Por Redacción
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WhatsApp es una de las primeras aplicaciones que los usuarios instalan en cualquier teléfono móvil, ya que se ha convertido en la plataforma de mensajería más utilizada en muchos mercados.
Según datos de Statista de 2021, WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea más popular, con aproximadamente 2,000 millones de usuarios en todo el mundo.
El hecho de que sea más usada que otras, como Telegram o iMessage, no implica necesariamente que se conozca a fondo todo su potencial, y sobre todo, algunos trucos que pueden resultar muy útiles para obtener el máximo rendimiento.
LOS ‘ESTADOS’ SIN SER DETECTADO
Los Estados de WhatsApp permiten una función que no cuenta con una aceptación generalizada.
¿En qué consiste? Es posiblemente la herencia más directa de su primo-hermano Instagram: se trata de un contenido efímero, foto o vídeo, que desaparece automáticamente tras 24 horas de su publicación.
El hecho de que sean fotos temporales las hace especialmente atractivas para los más curiosos que, eso sí, quedarán registrados como usuarios que han visto el contenido.
¿Se puede fisgar este contenido sin ser detectado? Sí y no.
El sistema está configurado por defecto para que la visibilidad sea recíproca y relacionada con el doble tic azul: si el usuario tiene desactivada la confirmación de lectura, podrá husmear de forma anónima los Estados de sus contactos.
Esto es, el peaje a pagar para este anonimato consistirá en no saber quién ha visto nuestros estados, aunque un par de trucos pueden superar, con ciertas restricciones, estas limitaciones.
De esta manera, quienes tengan un iPhone podrán pulsar sostenidamente sobre el Estado para aplicar 3D Touch (respuesta háptica) y previsualizarán de manera anónima la imagen; la limitación en este caso es que solo es aplicable a la primera foto y las sucesivas no se verán.
Quienes tengan un Android deberán recorrer un proceso un poco más laborioso: desactivar temporalmente la confirmación de lectura.
Esto hará que se pueda ver el Estado sin ser detectado, pero perderemos lógicamente el doble tic azul; es importante recordar que no se debe volver a activar la confirmación hasta que no transcurran 24 horas, puesto que el sistema exige ese plazo para mantener el anonimato.
COMPARTIR INFORMACIÓN MEDIANTE QR
Antes de la pandemia, los códigos QR eran los grandes desconocidos en el mundo de la tecnología, pero ahora la mayoría los reconoce y sabe cómo operar con ellos cuando llega a un restaurante.
¿Sabía que se puede compartir su contacto de una forma muy sencilla mediante código QR?
Ya no es necesario dictar el número del teléfono móvil, sino que basta con mostrar dicho código y que el interlocutor lo lea desde la aplicación.
Para mostrar el QR basta con abrir los ajustes de la aplicación (Android: icono de los tres puntos en la parte superior derecha; iPhone: pulsar en Configuración en la parte inferior derecha) y pulsar sobre el icono del QR.
Una vez con el código en pantalla, nuestro futuro interlocutor tendrá que leerlo como lo haría con el menú en un restaurante.
Pero la otra gran posibilidad de este sistema es que este código se puede compartir desde el móvil como cualquier otro contenido y enviarse por email, por ejemplo.
ACELERAR AUDIO MUY LARGO
Si algún contacto disfruta explayándose en audios de uno y dos minutos para advertir de su retraso, por fortuna, se puede ahorrar mucho tiempo con un botón que permite acelerar la reproducción de audio y hasta duplicarla, en el caso de que el interlocutor hable muy despacio.
¿Cómo hacerlo? En el momento en el que se pulsa la reproducción del audio, en el lado derecho figura un pequeño icono con la indicación 1X; pulsando sobre este icono, aumenta la velocidad a 1,5X y hasta 2X.
De esta manera, se puede acelerar la reproducción de audio y ahorrar tiempo en aquellos mensajes que parecen interminables.
PROTECCIÓN BIOMÉTRICA
El móvil es algo personal y de uso individual, pero en algunas ocasiones no puede evitarse que caiga en manos ajenas (hijos, pareja, amigos…). WhatsApp es consciente de esta posibilidad y por ello incorpora una función que no todo el mundo conoce: proteger la apertura de la aplicación mediante un sistema biométrico.
De esta manera, quien desee extremar la privacidad de sus conversaciones en la plataforma, puede activar la protección mediante bien sea su rostro o la huella dactilar, dependiendo de lo que permita el teléfono móvil.
Para activar esta función, basta con ir a Ajustes/Cuenta/Privacidad y activar el bloqueo de pantalla (aplicable a tanto a Android como al iPhone).
EVITAR ESTAR EN UN GRUPO SIN HABERLO SOLICITADO
Los temidos grupos de WhatsApp se han convertido posiblemente en un fuego amigo para la plataforma.
¿Qué sucede cuando un usuario es añadido sin haberlo autorizado o expresado abiertamente?
De la noche a la mañana se ve inmerso en un grupo que no tiene especial interés y salir luego del mismo genera incomodidades. Por fortuna, puede cambiarse esta configuración por defecto y evitar que nadie añada a un usuario a un grupo sin su voluntad.
Para ello, basta con ir a Ajustes/Cuenta/Privacidad/Grupos y ahí seleccionar quién puede añadirle (huyendo del arriesgado “Todos”).
ESCUCHAR NOTA DE VOZ ANTES DE ENVIARLA
Enviar una nota de voz grabada por accidente o con prisas o con un ruido de fondo ensordecedor es más habitual de lo que parece.
Siempre se puede recuperar el audio enviado, pero es más laborioso y al destinatario le picará la curiosidad por saber qué contenía esa nota vista y no vista. Afortunadamente, WhatsApp permite revisar la nota de voz, reproducirla antes de enviarla.
Para ello, basta con pulsar sobre el micrófono y desplazar con el dedo hacia arriba hasta que aparezca el candado; en ese punto se puede hablar libremente, y pulsar posteriormente el icono central con el símbolo de pausa; tras ello podremos reproducir el audio y decidir si lo enviamos o, por el contrario, lo eliminamos.