Por Aliz Ruvalcaba
[email protected]
Marzo del 2020 será un mes que quedará grabado por siempre en nuestra memoria, porque la pandemia generada por el Coronavirus llamado CONAVI-19 ha sacudido al mundo de una manera inesperada.
El mundo entero tiene en la mira a un enemigo en común y millones de habitantes en los 5 continentes, vivimos resguardados intentando con ello, alcanzar nuestro pase de salida de ésta pesadilla que apenas empezamos a vivir.
En la Costa Central el tema del CONAVI-19 se sentía relativamente lejano hasta hace dos semanas atrás cuando California empezó a tomar control de esta situación emergente, sin esperar más la actuación del Gobierno Federal.
Para muchos, eran medidas innecesarias, para otros tantos, se tomó acción un poco tarde.
Cuando el jueves 12 de Marzo se anunciaron los cierres de las escuelas en los Distritos Escolares de la Costa Central, la comunidad entró en pánico a unísono.
Históricamente, los residentes de California están de una u otra manera preparados para eventos naturales tales como los incendios o terremotos, pero fue muy claro que la falta de información y lo desconocido del tema, fue lo que orilló a miles de personas a saturar los supermercados y tiendas de abarrotes locales para surtirse (sin control), de los artículos que para cada uno se consideraban de primera necesidad.
Rebeca nos cuenta que estaba en la tienda de artículos para la construcción Home Depot, comprando cosas que necesitaba para una reparación en mi cocina, vi como en el pasillo mucha gente estaba amontonada por sacar paquetes de papel sanitario.
“Se me hizo muy raro; cuando estaba en la caja por pagar volteaba a mi alrededor y la mayoría tenía papel sanitario en sus carritos, pensé que ellos sabían algo que yo no sabía y tuve que correr a ver si alcanzaba un paquete y compré dos sin necesitarlos, sólo para estar preparada”, explica esta madre.
Este comportamiento se ha dejado sentir a lo largo de toda nuestra Costa Central, ese es el caso de María Vega, Apolonia Vega y Pedro Vega quienes hicieron fila en Costco a las 5 de la mañana para ser los primeros en surtirse.
“En realidad yo no siento el miedo de la enfermedad, siento el miedo de quedarnos sin alimentos como el arroz, frijoles, pasta y agua que no hay en ningún lado. En realidad egoístamente estoy pensando en mí y tener lo suficiente porque nunca sabemos…”, explica Vega.
Para un gerente del Costco de Goleta, quien prefirió guardar el anonimato por razones laborales, indicó que su empres a incrementado las ventas diarias entre un 200% a 300%.
“Nuestro error fue que los primeros 2 días no teníamos límite de artículos por cliente y hubo quienes compraros miles de dólares en papel de baño y artículos de limpieza. Ahora ya está controlado y surtimos a diario, pero hemos registrado líneas de hasta 700 personas antes abrir las puertas de la tienda, por lo que los artículos más buscados desaparecen de los estantes a los 15 minutos”, cuenta el gerente.
Al mismo tiempo, el gerente hace referencia a la nueva ley que la compañía, con sede en Seattle, ha impuesto debido a los clientes que desean acaparar de todo en grandes cantidades, y con la intención de controlar la oferta y demanda, la cual prohibe la devolución de artículos como papel de baño, agua, desinfectates y arroz, “esto hará pensar 2 veces a las personas antes de hacer compras innecesarias”.
Por su parte José, quien se dedica al sector de la construcción, indica que su principal preocupación es que vaya a haber una recesión como en la de 2008.
“Nosotros ayer fuimos a 8 tiendas a buscar desinfectante para manos y papel de baño y no hemos encontrado, por eso es que estamos aquí desde las 5 de la mañana. Nosotros ya ayer gastamos casi $300 y hoy me imagino que gastaremos lo mismo”, nos cuenta José.
