Simone Biles hizo saltar la alerta amarilla cuando decía: “A veces noto toda la presión sobre mí”.
Fue un día antes de la final por equipos de gimnasia artística del martes, Biles hizo el primer ejercicio: el salto.
Firmó la peor prestación de las tres estadounidenses, con un vuelo discreto, reducido. Poco normal en ella, luego tocaba asimétricas.
Y en ese momento se puso el chándal blanco reluciente de EE UU y se retiró.
Alerta roja, tampoco figuró en el ejercicio de barra, ni en suelo, su show estrella.
El Team USA fue plata (166,096), y Biles también lo es.
Cayeron ante el Comité Olímpico Ruso (169,528), liderado por la indestructible Melnikova, pero casi fue lo de menos…
¿Qué pasa con Biles? Todo apunta a que el estrés olímpico y la ansiedad pasan factura.
Biles dejó de competir, pero siguió bajo los focos del Ariake Gymnastics.
Lo hizo junto a sus compañeras de equipo, a las que aplaudió enérgicamente cada uno de sus ejercios.
Conversó con su protegida Chiles, con la seleccionadora Cecile Landi, que le abrazaba…
Y varias decenas de cámaras estuvieron pendientes de Simone y cualquiera de sus gestos.
Ella aparentó tranquilidad, incluso bailó la música.
Pero algo en su interior estaba mal, es imposible saber qué hay en la mente de un talento así.
La versión oficial de la Federación de EE UU no esclareció demasiado el asunto: «Simone Biles se ha retirado de la competición final por equipos debido a un problema médico. Será evaluada diariamente para determinar la autorización médica para futuras competiciones».
Fue Biles la que dejó todo bien claro.
Respondió de manera corta y esquemática, pero sí lanzó una reflexión que revela lo que le sucede:
«Cuando entro en escena somos mi cabeza y yo. Trato con los demonios que hay en mi cabeza. Sólo pienso que la salud mental ahora mismo es más importante en los deportes. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, no sólo hacer lo que el mundo quiere de nosotras».
«Ya no confío tanto en mí misma. Tal vez sea por hacerme mayor. Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo. No somos sólo atletas. Somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás», continuó la medallista olímpica.
Se descarta así cualquier lesión tras el salto inicial, se trata meramente de un problema emocional.
«Necesitaba dar un paso al lado. Físicamente estoy en forma».
Hay que ver si es el fin de los Juegos para Biles, o una retirada preventiva para competir en all around y el resto de aparatos.
Estos días reflexionará. Alerta roja en Estados Unidos.
Alerta amarilla por Instagram
La alerta amarilla la hizo pública en Instagram.
La retirada de Biles, de 24 años, fue un mazazo para el equipo de Estados Unidos, compuesto por Chiles, McCollum y Lee.
Sin Biles, todo se tornó en mucho más complicado y Melnikova y sus compañeras arrasaron con más claridad (Listunova, Akhaimova y Urazova).
Rusia o ROC, según el COI, vuelve a reinar en la gimnasia olímpica, porque los hombres también ganaron por equipos.
Simone subió al podio con el resto de sus compañeras, se fotografió con ellas durante más de una hora.
En las entrevistas con los medios, tomó la voz cantante Suni Lee.
Tocaba arropar a su líder Biles, taciturna bajo la gigantesca mascarilla del equipo estadounidense, pero a la que se le oía sonreír ante alguna pregunta.
«Estoy orgullosa de las chicas, de cómo lo hicieron. Esta medalla es de ellas, yo poco hice».
Biles tenía como objetivo en estos Juegos de Tokio alcanzar el pleno de medallas de olímpicas, es decir, seís.
Tiene una plata, pero sabe a nada, porque hay alerta roja.
El jueves es la final de all-around (ejercicio completo).
La gran gesta olímpica se complica… Sólo falta ver cuánto.