Por Redacción
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Las ventas de viviendas previamente ocupadas en Estados Unidos disminuyeron en junio a su nivel más bajo desde septiembre de 2023, en medio de tasas hipotecarias persistentemente altas y precios récord que continúan afectando la asequibilidad para los compradores.
Según datos publicados este miércoles por la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés), las ventas de viviendas existentes cayeron un 2,7% respecto a mayo, situándose en una tasa anual ajustada estacionalmente de 3,93 millones de unidades. Aunque el nivel se mantuvo casi igual que en junio del año pasado, quedó por debajo de las expectativas de los analistas, que proyectaban 4,01 millones, según FactSet.
Precios alcanzan máximos históricos y la oferta sigue limitada
Los precios de las viviendas continuaron su ascenso por vigésimo cuarto mes consecutivo, con el precio medio nacional alcanzando los 435.300 dólares en junio, un 2% más que el año anterior y el nivel más alto registrado hasta ahora.
El mercado inmobiliario estadounidense ha mostrado signos de debilidad desde principios de 2022, cuando las tasas hipotecarias comenzaron a subir desde los mínimos registrados durante la pandemia. En 2023, las ventas de viviendas cayeron a su nivel más bajo en casi tres décadas.
La tasa promedio para hipotecas a 30 años se ha mantenido cerca del 7% a lo largo de 2024, de acuerdo con el prestamista Freddie Mac. Las viviendas vendidas en junio probablemente fueron contratadas entre mayo y principios de junio, cuando las tasas variaron entre 6,76% y 6,89%.
Estas tasas elevadas pueden sumar cientos de dólares a los pagos mensuales de los prestatarios, reduciendo significativamente su poder adquisitivo. “La segunda mitad del año realmente dependerá de lo que ocurra con las tasas hipotecarias”, advirtió Lawrence Yun, economista jefe de la NAR.
Los compradores primerizos, más afectados por la falta de asequibilidad, representaron solo el 30% de las ventas en junio, un porcentaje similar al de mayo, pero lejos del promedio histórico del 40%. Por otro lado, aquellos que pueden comprar al contado o calificar con las tasas actuales están encontrando más opciones en el mercado.
El inventario de viviendas sin vender al final de junio fue de 1,53 millones, una ligera disminución del 0,6% respecto a mayo, pero un aumento del 16% en comparación con el mismo mes de 2023. Aun así, esa cifra está lejos del promedio prepandemia, cuando alrededor de 2 millones de viviendas estaban disponibles.
El ritmo de ventas actual se traduce en un suministro de 4,7 meses, por encima de los 4,6 meses de mayo y los cuatro meses de junio del año pasado. Un mercado equilibrado suele tener entre cinco y seis meses de inventario.
A medida que las ventas se ralentizan, las viviendas están tardando más en venderse. En promedio, una propiedad permaneció en el mercado 27 días en junio antes de concretarse una venta, en comparación con 22 días en el mismo mes del año pasado.
