Aumento de la mortalidad infantil tras las restricciones al aborto en EE.UU., revela un estudio

Por Redacción
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La mayoría de estas muertes corresponden a infantes con anomalías congénitas, según los investigadores.

El estudio, publicado en JAMA Pediatrics, sugiere que las prohibiciones y restricciones al aborto, implementadas por varios estados desde la anulación de Roe v. Wade, han tenido un impacto a nivel nacional. “Esto es prueba de un efecto dominó nacional, independientemente de las leyes estatales”, señaló la Dra. Parvati Singh, profesora adjunta de Epidemiología de la Universidad Estatal de Ohio y autora principal del estudio.

Los hallazgos se basan en un análisis de las tasas de mortalidad infantil en los 18 meses posteriores a la decisión Dobbs, comparadas con las tendencias históricas. Los resultados muestran que la mortalidad infantil en Estados Unidos aumentó en varios meses después del fallo y que nunca descendió a niveles por debajo de lo esperado.

En particular, octubre de 2022, marzo de 2023 y abril de 2023 presentaron tasas de mortalidad infantil alrededor de un 7% más altas que lo habitual. En promedio, 247 bebés más murieron en cada uno de esos meses en comparación con los niveles esperados.

El estudio también revela que alrededor del 80% de estas muertes adicionales podrían atribuirse a anomalías congénitas. Estas anomalías, que pueden variar de leves a graves, incluyen defectos en el corazón y la columna vertebral, y en algunos casos, pueden llevar a que el bebé sobreviva solo unos meses.

La Dra. Singh señaló que la mortalidad es solo la punta del iceberg. “Es el resultado final de cualquier enfermedad, y podría ser un indicador de problemas de salud más amplios que enfrentan tanto las madres como los bebés”, advirtió.

Estudios previos ya habían identificado un aumento en la mortalidad infantil en Texas tras la prohibición del aborto a las seis semanas, que entró en vigor en 2021. Ahora, los expertos indican que las prohibiciones en otros estados han tenido un efecto similar, con un impacto notable en las tendencias de salud infantil.

La Dra. Ushma Upadhyay, profesora de la Universidad de California en San Francisco, quien no participó en el nuevo estudio pero investiga tendencias relacionadas con el aborto en Estados Unidos, destacó que muchos embarazos que ahora llegan a término, y que podrían haber resultado en abortos en circunstancias anteriores, incluyen fetos con anomalías congénitas letales. “Sabemos que muchos de estos embarazos habrían terminado en aborto si las personas hubieran tenido acceso a esos servicios”, comentó.

Los expertos también han advertido que las restricciones al aborto no solo afectan la capacidad de las mujeres para interrumpir un embarazo, sino que también influyen en el acceso a una atención prenatal adecuada. Esto pone en riesgo tanto a los bebés como a las madres.

“El bienestar de la persona embarazada está inextricablemente ligado al bienestar del embarazo”, explicó Upadhyay.

Las restricciones al aborto pueden hacer que algunas mujeres duden en buscar atención prenatal, lo que agrava las barreras de acceso a la salud, especialmente para aquellas que enfrentan problemas estructurales como la pobreza, bajos niveles de educación y otras dificultades socioeconómicas.

La investigación también destaca un aumento en los nacimientos en los estados donde se han prohibido los abortos, lo que, según los expertos, está directamente relacionado con un incremento en los embarazos no deseados y aquellos con complicaciones graves. Las mujeres que enfrentan barreras para acceder a servicios de aborto se ven desproporcionadamente afectadas, y esto también aumenta sus riesgos de tener malos resultados en el parto.

“La gente no está recibiendo la atención que necesita, y eso se refleja en los efectos indirectos sobre la mortalidad infantil”, comentó la Dra. Alison Gemmill, demógrafa y epidemióloga perinatal de la Universidad Johns Hopkins. Gemmill dirigió una investigación anterior que vinculaba el aumento de la mortalidad infantil con las restricciones al aborto en Texas.

Si bien los datos reflejan una tendencia preocupante, las investigadoras señalan que aún es difícil determinar con precisión qué factores específicos llevaron al aumento en las muertes infantiles en los meses analizados. Sin embargo, el calendario del incremento coincide con el momento en que suelen identificarse las anomalías congénitas en el feto y los nacimientos a término completos tras la prohibición del aborto.

Este estudio aporta una evidencia más de que las restricciones al aborto tienen un impacto profundo no solo en la salud reproductiva, sino en la mortalidad infantil y la calidad de atención médica disponible para mujeres y recién nacidos.