Por Redacción
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La muerte de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, a plena luz del día frente a un concurrido hotel en la ciudad de Nueva York, ha desconcertado a las autoridades.
A pesar de las miles de cámaras de vigilancia que operan en la ciudad, el atacante sigue eludiendo su captura, y las investigaciones ahora sugieren que podría haber abandonado la ciudad.
El desafío de las cámaras de vigilancia
Aunque la ciudad de Nueva York está repleta de cámaras de seguridad, analizar todas las grabaciones necesarias para rastrear al atacante es un proceso lento y arduo. Según informes, el sospechoso llegó a la ciudad el 24 de noviembre, diez días antes del asesinato, y durante su estancia, tomó precauciones para ocultar su identidad, como usar capuchas y máscaras en lugares públicos.
John Miller, exfuncionario policial, explicó que los investigadores están reconstruyendo cada movimiento del sospechoso a través de los videos. Este proceso podría tomar semanas, ya que incluye no solo el seguimiento de su ruta tras el crimen, sino también la revisión de sus actividades previas para encontrar posibles conexiones o cómplices.
Escapatoria en Central Park
Tras disparar a Thompson, el atacante fue visto dirigiéndose hacia Central Park en una bicicleta eléctrica. Con una extensión de 341 hectáreas, el parque representa un desafío logístico para las autoridades. Las cámaras de vigilancia captaron al sospechoso saliendo del parque minutos después, aparentemente sin la mochila gris que llevaba al momento del ataque.
Posteriormente, a las 7 a.m., un hombre con características similares al sospechoso fue visto en la calle 85 Oeste, según grabaciones de vigilancia privada. Este descubrimiento respalda la hipótesis de que el atacante planificó su huida con meticulosidad.
La complejidad del reconocimiento facial
Aunque las autoridades cuentan con una imagen clara del sospechoso sin máscara, captada mientras coqueteaba con una empleada, la tecnología de reconocimiento facial no garantiza su identificación. Donnie Scott, experto en la materia, subrayó que el reconocimiento facial no siempre tiene acceso a bases de datos completas, como las de los permisos de conducir del estado, debido a restricciones legales.
Además, este tipo de tecnología sirve principalmente para reducir las posibilidades a un grupo reducido de sospechosos que luego son evaluados manualmente por expertos. “La cara no es una huella dactilar ni ADN”, explicó Scott.
Redes sociales y opiniones polarizadas
El asesinato de Thompson ha generado reacciones polarizadas en redes sociales, donde algunos usuarios han expresado simpatía hacia el atacante, a quien ven como un “justiciero” que lucha contra las injusticias del sistema de salud. Esta percepción podría estar desalentando a posibles testigos a reportar avistamientos.
Además, el atacante dejó pistas escritas en las balas utilizadas en el crimen, incluyendo las palabras “delay” y “depose”, que algunos relacionan con críticas comunes hacia las aseguradoras médicas.
El reto del análisis forense
El equipo de investigación también se enfrenta a desafíos técnicos para extraer datos de un teléfono móvil y una botella de agua recuperados en la escena. Según Andrew McCabe, exdirector adjunto del FBI, el cifrado avanzado de los dispositivos modernos dificulta enormemente el acceso a la información.
Incluso si logran desbloquear el dispositivo, es posible que muchos datos estén cifrados o hayan sido eliminados automáticamente. Este tipo de obstáculos técnicos puede retrasar aún más la identificación del sospechoso.
Pruebas de ADN y genealogía genética
Las autoridades han obtenido muestras de ADN tanto del teléfono como de la botella, pero la identificación del sospechoso depende de si su información genética está registrada en bases de datos policiales. Si no existe un registro directo, podrían recurrir a la genealogía genética, un proceso que identifica posibles parientes del sospechoso a través de bases de datos públicas. Sin embargo, este método es más lento y requiere mayor análisis.
La búsqueda continúa
A pesar de los desafíos, el Departamento de Policía de Nueva York sigue trabajando intensamente para resolver el caso. La comisionada Jessica Tisch afirmó que ya han recopilado una cantidad significativa de pruebas, incluyendo huellas dactilares, ADN y grabaciones de video.
El caso de Thompson pone de manifiesto las complejidades de la investigación criminal en una era digital. A pesar de la abundancia de tecnología y datos, las autoridades enfrentan desafíos significativos para identificar y capturar al sospechoso. Según expertos, aunque los