Por Agencias
[email protected]
Familiares buscaron desesperadamente el sábado a las víctimas de una explosión en uno de los hoteles más lujosos de La Habana, que mató al menos a 26 personas, según reportes oficiales.
Después de visitar sin éxito la morgue y los hospitales, regresaron al Hotel Saratoga, parcialmente derrumbado, donde los rescatistas usaban perros para encontrar a sobrevivientes.
Una fuga de gas natural fue la causa aparente del estallido en la estructura del siglo XIX en el barrio de La Habana Vieja, que no tenía invitados ni turistas en ese momento, ya que estaba en proceso de renovación antes de una reapertura prevista para el martes después de haber estado cerrado por la pandemia.
La cifra de muertos se elevó a 26, actualizada el sitio oficial de noticias Cubadebate.
Entre los fallecidos había cuatro niños y una mujer embarazada.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo a través de Twitter que una turista española estaba entre las víctimas fatales y que otro español resultó gravemente herido.
Las autoridades cubanas no han brindado detalles sobre la muerte de la turista extranjera.
Aunque las mediaciones del Hotel Saratoga permanecieron acordonadas, se pudo observar desde la noche del viernes el trabajo de la maquinaria pesada y camiones cargando cascajo y otros escombros, mientras palas mecánicas levantaban pedazos de pared y mampostería para despejar el lugar y permitir la labor de los rescatistas.
A primera hora de la madrugada del sábado, Cubadebate indicó que una persona fue sacada de entre los escombros.
No informó sobre su estado de salud, pero se conjeturaba que estaba con vida, pues en un video colocado por la página se ve a los paramédicos subir a toda prisa a la persona en una ambulancia.
Los rescatistas que usaban perros de búsqueda treparon sobre enormes trozos de concreto en busca de otros posibles sobrevivientes.
Los familiares de las personas desaparecidas permanecieron en el lugar, mientras que otros se curaron en los hospitales donde se atendió a los heridos.
Yatmara Cobas se encontraba impaciente fuera del perímetro esperando noticias de su hija, Shaidis Cobas, una camarera de 27 años.
“Mi hija está en el Saratoga, está desde las 8 de la mañana (del viernes) ya estas alturas no sé nada de ella, no está en la morgue, no está en el hospital”, dijo Cobas a los gritos.
La familia Cobas visitó todos los lugares donde llevaron heridos sin obtener información, aseguró la mujer. “Estoy cansada de las mentiras”, agregó.
El teniente coronel Enrique Peña informó al comandante Ramiro Valdés, un líder histórico de la revolución que luchó junto a Fidel Castro, sobre los esfuerzos de búsqueda en el sitio el sábado por la mañana.
Peña dijo que había detectado la presencia de personas en el primer piso y en el sótano. Había cuatro equipos de perros de búsqueda y guías de trabajo. Los rescatistas intentaron llegar a las víctimas, pero no sabían si estaban vivos o muertos.
Los vecinos del lugar de la explosión todavía estaban en estado de shock un día después.
“Pensé que era una bomba. Mi cuarto se movió de aquí para allá. A mi vecina le tumbó el cristal, los platos, todo”, contó a la AP Guillermo Madam, un jubilado de 73 años que estaba cocinando y viendo la televisión cuando se produjo la explosión.
No sufrió lesiones.
Además del impacto de la pandemia en el sector turístico de Cuba, la isla ya estaba luchando con las sanciones impuestas por el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que se han mantenido en el gobierno de Joe Biden.
Las sanciones limitaron las visitas de turistas estadounidenses y restringieron las remesas que enviaban a los cubanos en Estados Unidos a sus familias en Cuba.
El turismo había comenzado a resurgir un poco a principios de este año, pero la guerra en Ucrania frenó un gran número de visitantes rusos, que representaron casi un tercio de los turistas que llegaron a Cuba el año pasado.
La explosión se produjo poco antes las 11 de la mañana del viernes y el ruido estremecedor se escuchó por todos los alrededores.
El doctor Julio Guerra, del Ministerio de Salud, dijo en conferencia de prensa la víspera que había al menos 74 lesionados.
“No quiero moverme de aquí”, dijo Cristina Avellar, quien aguardaba desde el viernes en el lugar de la explosión alguna información de Odalys Barrera, una cajera de 57 años del Saratoga y madre de dos hijas, la mayor de las cuales acaba de dar una luz.
Avellar, madrina de las hijas de Barrera, permaneció frente al hotel desde que se enteró del accidente.
La familia completa se puso de acuerdo para buscar por los distintos hospitales o hacer guardia frente a la mole destruida.
Unos metros más allá estaban parientes de Juan Carlos Haza, quienes conjeturaban sobre la posibilidad de que pudieran hallarse personas en los sótanos —aunque se desconoce si vivas o muertas— en las próximas horas.
Entre lágrimas habló Beatriz Céspedes Cobas, de 26 años, hermana de Shaidis Cobas, de 27. “Le tocaba trabajar hoy. Ella es camarera. Yo trabajo a dos cuadras. Sentí el estruendo y al comienzo ni asocié”, dijo.
Una escuela primaria de 300 alumnos contigua al Saratoga debió ser evacuada y cinco menores sufrieron lesiones leves, publicado el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata.
Agregó que además del Saratoga, hubo otras dos edificaciones de viviendas colindantes dañadas gravemente.
En uno de ellos colapsaron completamente 15 departamentos y en el otro diez tuvieron daños de magnitud.
Sus residentes fueron llevados a albergues.
El hotel está ubicado frente al Capitolio, donde actualmente tiene su sede Asamblea del Poder Popular, el Parlamento cubano, y que sufrió roturas de vidrios y daños en la mampostería producto de la explosión.
La televisión estatal cubana mostró el viernes la operación de retiro de un camión de gas cubierto de escombros, mientras los bomberos lo rociaban constantemente con agua.
Extraoficialmente, se habló de que ese camión pudo haber sido un factor en la explosión.
La directora de la empresa de gas, Lázara Soria, señaló que el camión abastecía al hotel —sin detallar para qué tipo de servicio— y dijo que tenía unos 12.000 litros del fluido.
El hotel se encuentra en una zona de construcciones antiguas y deterioradas, por lo que cientos de vecinos salieron a las calles ante el temor a nuevas explosiones.
Situado en el centro histórico de La Habana y con su diseño neoclásico francés, el Saratoga era un hotel cinco estrellas con 96 habitaciones, dos bares, dos restaurantes, un spa y una piscina en la azotea con una vista panorámica de la ciudad.
Figuras internacionales se habían alojado allí, como la cantante estadounidense Beyoncé y su esposo, Jay Z.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador tenía previsto llegar a La Habana para una visita el sábado por la noche y el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo que la visita aún se llevaría a cabo.