Mientras tanto, supermercados como Trader Joe’s tampoco se dan abasto con las demandas que tienen, nos explica un empleado que la sucursal de Milpas en Santa Bárbara, donde se ha roto récord de ventas desde que se anunciaron los posibles cierres escolares, vendiendo más al día que lo que se vende en temporadas como en Thanksgiving.
Sin embargo con el pasar de los días y con el furor del pánico disolviéndose, la demanda se ha estabilizado, y los comercios han tenido que ajustar nuevos horarios, debido a la orden estatal del toque de queda de la semana pasada e incluso ya se han estipulado horarios exclusivos para que las personas de la tercera edad o personas con otros padecimientos.
Tal es el caso de la tienda Big Lots de Port Hueneme, ubicada sobre Channel Island Boulevard, donde una de las gerentes, Jennifer Mancía, indica que pusieron este horario especial desde hace más de 10 días.
“Queremos hacer algo por nuestra comunidad, esto no sólo es un negocio, y nos dimos cuenta como personas venían a querer llevarse 30, 50 y hasta 80 paquetes de 12 rollos de papel de baño, y eso no es justo para las personas (ancianas) que sí lo necesitan y son más vulnerables al coronavirus”, explica Mancía.
De acuerdo a la Asambleísta Estatal del Distrito 19, Monique Limón, los ciudadanos de la Costa Central no tienen por qué preocuparse por un desabasto en alimentos o artículos de primera necesidad, ya que para ella lo que esto provoca son las compras de pánico.
“Eso es lo que hace que los supermercados no puedan mantener un ritmo regular, y cuando la gente va a surtirse y ve que no hay suficiente, quiere comprarlo todo. He recibido informes en los que nos garantizan que no hay desabasto de alimentos, simplemente necesitamos que cada uno ponga lo suyo y hagan compras responsables como lo harían normalmente, de ésta manera hay artículos para todos y se surten cada vez que haga falta”, explica la Asambleísta.
Las oficinas, Santa Bárbara (805-564-1649) y Ventura (805-641-3700), de Limón ha recibido hasta 175 mensajes al día, donde las principales preocupaciones que reciben son referentes a la salud, vivienda y empleo.
“Entiendo como todos queremos saber más sobre esto y hay mucha incertidumbre y miedo, nosotros tenemos una página de internet completamente en español donde tenemos una lista de recursos que abarca desde los temas de salud, como y donde acudir para aplicar por ayudas ya sea de préstamos o de becas para los pequeños negocios, guía para todos aquellas personas indocumentadas y como accesar a servicios básicos (www.a37.asmdc.org). Además, mi oficina siempre está abierta para contestar cualquier duda que puedan tener”.
Así es como para la Asambleísta, cuyo distrito incluyes los Condados de Ventura y Santa Bárbara, el reto más grande que tienen ahora, tanto los medios de comunicación como los líderes locales y estatales, es que la información cambia y se actualiza constantemente.
“Dentro de la curva de contención nosotros estamos apenas al inicio, se espera que en las próximas dos semanas los números de casos confirmados aumenten significativamente. Desgraciadamente el Condado de Ventura ya reportó la primera víctima del COVID-19. Creemos que el tope de casos no los veremos sino hasta en seis semanas, antes de que esto empiece a controlarse y mejorar”, asumió la funcionaria.
El sentimiento de Limón es compartido por la Alcaldesa de Santa Bárbara, Cathy Murillo, quien informa que su principal reto es que las personas desean saber más datos específicos sobre los casos positivos reportados, en qué áreas de la ciudad están, lo cual “no es posible para proteger a los pacientes contagiados”.
Murillo asegura que el Ayuntamiento está trabajando sin parar y que esta semana votaron para aprobar una iniciativa que prohibirá los desalojos en la Ciudad para todos aquellos que por motivos de la pandemia no puedan pagar su renta o hipotecas”.
La reunión de esta semana se llevó a cabo de manera virtual sin la participación del público en persona, para acatar con las reglas del distanciamiento social impuestas por el Gobernador de California”.
