Por Redacción
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El capitán de un barco pesquero comercial en Ventura fue multado por verter desechos tóxicos en aguas estatales de California. Autoridades estatales informaron que la sustancia contaminante conocida como “stick water” representa un riesgo grave para la vida marina y debe ser desechada adecuadamente.
La Fiscalía del Condado de Ventura anunció que William Porter McHenry, propietario y operador de McHenry Fisheries, Inc., deberá pagar multas por verter ilegalmente residuos tóxicos al océano desde su embarcación comercial Sea Pearl, de 67 pies de eslora.
El incidente ocurrió el 6 de diciembre de 2024, cuando McHenry permitió la descarga de “stick water” en el mar. Esta sustancia, producto del proceso de pesca de calamar, contiene altos niveles de amoníaco y puede afectar gravemente el ecosistema marino. Las autoridades observaron que el Sea Pearl se dirigía mar adentro liberando el residuo, pero luego regresó a la costa sin cruzar el límite de aguas estatales, violando así las regulaciones ambientales.

“Este caso subraya la importancia de proteger nuestras aguas costeras”, declaró la fiscal adjunta Karen Wold. “El vertido ilegal de desechos peligrosos pone en riesgo nuestro ecosistema marino y el sustento de quienes dependen de él”.
El “stick water” se genera cuando los calamares capturados con redes de cerco son almacenados vivos en agua salada dentro de la bodega del barco. A medida que mueren, los calamares liberan tinta rica en amoníaco, volviendo el agua tóxica. Tras descargar los calamares en tierra, el residuo se devuelve al barco y debe ser desechado a al menos tres millas náuticas de la costa, según lo exige la normativa.
La investigación del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California (CDFW, por sus siglas en inglés) reveló que el Sea Pearl descargó 206,298 libras de calamar en el puerto de Ventura. Posteriormente, recibió el “stick water” de regreso desde tanques operados por Silver Bay Seafoods. Los oficiales del CDFW observaron que la embarcación cruzó el rompeolas del puerto y aparentemente vertió el residuo antes de regresar, sin haber alcanzado el límite de aguas estatales.

Un guarda de fauna del CDFW abordó el Sea Pearl para inspeccionar sus bodegas y licencias comerciales. Tres de las cuatro bodegas estaban vacías, y la última contenía solo una pequeña cantidad de “stick water”. McHenry proporcionó los registros de navegación más recientes, los cuales confirmaron que el barco no salió del límite permitido.
Como parte del acuerdo judicial, McHenry deberá pagar $8,444.69 destinados a la restauración ambiental. Estos fondos serán distribuidos entre el Fondo de Pesca y Vida Silvestre del Condado de Ventura y el propio CDFW. Además, deberá pagar $6,555.31 en multas y costos de investigación a la Fiscalía del Condado, así como $1,889.39 por prácticas comerciales desleales.
