Por Agencias
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Schar marcó en propia puerta y Ralston erró en el 1-1 de Shaqiri. Suiza, virtualmente clasificada. Escocia se la jugará contra Hungría.
El 13 no es mal número para empezar a hablar de la suerte. Lo puede corroborar Escocia, que en el minuto 13 se encontró con un gol a favor gracias a que Schar metió la pata al intentar poner el pie.
Escocia tenía ante sí el reto de clasificarse, por primera vez, para los octavos de final de una Eurocopa. No lo logró en sus tres presencias anteriores (1992, 1996 y 2020). Opciones sigue teniendo y se las jugará en el último partido de la fase de grupos, contra Hungría. Si los escoceses ganan, estarán en cuartos. Suiza, por su parte, está vitualmente clasificada. Aunque perdiese contra Alemania, con cuatro puntos será segunda o tercera de su grupo y lograría el pase.
Si Escocia tuvo suerte en la colaboración indeseada de Schar, Ralston devolvió el favor a los suizos. Una mala entrega del lateral derecho hacia su portero fue interceptada por Shaqiri quien, agradecido, se sacó un zapatazo que entró por la escuadra derecha de Gunn.
Favor con favor se paga, así que una por otra y el partido volvía a estar igualado.
El dinamismo de la primera parte chocó con la frialdad de la segunda mitad. Hasta el minuto 60 no volvió a producirse una ocasión de gol. Fue Ndoye en un mano a mano con el meta Gunn que el portero sacó a córner.
Contestó Escocia en el 67′ con un cabezazo de Hanley que repelió el poste al rematar una falta lanzada por Robertson en el costado del área suiza. El partido pasaba del frío al calor y la última media hora prometía.
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Sn embargo, fue más la emoción del resultado que los méritos sobre el césped. Embolo marcó tras una buena carrera llevando el éxtasis a la grada suiza, pero en el arranque partió en fuera de juego y el tanto fue bien anulado.