CUIDANDO POR TODOS
Por su parte, estudios reflejan que, con las nuevas imposiciones de trabajo desde el hogar para permanecer aislados, la comunidad afro-americana y latina son los que se verán más afectados.
De acuerdo a la Encuesta de Horarios y Flexibilidades Laborales conducido por el Departamento del trabajo en el 2018, sólo un 16% de los trabajadores latinos tienen empleos que le permiten esa flexibilidad, seguidos por los afroamericanos con un margen del 20%.
Esto se debe a los sectores de trabajo a las que sustentan, ya sea en el campo, hotelería y turismo, servicios, restaurantes, construcción, de salud, etc.
Con el fin de apoyar a los más necesitados de la comunidad, diferentes organizaciones han unido fuerzas para poder proveer servicios de cuidado de niños para todas las familias que no pueden dejar de trabajar (empleados de supermercados, enfermer@s, personal de limpieza, trabajador@s del campo, choferes, etc.), donde la Iglesia St. George tomó la batuta.
Este centro religioso ubicado en el 1032 E. Mason Street de SB, actualmente ofrece cuidado a 60 niños y cuentan con el espacio requerido para mantener el distanciamiento establecido por las leyes actuales.
Dentro de sus servicios y recursos hacen también distribución de despensas completamente gratuitas, en colaboración con el Food Bank local, brindan asesoría legal, de salud mental, y hasta una lista de servicios para personas indocumentadas.
RESTAURANTES SUFREN
En el otro lado de la moneda, mientras que los supermercados locales registran récords de ventas, los dueños de hoteles y restaurantes locales están sufriendo en gran medida los estragos de esta crisis, donde no les ha quedado más que despedir a decenas de empleados.
Rosa nos explica que trabaja para el hotel Bacara y Four seasons de Montecito, le acaban de informar que no podrá regresar a trabajar y debido a la falta de huéspedes, como minímo, no le podrán garantizar trabajo para las próximas 6 semanas.
El mismo problema tuvo Mario quien prefirió no dar su apellido y que trabajaba para el restaurante Fish Enterprise de SB, donde ya tiene una semana sin trabajar y dice no saber cuándo podrá regresar.
“Nos hemos visto sumamente afectados con cómo se ha desatado esta crisis, nos vimos forzados a despedir a más de 200 empleados y cerramos 5 de nuestras sucursales, se tuvo que manejar como despido, ya que no sabemos cómo ni cuándo esto mejorará, lo único que pudimos hacer es dar el inventario de alimentos a los empleados que dejamos ir”, explica Carlos Luna propietario de los Restaurantes Los Agaves.
Así es como en estos momentos el empresario y sus socios sólo tienen dos restaurantes en operación, las sucursales de De La Vina y Goleta, asegurando que hay una rotación de personal de 3 locales para que los empleados tengan oportunidad de trabajar.
Como manera de apoyar a sus trabajadores que quedaron sin empleo, se estarán donando todos los ingresos recibidos en las compras por internet de tarjetas y certificados de regalos.
En el lado Oeste de la Ciudad, Raúl Gil, propietario del Restaurante El Zarape ha podido encontrar maneras para evitar el despido y no afectar de manera directa a sus empleados.
“Como las ventas han disminuido en un 40% aproximadamente, nos hemos tenido que ajustar a nuevos horarios de trabajo ahora que nuestra clientela ya no puede estar aquí como antes, a nosotros nos ven no sólo como servicio de restaurante, sino como punto de reunión y ahora eso no es posible” explica Gil.
El empresario además aseguró que desea apoyar dentro de sus posibilidades a sus empleados y ha creado proyectos con los que pueden apoyar que son fuera de lo común como trabajos en bodegas.
“Reiteramos que a nuestros empleados no les faltará la comida mientras nosotros podamos seguir apoyándolos”, enfatizó Gil.
