Hay días en que los sentimientos de tristeza, impotencia, enojo y hasta depresión se confabulan entre sí y nos golpean, es así como me siento al escribir esta pieza, luego de saber que los seres humanos hemos fallado nuevamente.
El lunes se público un reporte a cargo de decenas de expertos de todo el mundo, donde encontraron que ya no hay marcha atrás, que el ser humano ha forjado un futuro oscuro y nefasto para miles de especies y cientos de ecosistemas en el planeta.
Al escribir la portada, leer partes del reporte del IPCC y hablar con algunos científicos expertos en la materia, me dio hasta escalofrío hasta donde el ser humano tiene ese espíritu destructivo y siniestro.
Los expertos, pero sobre todo la Tierra habló, y no escuchamos, la Tierra se quejó y la ignoramos, y ahora como seres egoístas que somos y jugar a ser dioses, estamos dejando un planeta dañado y el futuro de las nuevas generaciones en vilo, porque como dicen los expertos “el daño ya está hecho y no hay vuelta atrás”.
Muchos en nuestras sociedades son tan irresponsables con los recursos naturales, como desperdiciar el agua al lavarse las manos, al bañarse, al lavar los platos, lavar el auto o hacer la lavandería.
No se diga a la hora de reciclar, muchos no lo hacen, cuando esta es una práctica muy benéfica para el medio ambiente, al contrario les resulta muy pesado clasificar la basura en reciclable y desechable. La verdad ridículo…
Me preguntó, que les dirían los habitantes de poblaciones remotas en Latinoamérica que necesitan caminar más de 5 kilómetros para recoger agua potable.
Y es que el hombre y la mujer a parte de ser necios y tercos son tontos, no hay otra mejor palabra para describirle su conducta, ya que no ponen a analizar que sólo hay un planeta, no hay un plan B.
Si matamos la Tierra, nos morimos también nosotros, así de sencillo, no es ciencia espacial o robótica para darse cuenta que las llaves de un futuro esperanzador estaba en nuestras manos.
Para aquellos que piensan que la carrera espacial, sobre todo por la conquista de Marte y talvez algún día poblarlo, ni eso quizá podrá salvar al 99.9% de la población mundial, puesto que el reporte revela que el calentamiento global empeorará la salud del planeta de manera casi inmediata, algo que no ha pasado en millones de años.
Los expertos predicen que en los próximos diez años habrán catástrofes naturales de una magnitud nunca antes vista desde la época de los dinosaurios, los niveles de las alturas de los océanos seguirán aumentando, zonas costeras desaparecerán de acá a 2035, habrán incendios más largos, intensos y por lo tanto mucho más devastadores y mortíferos en zonas nunca antes afectadas.
En algunas zonas del mundo el poder de los rayos solares, debido a los hoyos en la capa de Ozono por no haber tomado en serio las pautas de la contaminación por combustibles fósiles, serán tan fuertes que podrían llegar a matar a animales y hasta humanos para el año 2050.
No sé si saben, pero muchas plantas y árboles tienen un sistema de autodefensa cuando son atacados por plagas y virus, y este es que empiezan a botar sus hojas, luego empiezan a cortar el flujo del agua que va de las raíces hacía el tronco, ramas y hojas, ya que estos son los alimentos de los bichos y virus.
Pues resulta totalmente lógico y evidente que la Tierra, que es la madre de todos los arboles, tenga un sistema de autodefensa parecido y es por ello que hayan incendios, inundaciones, sequías, terremotos y más.
Irónicamente en tiempos donde la humanidad se ha visto golpeada por el peor virus visto en la historia moderna, donde miles han perdido y siguen perdiendo la vida, nosotros a la vez nos hemos convertido en el virus de la Tierra.
Por lo tanto, las erupciones de volcanes, las inundaciones, el calentamiento y la sequía que azotará a todo el mundo muy pronto, no son más que los esfuerzos del planeta de terminar con una plaga… y esa plaga somos nosotros, los seres humanos.
Perdón planeta Tierra, a gritos nos pediste que te salváramos y te hemos fallado…
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