Por Agencias
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El presidente Joe Biden afirmó este sábado que las familias migrantes con niños que fueron separadas en la frontera entre Estados Unidos y México por su antecesor, Donald Trump, merecen una compensación monetaria por los daños sufridos y está en conversaciones para llegar a un acuerdo con las familias afectadas.
Biden aseguró que, independientemente de las circunstancias, las personas a las que les quitaron a sus hijos bajo la política de separación familiar de la administración Trump, destinada a disuadir a las familias de cruzar ilegalmente a Estados Unidos, deberían ser remuneradas.
“Debido al comportamiento escandaloso de la última Administración, si cruzaste la frontera, ya fuera de manera legal o ilegal, y perdiste a tu hijo, si lo perdiste y ya está, se fue, entonces te mereces algún tipo de compensación, sin importar las circunstancias”, afirmó el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Medios como el diario The Wall Street Journal habían informado en los últimos días de que el Gobierno de Biden estaba negociando con los abogados que representaban a las familias separadas en la frontera con México para pagarles unos 450.000 dólares por persona como compensación.
Sin embargo, posteriormente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos avisó a los abogados de las familias migrantes que no podrá pagarles una cantidad tan alta de compensación.
Las discusiones continúan y no hay garantía de que las dos partes lleguen a un acuerdo.
Alrededor de 5.500 niños fueron separados de sus padres bajo la política de “tolerancia cero” del presidente Donald Trump, según la cual los padres fueron separados de sus hijos para enfrentar un proceso penal por cruzar la frontera ilegalmente, según documentos judiciales en un caso federal en San Diego.
LOS PAGOS ESTÁN DESTINADOS A COMPENSAR EL TRAUMA PSICOLÓGICO
Los sistemas de seguimiento inadecuados hicieron que muchos estuvieran separados durante un tiempo prolongado. Los pagos están destinados a compensar el trauma psicológico. Al día de hoy, más de 1.000 familias siguen sin haberse reunido del todo, en muchos casos porque los progenitores fueron deportados, según la Casa Blanca.
Los abogados de las familias también buscan un estatus legal permanente en los Estados Unidos para los separados bajo la práctica, que un juez detuvo en junio de 2018, seis días después de que Trump lo detuviera bajo presión internacional.
