Bolsonaro será juzgado en Brasil por intento de golpe de Estado contra Lula

Por Redacción
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La Sala Primera del Supremo Tribunal Federal (STF) aprobó este miércoles el procesamiento de Bolsonaro bajo la acusación de encabezar una “organización criminal” que buscaba socavar el orden democrático. Junto a él, serán juzgados siete exfuncionarios de su gobierno, incluidos tres generales del Ejército: Augusto Heleno, exministro de Seguridad Institucional; Paulo Sérgio Nogueira, exministro de Defensa; y Braga Netto, exministro de la Casa Civil.

Tras la decisión judicial, Bolsonaro negó nuevamente haber cometido los delitos imputados.

El fallo del STF se produjo después de que la Procuraduría General de la República (PGR) presentara en febrero cargos contra Bolsonaro y sus aliados. Se les acusa de golpe de Estado, abolición violenta del Estado democrático de derecho, organización criminal armada, daños calificados con violencia y amenazas contra el patrimonio de la Unión.

Según la denuncia, los presuntos golpistas habrían considerado asesinar al presidente Lula, a su vicepresidente y al magistrado del STF Alexandre de Moraes, quien instruye el caso.

Las penas combinadas de los delitos imputados podrían superar los 40 años de prisión si Bolsonaro es declarado culpable. En Brasil, cualquier condena mayor a ocho años debe cumplirse en régimen cerrado.

La defensa del exmandatario rechaza los cargos y sostiene que el proceso es una maniobra para excluirlo de las elecciones de 2026.

El caso está directamente relacionado con los hechos del 8 de enero de 2023, cuando miles de manifestantes irrumpieron en el Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y la sede del STF, en protesta contra la victoria electoral de Lula.

El magistrado Alexandre de Moraes mostró un video con imágenes de los disturbios durante la audiencia, argumentando que evidenciaban un intento de subvertir el orden constitucional. “No fue una manifestación pacífica”, afirmó.

Bolsonaro, quien se encontraba en Estados Unidos en ese momento, se ha distanciado de los hechos. “Si hubiera estado en Brasil el 8 de enero, hoy estaría preso o muerto”, dijo el expresidente a la prensa tras la audiencia.

Tras la sesión del STF, Bolsonaro difundió un mensaje entre sus aliados en el que reiteró su inocencia y calificó el proceso en su contra como una persecución.

“Se me acusa de un crimen que no cometí, basado en un proceso sin pruebas”, escribió. En el mensaje también aseguró que su vida personal, financiera y política ha sido “invadida”, algo que, según él, no tiene precedentes en la historia de Brasil.

El expresidente alegó además que su familia ha sido blanco de acoso mediático, lo que llevó a su hijo Eduardo Bolsonaro a trasladarse a Estados Unidos.

De acuerdo con la PGR, el plan para mantener a Bolsonaro en el poder se inició en 2021 con ataques infundados contra la fiabilidad del sistema de votación electrónica y evolucionó hasta incluir presiones a las Fuerzas Armadas para ejecutar un golpe.

En los próximos meses, el proceso judicial contará con el testimonio de militares de alto rango y otras figuras clave.

Aunque Bolsonaro ya fue inhabilitado políticamente hasta 2030 por el Tribunal Superior Electoral, el juicio ante el STF podría representar un nuevo capítulo en su futuro político y judicial.