Por Agencias
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La canarinha no pasó del empate ante Estados Unidos y el arquero Turner fue el gran culpable con las diez paradas conseguidas ante Vini, Rodrygo y compañía.
Brasil no pasó del empate en su segundo y último amistoso antes de encarar la Copa América. En esta ocasión Vinicius y Rodrygo fueron titulares y aunque el segundo vio puerta, ambos terminaron desesperados por culpa de un Turner estratosférico bajo palos, con 11 paradas y una seguridad aplastante. Endrick también se topó con el arquero cuando saltó a la cancha y ninguno pudo desequilibrar el marcador a pesar del claro dominio.
Desde el primer instante no hubo tregua alguna y nada más arrancar, Musah mandó un formidable disparo al travesaño. Ese sería el primer aviso de varios que llegarían sobre el arco de la canarinha. Poco tardó Pulisic en armar la pierna y exigir a Alisson una gran estirada. En ese punto Brasil despertó y Rodrygo contó con la primera opción de gol en un disparo demasiado centrado.
Vinicius Júnior tomó la responsabilidad del ataque en todo momento y sus compañeros lo buscaban. El madridista erró un disparo en el centro del área y luego Turner le sacó un mano a mano que llegó tras una extraordinaria acción individual. Finalmente, su compañero Rodrygo no perdonó en una ajustada definición desde el costado zurdo, precedida por una asistencia de Raphinha.
La alegría duró muy poco en el equipo de Dorival Júnior. Una falta muy protestada en el borde del área la tomó Pulisic y logró el empate con un disparo potente sobre el palo defendido por un Alisson que no tuvo tiempo de reaccionar. Desde ese momento Estados Unidos se armó mejor sin balón y complicó las transiciones de la pentacampeona del mundo, que sufría atrás, echaba en falta cierta imaginación en la medular y, sin espacios, no decidía arriba.
Avalancha ofensiva sin premio
Tras el descanso el dominio brasileño creció y creció pero no fueron capaces de transformarlo en ocasiones de gol. Vinicius y Rodrygo volvieron a mostrarse como los más incisivos pero los problemas para hacer daño a un equipo bien situado resultaron evidentes y preocupantes para el seleccionador. Cuando ya habían pasado 20 minutos del segundo tiempo Endrick y Savinho entraron al juego para plantear un equipo realmente ofensivo junto a los dos madridistas.
Con cuatro atacantes Brasil no tardó en gozar de una clara opción de gol por medio de Endrick, que ganó el duelo individual a la carrera y luego se topó con Turner frente al arco. Sin embargo, también descubrieron la espalda y Alisson tuvo que esmerarse para desviar el intento de Pulisic. En ese ida y vuelta Rodrygo también se topó con el arquero del Nottingham Forest, totalmente inspirado en la noche de Orlando. En el tramo final el guardameta sostuvo su altísimo nivel y detuvo dos remates en el área de Vinicius para cerrar el empate.
La próxima vez que Brasil salte a la cancha será ya el día 24 de junio, cuando se enfrenten a Costa Rica en la primera fecha de la fase de grupos de la Copa América. Hasta entonces, diez días para trabajar y afinar la puntería, engrasar el centro de la cancha y asentar una línea defensiva con mucho que arreglar.