¿El sueño mexicano? Migrantes que llegaron a México en tránsito hacia EE.UU. y decidieron quedarse

Por Redacción
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Sin embargo, al igual que otras mujeres migrantes —una proveniente de Venezuela y otra de Haití— encontró en México no solo un país de tránsito, sino un lugar donde recibió ayuda y oportunidades que no había tenido en su nación de origen ni podía alcanzar en territorio estadounidense debido a las políticas migratorias vigentes en años recientes.

Entre enero y mayo de este año, la Secretaría de Gobernación reportó que 113,612 migrantes viven en México de forma irregular. De ellos, el 64 % permanece en la capital, según Tania Rodríguez, directora general de Ayuda en Acción México.

Esta organización opera tres casas de transición para migrantes en el país, donde ofrece acompañamiento psicológico y asesoría laboral. Cada una tiene capacidad para 25 personas. No obstante, la creciente demanda ha obligado a reducir el tiempo de estancia de tres meses a entre mes y medio y dos meses, con el fin de atender a más solicitantes.

Las restricciones migratorias y la falta de recursos han obligado a muchos a permanecer en la Ciudad de México. Para algunos, la capital pasó de ser un punto de tránsito a convertirse en un destino definitivo.

“La idea inicial no era quedarme, era llegar a Estados Unidos. Esperé cuatro meses por una cita de CBP One y nunca llegó. Aquí nos quedamos porque no hay opción de regresar a mi país”, relata una migrante venezolana que pidió no ser identificada por temor a represalias.

Rodríguez explica que este fenómeno se conoce como “inmovilidad forzada” o, en ocasiones, “inmovilidad voluntaria”. Ocurre cuando una persona necesita desplazarse a otro estado o país, pero no puede hacerlo por motivos económicos, legales o de seguridad.

Debido al tamaño de la capital y la concentración de recursos, muchas caravanas de migrantes optan por quedarse en Ciudad de México, lo que incrementa la presión sobre los programas sociales.

En mayo, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció un plan para reubicar a migrantes en asentamientos irregulares, así como la ampliación de albergues que ya operaban al límite de su capacidad.

Algunos migrantes permanecen por falta de opciones, mientras que otros encuentran en México una oportunidad inesperada. Una mujer haitiana que llegó recientemente consiguió trabajo como ayudante en un restaurante y planea traer a su familia. “Por ahora me quedo aquí con mi hijo. Si en el futuro hay una oportunidad para llegar a Estados Unidos, la analizaré. Si no, me quedo en la capital”, afirma.

Ante esta realidad, Ayuda en Acción impulsa programas de inserción social y laboral para personas solicitantes de refugio o refugiadas en México, con el fin de transformar el “sueño americano” en lo que llaman el “sueño mexicano”.

Sin embargo, las dificultades persisten. Médicos Sin Fronteras presentó un informe que advierte sobre el impacto humano de las políticas migratorias de México, Centroamérica y Estados Unidos. Henry Rodríguez, jefe de misión de la organización en México, señaló que los cambios han sido “devastadores” para quienes buscan seguridad y mejores condiciones de vida.

“Muchos nos ven como si invadiéramos su espacio. Pero la mayoría de quienes llegamos aquí estudiamos y trabajamos igual que en nuestro país. Somos personas, seres humanos, todos somos iguales”, recuerda Relojes.