más rápido de lo que avanza la ligadura actual. Aún podrían hacerlo, pero tienen una gran cantidad de asuntos de política migratoria en su agenda”, recalcó el letrado.
Yale-Loehr además indicó que la Administración Biden tiene limitaciones en cuanto a cómo podría ayudar a los beneficiarios de DACA en esta etapa, pero podría permitirles renovar sus permisos temprano y procesarlos lo más rápido posible.
SE ALISTAN
Greisa Martínez Rosas es una beneficiaria de DACA y Directora Ejecutiva de United We Dream, una red de defensa de los inmigrantes liderada por jóvenes que cuenta con más de un millón de miembros en todo el país.
Martínez Rosas señaló que el movimiento por los derechos de los inmigrantes ha crecido mucho desde el primer mandato de Trump, y se ha estado preparando para este momento durante años, “construyendo una infraestructura ágil y receptiva para que podamos hacer cambios a medida que surjan amenazas”.
También Martínez Rosas afirmó que están pidiendo a l@s estadounidenses que ofrezcan santuario a los inmigrantes, preparándose para garantizar la seguridad física y psicológica de las personas en caso de deportaciones masivas, planificando manifestaciones y pidiendo ayuda a la administración actual.
“Todavía tenemos un par de meses para que la administración Biden utilice todas las herramientas a su disposición para proteger y defender a la mayor cantidad de personas posible”, indicó Martínez Rosas en una reciente conferencia de prensa. “Esperamos que lo hagan ahora más que nunca”.