Por Carlos Hernández
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El plan de reforma migratoria demócrata se presentó en el Congreso y así el presidente Joe Biden cumplió su promesa electoral de abrir el camino a la ciudadanía a más de 11 millones de indocumentados y reformar un sistema que por décadas ha levantado críticas pero que no se ha logrado enmendar.
El Senador Bob Menéndez, el latino de más alto rango en la Cámara alta, y la Congresista Linda Sánchez fueron los encargados de presentar el proyecto de la Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021, que enfrenta una cuesta arriba al tener que asegurar al menos 10 votos republicanos a favor en el Senado más los 50 demócratas.
“Me enorgullece profundamente presentar la Ley de Ciudadanía Estadounidense en la Cámara de Representantes hoy, una visión que brinda protecciones permanentes muy esperadas y restaura la humanidad y los valores estadounidenses en nuestro sistema de inmigración”, escribió Sánchez al dar el esperado anuncio.
La propuesta pretende legalizar a millones de indocumentados que puedan demostrar su presencia en EE.UU. antes del 1 de enero de 2021 y no tengan antecedentes criminales.
Tras la presentación, Sánchez, Congresista del Distrito 38 por California, escribió: “Soy hija de padres inmigrantes de México, esto es personal. He dedicado mi carrera a construir un sistema que permita a las personas vivir sin miedo y que les brinde a los inmigrantes, como mis padres, que buscan una vida mejor y contribuyen a nuestra nación una oportunidad justa para prosperar”, agregó.
Mientras que el Senador Menéndez señaló que plan busca “restaurar la humanidad y los valores estadounidenses en nuestro sistema de inmigración después de cuatro años del odioso espectáculo de terror de Trump”.
“He trabajado en la reforma migratoria durante casi 30 años. La razón por la que no lo hemos logrado todavía no es porque los estadounidenses no lo apoyen. Ellos lo hacen. El problema es que hemos capitulado demasiado rápido ante las voces marginales que gritan “amnistía” ante cualquier cosa que acepte la humanidad de los inmigrantes”, agregó.
De acuerdo a María Navarro, representante de CAUSA para políticas públicas en el Condado de Ventura, la rapidez con que el Presidente Biden presentó su plan de Reforma Migratoria es sin duda un buen signo de liderazgo y esperanza para millones de indocumentados.
“Es muy alentador, sobre todo porque puso a los trabajadores agrícolas como unos de los primeros grupos beneficiados. Esto será toda un gran beneficio para ellos, pues son los que han sido más explotados por no tener un estatus migratorio y esto les dará herramientas para ejercer sus derechos como personas dignas que son”, indica Navarro.
Al mismo tiempo la líder comunitaria, indicó que CAUSA, entidad sin fines de lucro que lucha por los derechos civiles y laborales en la Costa Central, apoyará todo movimiento que ayude a promover la aprobación de la Reforma migratoria en la Costa Central.
“Cualquier evento o movimiento que CHIRLA haga a nivel nacional nosotros los apoyaremos a nivel local”, explica.
Por su parte Luis Montes, analista político radicado en Nueva York afirma que la Administración Biden a diferencia con la de Trump, está mostrando con hechos y no sólo palabras querer arreglar la situación de millones de inmigrantes indocumentados.
“En menos de un mes ha hecho más de todo lo que hizo Trump por arreglar la situación migratoria. Es algo muy loable que lo haya hecho tan rápido y sobre todo proponer un alto al uso del termino ‘ilegal alien’ por las agencias de gobierno”, explica.
LOS BENEFICIADOS
Son 10 puntos clave sobre cuáles, y cómo, los inmigrantes se verían favorecidos si el plan es aprobado en el Congreso:
- Los inmigrantes protegidos con los programas Acción Diferida (DACA) y Estatus de Protección Temporal (TPS) obtendrían la residencia permanente de forma inmediata y la ciudadanía en tres años.
