El Muñeco de Nieve.

Era una fría mañana de invierno, el pequeño José se levantó temprano, lavó su cara, cepillo sus dientes, se vistió con abrigadora ropa de invierno, y corrió hasta el cuarto de sus papás, para despertarlos y decirles que él ya estaba listo para salir de paseo.

Una hora después la camioneta familiar salía del garaje, para dirigirse a los nevados parajes de New Cuyama, donde la familia Martínez esperaba pasar una agradable excursión invernal.

Aquel día todo era alegría, por primera vez en su vida José pudo sentir como los delicados copos de nieve caían sobre su cara, junto con sus padres y hermanos, jugaron guerra de bolas de nieve, se tendieron en más lo de una ocasión sobre el piso para hacer angelitos, aleteando con sus manos.

Pasado el mediodía, su madre apenas si pudo obligarlo a dejar un rato de jugar para comer su almuerzo, al terminar de comer la diversión continuó, llegó el momento de elaborar un muñeco de nieve.

José sacó de su mochila, un viejo sombrero negro, una colorida bufanda roja y una enorme zanahoria que llevaba para darle vida y personalidad a su muñeco.

Durante el resto del día la familia continúo disfrutando, hasta que una sorpresiva tormenta de nieve los sorprendió, todos las excursionistas presentes en el lugar empezaron a correr a sus automóviles; en medio de aquel ajetreo y confusión, el pequeño José se separó por un breve momento de su familia, asustado corrió, para su desgracia lo hizo en la dirección equivocada.

Situación que un ruin y maldito montañes aprovecho para acercársele al pequeño, fingiendo querer ayudarlo a encontrar el camino de regreso.

El inocente chamaco cometió el error de confiar en un extraño; el cual lo llevo a un apartado paraje donde tenía su cabaña, y ahí abuso de él; finalmente para cubrir las huellas de su fechoría el maldito criminal lo llevo lejos de su cabaña y lo estrangulo, para garantizar que no pudiera denunciarlo.

Con mil preguntas sin respuestas en su cabeza, el pequeño José cerro por ultima vez los ojos, y lo ultimo que pudo ver fue el muñeco de nieve que él con tanto amor había construido esa mañana.

El cuerpo fue encontrado 2 días desúes: para la familia fue un brutal golpe, y mas porque no consiguieron encontrar justicia terrenal, los forenses dijeron que la nieve había borrado cualquier huella del infractor.

El viejo montañes creyó que se había salido con la suya y hasta tubo el descaro de unirse al grupo de búsqueda del pequeño.

Poro el día que el pequeño José fue enterrado, todo en aquella montaña cambio para siempre, en cuanto el reloj marco la media noche, un viento helado empezó a soplar y una delgada niebla se adueñó del lugar, mientras un fuerte golpe en la puerta de su cabaña despertó abruptamente al viejo montañes. 

Muy molesto, el anciano se levantó de su cama, tomo su rifle, y abrió la puerta; el enojo se convirtió en terror cuando se percato de que quien tocaba era un enorme muñeco de nieve, con ardientes ojos rojos como brazas.

A paso lento el muñeco entro en la cabaña, inútilmente el anciano le disparo en varias ocasiones para tratar de frenarlo, el muñeco no dejo de caminar, hasta que puso sus manos en su cuello y con fuerza sobre humana lo estrangularlo; vengando de esta manera la muerte de su joven creador.

La leyenda cuenta que desde entonces en esas montañas cada inverno, un muñeco de nieve cobra vida y deambula por las veredas, ayudando a la gente extraviada a volver con bien a sus campamentos, pero si en el camino del muñeco se cruza una persona que tenga oscuros secretos, por los que merece ser castigado, el muñeco que puede ver en sus corazones, para saldar las cuentas toma sus vidas como pago por sus ofensas.