Por Agencias
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Ecuador anunció el lunes que demandó a México ante la Corte Internacional de Justicia por la concesión, presuntamente ilegal, del asilo político al exvicepresidente Jorge Glas, quien posteriormente fue apresado tras una irrupción en la embajada de ese país en Quito, lo que desencadenó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
La cancillería ecuatoriana indicó en un comunicado que, según la denuncia, México ha incumplido “sus obligaciones de no otorgar asilo a personas que se encuentren procesadas o en juicio por delitos comunes o hayan sido condenadas por tribunales ordinarios competentes”.
El excanciller ecuatoriano Luis Gallegos dijo a The Associated Press que “era necesario hacer esto para equilibrar la posición (de Ecuador) ante la Corte (Internacional de Justicia), aunque lo han hecho de forma un poco tardía” y expresó que ahora el gobierno debe emprender una campaña de comunicación para hacer conocer su posición en el ámbito internacional.
Poco después de la concesión del asilo al exvicepresidente, un grupo de policías y militares ecuatorianos irrumpieron en las instalaciones de la embajada de México en la capital ecuatoriana y apresaron a Glas.
Glas, de 54 años, ocupó la vicepresidencia entre 2013 y 2017 tras lo cual fue procesado por la justicia y recibió dos sentencias por corrupción: una de seis años de prisión por el caso Odebrecht y otra de ocho años por recibir sobornos a cambio de autorizar obras públicas.
A inicios de este año la justicia lo requirió nuevamente en un caso de presunta malversación de fondos destinados a la reconstrucción de dos provincias afectadas por un potente terremoto en 2016.
El ingreso a la embajada de México de elementos de un cuerpo de élite de la Policía Nacional de Ecuador la noche del 5 de abril para detener a Glas desató una crisis política entre ambos países que escaló hasta la ruptura de relaciones diplomáticas y una denuncia de México contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La inédita acción fue rechazada por casi toda la comunidad internacional, pero Ecuador adujo que México no podía proteger a personas acusadas de delitos comunes por lo cual calificó al asilo de “ilícito”.
Tras ello México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador y denunció al país andino ante la Corte Penal Internacional.
El presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha dicho a medios que no se arrepiente de haber ordenado el allanamiento a la embajada mexicana porque considera que algunos gobiernos utilizan el refugio político para “lograr impunidad”.
Las tensiones entre México y Ecuador comenzaron días antes del allanamiento a la sede diplomática por unas declaraciones que hizo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sobre las últimas elecciones de Ecuador, celebradas en octubre y en las que ganó Noboa. Tras los comentarios de López Obrador el gobierno de Noboa declaró persona no grata a la embajadora mexicana.
En su comunicado del lunes la cancillería ecuatoriana sostuvo que esas declaraciones violaron “el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados conforme la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la Organización de los Estados Americanos y otros instrumentos”.