Los trabajadores agrícolas que hayan laborado en el campo durante al menos cinco años también pueden solicitar directamente la residencia permanente y tres años más tarde podrían acceder a la ciudadanía estadounidense.
El resto de los indocumentados que cumplan los requisitos obtendrían un permiso temporal de cinco años, plazo tras el cual podrían solicitar la residencia permanente y tres años más tarde la naturalización.
- El plan permite el acceso a la residencia permanente a algunos inmigrantes presentes con visas válidas como la H-2A, otorgada a campesinos, o cualquiera que “se haya involucrado en servicios o mano de obra de infraestructura crítica esencial”, específica el texto.
- Se acelerarían el proceso de petición de familiares de residentes permanentes, lo que favorecería a un gran número de las llamadas parejas mixtas, compuestas por un portador de la “tarjeta verde” (“green card”) y un indocumentado.
- Elimina el castigo de 3 y 10 años que prohíbe a los inmigrantes volver a EE.UU. por haber vivido de forma irregular en el país.
- Ninguna persona que reúna los requisitos para acogerse al plan puede ser deportada mientras está en el proceso.
- El proyecto de ley permitiría que cualquier persona que haga una solicitud para legalizarse obtenga un permiso de trabajo mientras el gobierno procesa la solicitud, lo que, dada la cantidad de peticionarios, podría demorar mucho tiempo.
- Elimina el plazo de un año para presentar solicitudes de asilo, reduce los retrasos en las solicitudes de este beneficio, aumenta la protección para los peticionarios de visas U, T y VAWA, que protegen a víctimas de violencia doméstica y testigos de crímenes, entre otros.
- El plan expande el número de visas otorgadas a los familiares de ciudadanos estadounidenses, eliminado esperas de años para ingresar legalmente al país.
- Restaura una exención general para algunos argumentos que hacen inadmisible a un inmigrante para obtener una residencia permanente, y lo coloca en proceso de deportación.
- El proyecto de ley también crea un programa piloto para estimular el desarrollo económico regional e incentiva salarios más altos para visas de no inmigrantes altamente calificados para evitar la competencia desleal con los trabajadores estadounidenses, una de las críticas más constantes de los legisladores republicanos.
QUIENES NO ENTRAN
El documento completo, permitió observar los diferentes inmigrantes que la Ley de Ciudadanía Estadounidense del 2021 no contempla.
El primero de los puntos, señala que cualquier inmigrante que haya salido de los Estados Unidos estando sujeto a una orden de exclusión, deportación, revocación o salida voluntaria no podrá acceder al beneficio.
Tampoco, aquellos indocumentados que estaban fuera de los Estados Unidos desde el de 1 de enero de 2021, un señalamiento que la Casa Blanca ya había adelantado previamente.
Además, la reforma migratoria excluye a cualquier inmigrante que volvió a entrar en los Estados Unidos ilegalmente después del 1 de enero de 2021.
Otro de los factores más importantes, es la revisión de antecedentes que se realizará para acceder a la ciudadanía, de no cumplir con estos requisitos, los inmigrantes con antecedentes criminales no podrían tener los beneficios de la nueva reforma.
Un nuevo estatus temporal, ‘Green Card inmediata’ para millones de beneficiarios de DACA y trabajadores agrícolas, más visas, y fondos para procesar solicitudes de asilo, así como inversión en Centroamérica para prevenir la inmigración son algunos de los puntos claves de la reforma.
El proyecto prevé un proceso de ocho años para que los indocumentados puedan alcanzar la ciudadanía.
Previamente, quedarán amparados por un estatus temporal (TPS) y, después de cinco años, podrán optar por una tarjeta de residencia permanente (“Green card”).
Como ya se reveló, la propuesta de Biden, pese a que no esta aprobada, algunos pasos ya se podrían ir preparando antes de la aprobación por el Congreso.
