Por Agencias
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Golden State Warriors y Boston Celtics disputan desde esta noche las Finales 2022 de la NBA, las del 75º aniversario.
La dinastia de la Bahía contra el primer equipo que reinó en la competición.
La Final de la NBA. The Finals, la arcilla con la que se moldean leyendas, arranca esta noche (03:00, hora española) en el Chase Center, un coqueto mirador que se asoma al Pacífico desde su rincón en el bullicio de Mission, a un paso del downtown de San Francisco.
Un pabellón estrenado en 2019, con el traslado desde Oakland, a menos de 20 kilómetros, pero ya en el lado duro de la Bahía.
Y que devoró más de 1.400 millones de inversión privada para aprovechar, una especie de Disneyland hipercapitalista, el flujo imparable de dinero que llamaba desde Silicon Valley a las puertas de los cuarteles generales de Golden State Warriors.
Después de (2015-19) cinco Finales seguidas con tres anillos, los primeros para la franquicia en cuatro décadas, una maldición pareció acompañar al traslado desde el vetusto pero inolvidable Oracle Arena, ahora un mamut de otro tiempo olvidado en la carretera hacia San José.
Dos años sin playoffs, una sequía eterna para lo que iba camino de ser un imperio de mil años. Una dinastía que, ahora, vuelve a la lucha por el título.
El equipo de esta era, sexta final en ocho años, contra el verde de Boston Celtics.
La franquicia que ganó ocho anillos seguidos y once de trece posibles entre 1957 y 1969. La madre de todas las leyendas.
Es una final que resuena en los huesos de una NBA que, precisamente, cierra con esta serie la temporada de su 75º aniversario.
Se enfrentan, la otra es New York Knicks, dos de las tres franquicias que sobreviven desde el arranque (todavía como BAA) en 1946.
Dos de las tres que más Finales han jugado: con esta, doce Warriors, 22 Celtics y 32 Lakers.
Y tres de las cuatro con más títulos antes de que en unos días se rompa uno de estos dos empates: Lakers y Celtics tienen 17, una pelea eterna, y Warriors y Bulls suman seis.
Los Celtics no se han movido de Boston, donde se convirtieron en expertos en ganar Finales: 17 de 21, aunque ahora llevaban doce años sin jugarla y solo han sumado un título a su extraordinario palmarés desde 1986, el de 2008.
Los Warriors nacieron en Philadelphia y fueron el primer campeón, en 1947.
En 1962 hicieron más de 4.600 kilómetros para instalarse en San Francisco.
En 1964 perdieron la final contra, precisamente, los Celtics.
Dos años después del traslado y nueve antes de cruzar el puente de la Bahía e iniciar su etapa (1971-2019) en Oakland.
Deportivamente, la final también se presenta apasionante. Los Warriors han vuelto a su formato sin Kevin Durant.
Sin él ganaron en 2015, con él en 2017 y 2018.
Otro triunfo ahora elevaría, todavía más, en los altares de los big three a los tres jugadores con mejor porcentaje de victorias en la historia de los playoffs: el inevitable Stephen Curry, Draymond Green y Klay Thompson, que regresó en enero después de 941 días fuera de las pistas, más de dos años pesadilla en los que enlazó gravísimas lesiones de rodilla y tendón de Aquiles.
Los Warriors son una máquina de ganar: desde que llegó Steve Kerr al banquillo en 2014, han superado las 18 series de playoffs que han jugado en el Oeste y 21 de 23 en total.
Llevan, además, 26 seguidas robando al menos una victoria a domicilio y en estos playoffs no han perdido (9-0) en su cancha.
Los Celtics, el viejo campeón, un equipo eterno, han protagonizado una resurrección que será histórica si acaba en anillo.
Con entrenador novato, Ime Udoka, y rumores de mal ambiente y posible salida de alguna de sus estrellas (la más brillante, el finísimo Jayson Tatum) empezaron la temporada desnortados: el 21 de enero tenían balance negativo (23-24) y estaban fuera de los puestos de playoffs del Este.
Desde entonces, levantaron un muro y, con la mejor defensa de la NBA, aceleraron hasta una Final a la que llegan después de eliminar a Kevin Durant y Kyrie Irving (Nets), Giannis Antetokounmpo (el campeón, Bucks) y Jimmy Butler (Heat).
Ahora, después de dos agotadoras series resueltas en el séptimo partido y 14 batallas totales en el mes de mayo, llega el monstruo final, el último nivel del juego: Golden State Warriors.
El viejo emperador contra el rey 2.0. Una nueva rivalidad, la misma NBA de siempre. La de las Finales que construyen leyendas.
Esta noche arranca la de 2022.