Por Agencias
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Durante las elecciones en Estados Unidos los ciudadanos pueden recibir una boleta regular, cuando todos sus datos están correctos, o una boleta provisional, cuando existen dudas sobre su elegibilidad para emitir un voto regular.
Estas últimas han sido objeto de suspicacia y han sido tema central de diversas acusaciones de fraude electoral a pesar de que expertos señalen que son confiables.
“Son un método infalible para asegurar que todo aquel registrado para votar emita su voto”, afirmó Charles Stewart III, director del laboratorio electoral del MIT en Boston.
Todos los estados -salvo Idaho, Minnesota y Nuevo Hampshire- ofrecen estas boletas, a veces denominadas “de impugnación” o “afidávit”.
Sin embargo, estos estados permiten registrarse para votar el mismo día, con lo cual los residentes pueden registrarse y sufragar el mismo día de los comicios.
Cada estado define sus lineamientos para decidir cuándo se requieren boletas provisionales y cómo procesarlas.
Según información de la Comisión de Asistencia Electoral, que publica un análisis nacional después de cada elección general, entre los motivos más comunes para emitir un voto provisional figuran si un oficial electoral pone en duda la elegibilidad de un votante o no encuentra el nombre en la lista de votantes registrados, si un votante no presenta una identificación autorizada o no reside en el distrito en el que quiere votar.
Cuando las casillas cierran el día de las elecciones se separan las boletas provisionales para someterlas a revisión, pero la demora para contarlas ha suscitado confusión y acusaciones de fraude electoral.
Por ejemplo, el expresidente Donald Trump y otros escépticos sobre los resultados de las elecciones de 2020, cuestionaron por qué en algunos estados se siguieron contando los votos mucho después de haber cerrado las casillas.
Uno de los cuestionamientos que se ha difundido ampliamente señala que llenar una boleta provisional implica que alguien más ya emitió un voto fraudulento en tu nombre y que en última instancia, no se contará tu voto.
No obstante, la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, un grupo de investigación independiente que trabaja para los legisladores de todo el país, asegura que en todas las elecciones funcionarios electorales verifican todas las boletas.
Según la organización, si consideran que una boleta es legítima la contarán, sin importar lo amplio que sea el margen de victoria en determinada elección.
Funcionarios electorales también tienen la obligación de informar a los votantes si su boleta provisional se contó o se rechazó, así como el motivo del rechazo, ya sea mediante una línea telefónica gratuita o una herramienta en línea.
Stewart afirmó que cuando se verifican las boletas provisionales se suman al cómputo final.
“Si te limitas a comparar los votos totales de la noche de las elecciones con los totales que ya tienen en cuenta las boletas provisionales, parece que alguien ha estado llenando la caja de boletas. Pero más bien, después de las elecciones se cuenta el voto de las personas que votaron el día de las elecciones”, aseguró en un correo electrónico.
Según un análisis reciente de la Comisión de Asistencia Electoral, las boletas provisionales representan una porción cada vez menor de todos los votos emitidos: en 2020 supusieron menos de 1%, en 2016 un 1,4% y en 2012 un 1,7%, las elecciones presidenciales más recientes.
La Comisión reveló que en 2020, en total, se emitieron cerca de 1,7 millones de boletas provisionales en todo el país, de las cuales 78% se contaron y 21% se rechazaron.