Precisamente, Navarro menciona que algo muy beneficioso para la comunidad inmigrante, sobre todo para la comunidad de campesinos de la Costa Central, y es que Biden ha puesto como prioridad a los trabajadores agrícolas.
“Son quienes ahora en la pandemia han mantenido viva la economía nacional y local, y los que han sido más explotados históricamente en sus empleos por no tener un estatus migratorio, pero con la reforma les permitirá ejercer sus derechos como personas dignas que son”, indicó la líder de CAUSA.
DURA BATALLA
La batalla política se presume será larga, dura y sobre todo muy delicada para la aprobación de la tan ansiada reforma como lo menciona el Congresista por el Distrito 28 de Texas, Henry Cuellar.
“Aunque apoyo una reforma migratoria completa e integral, estoy listo para avanzar poco a poco, porque no quiero terminar con buenas intenciones en mis manos y no tener nada. Prefiero progresar”, explicó Cuellar.
El enfoque pragmático es un reconocimiento claro de los fracasos pasados para lograr una reforma migratoria a gran escala y cómo el éxito podría ser aún más difícil en un Congreso altamente polarizado y estrechamente dividido.
Ya en el 2005 George W. Bush trató de impulsarla reforma, sin embargo todo quedó en un intento fallido, ya que ante la peor crisis económica que se vivió a partir de ahí hasta el 2008 se volvió una herramienta electoral para muchos.
Lo mismo pasó en el 2008 con Obama, quien luego de darle gusto a los republicanos de hacer cumplir estrictamente las leyes migratorias y deportar a muchos en los primeros 6 meses de su mandato, tanto el Senado como el Congreso no cumplieron su palabra y usaron la Reforma como arma para negociar el Obama Care.
Montes, salvadoreño de origen y quien tiene un Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard, explica que la aprobación será lo más difícil ya que para concretarse algo debe de hacerse antes de octubre.
“Si de acá a ese mes no se hace nada será muy difícil lograr una reforma, porque muchos Senadores y Congresistas estarán iniciando su campaña para las elecciones del 2022, y seguramente el tema lo usarán como arma política con sus votantes”, explica Montes en exclusiva con El Latino.
Para el analista, la línea de tiempo de la aprobación de la reforma llegará muy pronto en el Congreso.
“Para mí los Congresistas lo aprobarán rápido, antes que finalice la primavera, y luego el Senado, donde se discutirá en el verano para que de aprobarse algo se de a principios de otoño”, recalcó Montes quien tiene una consultoría de campañas políticas en NY.
De ser así, la aprobación podría darse para mediados de septiembre, lo cual coincide con el inicio del Mes de la Herencia Hispana a nivel nacional.
“Si la aprueban para esa fecha, el simbolismo que tendría con lo del 15 de septiembre y lo que significa para la comunidad latina de acá sería algo genial y muy bien pensado que traería beneficios a quienes votaron a favor”, manifestó.
Montes, sin embargo, recalcó que habrían algunos factores que facilitaría la negociación, y es que la legislación de los demócratas refleja las amplias prioridades para los cambios de inmigración de Biden, incluido un aumento en las visas, más dinero para procesar las solicitudes de asilo, nueva tecnología en la frontera sur y financiamiento para el desarrollo económico en los países latinoamericanos.
Navarro también señaló que la aprobación de la Reforma, que Biden aboga para que sea bipartidista, dependerá del valor de los republicanos.
“Después de toda la polarización que hizo Trump sobre el tema migratorio, la verdad no es posible predecir si habrán muchos a favor o en contra (de la reforma), tendrá mucha sorpresa”, indicó Navarro.
Precisamente para Montes, la Reforma Integral no sólo beneficia al partido demócrata, ya que muchos republicanos donde la composición demográfica de sus estados cada vez se hace más latina, también lo pueden hacer.
“En estados como Georgia, Florida y Texas los representantes conservadores sí son listos y apoyan la reforma les puede ayudar mucho en el futuro”, indicó Montes.