Por Agencias
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California es uno de tres estados de Estados Unidos que han autorizado la aplicación de vacunas de refuerzo contra el coronavirus a todos los adultos, a pesar de que funcionarios federales de salud recomendaron destinar las dosis sólo a las personas que se considera corren mayor riesgo.
El estado más poblado del país, además de Colorado y Nuevo México, ha instituido sus políticas para evitar un temido aumento de infecciones durante las festividades de fin de año, en las que más personas suelen reunirse en espacios cerrados.
Colorado y Nuevo México figuran entre las entidades con las tasas más altas de nuevos contagios en Estados Unidos. California —que tenía la más baja cuando comenzó el otoño— registra ahora una “alta” transmisión, según los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en el país (CDC por sus siglas en inglés).
La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, firmó el viernes una orden ejecutiva que amplió el acceso de la gente a las vacunas de refuerzo contra el COVID-19.
El secretario interino del departamento de salud del estado, el doctor David Scrase, dijo que, debido al aumento en los contagios, algunos hospitales están abrumados de trabajo.
“El COVID-19 es increíblemente oportunista y es nuestro trabajo garantizar que el virus tenga cada vez menos oportunidades de propagarse”, declaró Scrase. “Si ya les toca ponerse el refuerzo, por favor háganlo de inmediato”.
El gobierno del presidente Joe Biden había procurado obtener la autorización para que todos los adultos recibieran vacunas de refuerzo, pero asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) señalaron en septiembre que no estaba claro si la gente joven y saludable necesita otra dosis.
En lugar de ello, recomendaron los refuerzos únicamente para los mayores de 65 años y las personas jóvenes con algún problema de salud crónico o cuyos empleos los expongan a un alto riesgo de contraer el virus.
En California, el director de Salud Pública, Tomás Aragón, envió una carta a las autoridades médicas locales y los proveedores de servicios médicos para indicarles que deben “permitir a los pacientes que determinen ellos mismos su riesgo de exposición”.
«No rechacen a los pacientes que soliciten un refuerzo» si tienen 18 años o más y ya pasaron seis meses desde que les pusieron sus segundas dosis de Moderna o Pfizer, o dos meses desde que les aplicaron la de Johnson & Johnson, que es de una sola dosis, escrita.