Para Carlos Ortíz, propietario de Limón y Sal en Ventura, Tacos Don Chente y los Restaurantes “El Pescador” de Santa Paula y Fillmore, asegura que fue una decisión muy difícil despedir a más de 250 empleados.
“Estudiamos todas las maneras de seguir operando, pero la mejor decisión fue cerrar para no darles 3 horas a cada uno y por eso descalificarlos de los beneficios del desempleo”, enfatizó.
Al mismo tiempo Ortíz, quien es miembro de una asociación de propietarios de restaurantes y negocios del Downtown de Ventura, indicó que se reúnen una vez por semana para estudiar las maneras de cómo poder hacerle frente a la crisis de manera conjunta.
“Estamos esperando a que el gobierno ayude al sector de los servicios y los empleados, ya que muchos otros restaurantes no se pueden permitir el lujo de estar cerrados más de uno o dos meses. Esto es algo nunca antes visto en la economía y seguramente habrán restaurantes que cuando todo esto pase ya no podrán abrir”, indicó Ortíz.
Mientras tanto, otros se han tenido que reinventar sus operaciones para no tener que cerrar, por lo que han optado por hacer entregas a domicilio, o donde los clientes pasan por la comida que le es entregada en el estacionamiento, y así disminuir las probabilidades de contagio.
Tal es el caso de Alberto González, propietario del Restaurante Los Altos localizado en el 318 N. Milpas, quien están ofreciendo los especiales de siempre para llevar en horarios de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
“Mi hija Gaby hace un excelente trabajo, ella es la administradora y lleva campañas en redes sociales como facebook donde alertamos de nuestras ofertas y donde pueden ordenar para sólo pasar a traer su orden”, explica el empresario.
González asegura que esta es una situación difícil, algo nunca visto, donde se han recortado horarios de servicio y decidió seguir abriendo para ayudar a sus empleados.
“Me tocó descansar a la mitad del personal, las ventas han bajado en un 70% y la verdad nos sólo nos quedamos para ayudar a nuestros empleados que por algún motivo no pueden acceder al (fondo del) desempleo, pero que con sacrificio y con la unión de todos se saldrá adelante”, compartió González.
Por su parte, Enoch Rojas, propietario del restaurante y panadería Los Tarascos de SB, teme que los estragos de esta crisis los verán hasta que llegue el mes de abril, pero que ya han observado un cambio en la dinámica de la clientela.
“La gente ya pide más por teléfono y cuando vienen simplemente, llegan, pagan su orden y salen. Las ventas sí han disminuido ésta última semana y también hemos notado el desabasto en productos esenciales para nosotros como la manteca y los huevos, pero esperamos que ya que todos se surtieron, podamos ver de nuevo los artículos que necesitamos y tener un poco de más normalidad”, asegura Rojas.
Dentro de la incertidumbre que se vive, el empresario hace un llamado a la comunidad y negocios locales, para que se apoyen los unos a los otros.
“Estoy buscando la manera en la que pueda agradecer a la comunidad por su apoyo de seguir consumiendo nuestros productos, estoy analizando como bajar los precios, aunque no tengamos ganancias, con tal de que mis empleados sigan trabajando y podamos apoyar a nuestra comunidad, si todos hacemos lo mismo, más gente puede comprar de nuestros negocios y como negocios apoyamos a los nuestros sin aprovecharnos de las necesidades”, sentenció.
Los casos reportados en los últimos días son alarmantes, Estados Unidos ya es el tercer país más afectado en cuanto a números de contagios reportados,después de China, Italia y España.
Hasta la fecha de publicación de esta nota, ya se habían registrado más de 11,500 casos de coronavirus en todo el país, siendo el epicentro de la pandemia Nueva York.
En la Costa Central, en el Condado de Santa Bárbara son un total de 17 casos, mientras que en el de Ventura la cifra llegó hasta los 38 y 1 persona de la tercera edad fallecida.