Por Agencias
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Después de tres semanas de un juicio en el que han desfilado una docena de testigos, el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (JOH) sorprendió este martes al subirse al estrado en un momento crucial del proceso judicial que enfrenta en la ciudad de Nueva York.
Hernández es juzgado por supuestamente conspirar para traficar con drogas y armas, delitos que pueden llevarle a la cárcel con cadena perpetua si es declarado culpable.
Como ha sido costumbre desde el pasado 20 de febrero, cuando se inició el juicio, el expresidente hondureño llegó temprano en la mañana de este martes al Tribunal Federal del Distrito de Manhattan.
A las afueras del edificio recibió los ya comunes abucheos de un grupo de ciudadanos hondureños que desde el comienzo del proceso judicial se reúnen en para seguir el día a día del caso.
De traje negro y corbata azul celeste, JOH llegó acompañado de sus dos abogados: Raymond Colón y Renato Stabile. Al comienzo de la jornada se le veía sonriente y confiado, bromeando con sus letrados en la primera fila de la sala presidida por el juez Kevin Castel, quien conduce el juicio en contra del exmandatario.
Tras dos semanas en las que la Fiscalía presentó pruebas y una docena de testigos, la defensa de Hernández buscó desmontar las acusaciones en su contra, principalmente las de narcotraficantes como Devis Leonel Rivera, uno de los líderes del poderoso cartel de Los Cachiros, o la del exalcalde del municipio de El Paraíso, Alexander Ardón, de su propio partido político.
Los narcos que colaboraron con la justicia señalaron antes del juicio que JOH, mientras estuvo en el poder de 2014 a 2022, les protegió a cambio de millones de dólares, acusaciones que el expresidente de Honduras ha negado y que, dice, son una “venganza por haberlos perseguido”.
Esa fue de nuevo su estrategia este martes en el tribunal.
Colaboración con EE.UU.
La defensa del expresidente se apoya en el paquete de leyes y medidas que adoptó durante sus dos mandatos para luchar contra el tráfico de drogas y el crimen organizado en el país centroamericano, afectado por la corrupción y el poder del narcotráfico.
Durante la presidencia de Hernández Honduras recibió más de US$50 millones en ayuda antinarcóticos de Estados Unidos y decenas de millones de dólares en ayuda militar y de seguridad.
También obtuvo el apoyo del expresidente estadounidense Donald Trump para tomar medidas enérgicas contra las drogas y la migración, y cooperó con Estados Unidos.
Pero el Departamento de Justicia ahora dice que el exmandatario dirigió Honduras como un «narcoestado». Los fiscales dicen que usó dinero de la droga para sobornar a funcionarios y manipular los resultados de la votación a su favor durante las elecciones presidenciales de Honduras de 2013 y 2017.
“Hacía mucho daño al país”
Tras el interrogatorio de dos de los testigos de la defensa, el abogado Colón llamó al estrado a Hernández, lo que provocó la sorpresa en la sala.
El exmandatario de 55 años se describió a sí mismo como un ardiente opositor al narcotráfico durante su tiempo al frente del país centroamericano y apuntó a la cooperación militar de su gobierno con Estados Unidos y a sus frecuentes visitas a Washington para reunirse con funcionarios.
“Yo tenía una política contra toda esa gente porque no los soportaba», testificó Hernández a través de un intérprete de español, refiriéndose a los narcotraficantes. «Hacían mucho daño en el país».
En su testimonio, JOH negó conocer a “José Sánchez”, excontador de una arrocera hondureña y primer testigo de la Fiscalía en el caso en su contra. En su testimonio el 21 de febrero, Sánchez dijo haber visto cómo el expresidente hondureño recibió maletines con dinero de un narco con el que buscó asociarse en un laboratorio de cocaína.
Hernández se refirió también al testimonio de Alexander Ardón, narcotraficante y exalcalde hondureño, quien hace dos semanas aseguró que de forma privada «alrededor de 2009» se reunió con JOH, entonces diputado del Partido Nacional de Honduras, y le dio «un millón de dólares» para ayudarle política y financieramente.
A cambio «me ayudó para que la Fiscalía no me investigara», dijo.
JOH afirmó que a Ardón lo conoció “por casualidad” y que probablemente estaba molesto con él porque no lo iba a incluir en las planillas electorales del Partido Nacional debido a que había escuchado que se encontraba en actos ilícitos.
El exmandatario hondureño negó las acusaciones de haber recibido sobornos del capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán y dijo que no había conspirado con su hermano, Tony Hernández, ni con nadie para traficar drogas a Estados Unidos.
Tony fue condenado a cadena perpetua por cargos de narcotráfico en Estados Unidos en marzo de 2021.
La defensa de Hernández remarcó que durante su mandato comenzaron las extradiciones de narcotraficantes hondureños a Estados Unidos y las medidas contra el lavado de activos, lo cual desafiaría la idea de que el exmandatario participaba del negocio de las drogas.
Para robustecer su defensa, JOH mencionó haber tenido una relación estrecha con John Kelly, exjefe del Comando Sur de Estados Unidos, con quien dijo haberse reunido más de veinte veces. También mencionó haber tenido una relación “estrecha” con los presidentes Barack Obama y Joe Biden.
Durante su gobierno, aseguró que se produjeron los primeros grandes decomisos de activos de los narcos, como el del cartel de Los Cachiros, al que se le requisaron bienes por US$600 millones, el mayor «decomiso de Centroamérica», dijo antes de que el juez Kevin Castel le cortara en su declaración.
«No vinimos aquí a escuchar un discurso”, dijo el juez, quien amenazó a JOH con desestimar su testimonio si no se limitaba a responder brevemente a las preguntas que la defensa le hacía.
“Señor Hernández, muchas cosas pasaron en Estados Unidos y Honduras. Este juicio se centra en asuntos particulares. Concéntrese en ellos. Se hace una pregunta y, si no hay objeciones, se responde”, le dijo.
“¿El único político honesto de Honduras?”
El lenguaje corporal de Hernández cambió cuando fue el turno de la Fiscalía. Tocándose el cuello y las gafas, el expresidente se fue poniendo más nervioso con cada pregunta que hacía el fiscal Kyle Wirshba durante un duro interrogatorio.
Una de las pruebas presentadas fue una fotografía tomada durante el Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010 en la que JOH, entonces presidente del Congreso, aparece con la camiseta nacional abrazando a Arnulfo Valle, uno de los líderes del poderoso cártel de los Valle-Valle.
El expresidente puso en duda la veracidad de esa foto. «No lo sé, mi cara se ve más clara que la de ellos «, aseguró.
Tras mostrar otra imagen, en la que se ve a Hernández abrazando a los hijos de Geovanny Fuentes, condenado a cadena perpetua por enviar “toneladas” de cocaína a Estados Unidos, el fiscal preguntó: «¿Ocurrió la reunión representada en esta foto?».
«No estoy seguro, señor», respondió entre risas, y admitió que “podría ser” él ante la incredulidad de los asistentes de la sala.
Hernández dijo que «los narcotraficantes no tienen partido político”, tras lo que la Fiscalía le preguntó si tenían candidatos. “Apoyan a todos, o al menos tratan», afirmó.
«¿Excepto a usted?», preguntó sarcásticamente el fiscal, que quiso saber si estaba diciendo en serio que él era el “único político honesto en Honduras”.
El interrogatorio de la Fiscalía continuará este miércoles.
Cuando finalice, se programará la presentación de los argumentos finales.
Una vez finalizados, el jurado compuesto por 12 miembros se retirará para deliberar y alcanzar un veredicto de manera unánime.