Por Redacción
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El drama, la comedia, el horror, el suspenso, la intriga y el talento estarán iluminando una vez más las principales salas de cine de Santa Bárbara desde el 8 hasta el 18 de febrero, cuando se celebre del Festival de Cine Internacional de SB (SBIFF).
Para la edición XXXVII del que es ya es desde hace varios años considerado uno de los tres festivales de cine más prestigiosos en todo Estados Unidos, y de los más concurridos del mundo, las producciones cinematográficas latinas vuelven a acaparar la atención.
Como desde que tomó el mando del Festival, ya hace 18 años, el Director del Festival, el panameño Roger Durling, se incluyó la categoría de Cine Español y Latinoamericano, que a lo largo de los años han dejado innumerables cintas y resaltado el talento de actores y directores de excelente calidad.
Este año, la cartelera de esta rama del SBIFF incluye 8 cintas de países como España, México, Colombia, Nicaragua, Argentina y Perú.
Así, los asistentes al Festival que se realizará en las salas de los cines Paseo Nuevo, Arlington y Riviera, podrán disfrutar de producciones como “La Corriente”, “Zapatos Rojos”, “La Jauria”, “Manuela”, “El Equipo”, “La Voluntaria”, “La Hija de la Furia” y “Flores Salvajes.
LA CORRIENTE: APROVECHAR LA VIDA
Esta es producción española que es protagonizada por Jesús Lloveras, la cual marca su debut como director, es una historia que mezcla el drama, el amor, la esperanza, y cómo muchas de los filmes que han debutado en Festivales de todo el mundo, tienen como un elemento directo o indirecto, la pandemia del Covid.
“Carlos” el protagonista interpretado por Lloveras, vive un triángulo amoroso que envuelve a Julio (Gonzalo Bouza) un viejo amigo, y Alba (Alicia Llorente), cuando Carlos, luego de varios años y en medio de la pandemia, visita a Julio en la paradisiaca isla de Ibiza.
Para Lloveras su cinta tiene un significado muy especial y personal.
“Aunque ya era mayor, mi abuelo se fue antes de la hora por culpa de un cáncer, así como dos amigos, de 40 y 30 años. ‘La Corriente’ trata de ese duelo que pasamos, por las personas que perdemos demasiado pronto, de aprovechar el tiempo porque vuela, y por eso se las dediqué a ellos”, indica Lloveras.
Julio quien dejó Madrid y su profesión como doctor, se ha asentado en la isla balear en la búsqueda de una nueva vida, y a la vez de un refugio anímico, por el sentimiento de culpabilidad con el que lidia por la trágica muerte de su hermano hace siete años, conoce por casualidad a la bella y esbelta Alba.
La protagonista, tal como lo hará Carlos, tan sólo unos días después, ha llegado desde Barcelona, para alejarse de las ordenes mandatorias por la pandemia del Covid, para refugiarse en la casa de su mejor amiga “Natalia”.
Con el pasar de los días inicia una amistad con “Julio”, algo que poco a poco se va desarrollando a algo más serio, pero que por esas cosas del destino conoce a “Carlos”, en un punto de encuentro, pero con dos razones muy distintas para ambos.
“Alba” disfruta de la tranquilidad y la naturaleza de las playas de una isla que es el destino de preferido de muchos europeos en Europa, mientras que Carlos disfruta las aguas del litoral mediterráneo en la búsqueda de poder sobreponerse de la pérdida de su pequeña hija, quien murió ahogada en una piscina.
Así transcurre la trama hasta que todo Carlos y Julio se dan cuenta que cada uno se ha enamorado de la misma chica, quien al verse confrontada deja a los dos plantados.
Luego llega la tragedia con un accidente inesperado, pero que es la conclusión de ese círculo de amistad y romance entre los protagonistas.
“Es una película que la quise hacer en Ibiza en medio del Covid, para darle un elemento de ironía, porque generalmente es super visitada por turistas de todo el mundo, es sinónimo de fiestas y diversión, pero que durante la pandemia, como muchos lugares volvió a recuperar esa belleza natural que posee”, indica Lloveras.
Para el director, quien presentó en 2015 otra cinta co-escrita por él (Tercer Grado), hacer la premier mundial de “La Corriente” (Blue Ibiza), en el SBIFF es un sueño.
“Es un honor para mi presentar mi opera prima como director a uno de los mejores Festivales de Estado Unidos, como lo es el de Santa Bárbara, tengo un espacio especial en mi corazón por está ciudad y el Festival, tengo muchos amigos ahí y estoy emocionado de saber la reacción del público”, indicó Lloveras en exclusiva desde España.
El director aseguró que la cinta que tomó varios meses en producción, es una apuesta personal, donde pudo reunir a un talentoso grupo, especialmente sus compañeros en la pantalla.
“Alicia y Gonzalo estuvieron geniales. Encararon sus papeles tal cual me los había imaginado desde que escribía el guion. Tener a actores que interpretan tu visión, hace que tu trabajo como director y toda la producción se haga mucho más fácil”, indicó Lloveras.
Al mismo tiempo, el director también se mostró emocionado por el hecho que la cinta ya cuenta con un distribuidor en Europa, que hará que se estrene en cines de la región y que ahora mismo están ya en pláticas para que otra empresa compre los derechos para cines o streaming en Estados Unidos.
“El filmar y terminar una película es sólo la primera parte de un proceso que resulta muy complejo y puede convertirse en una pesadilla, si en caso nunca se puede conseguir un distribuidor, pero con suerte ya esa parte la tenemos bien encaminada”.
Por último Lloveras quiso invitar al público de la Costa Central a que disfruten de “La Corriente”.
Desde el punto de vista artístico, la cinta cuenta una muy excelente cinematografía, con tomas y secuencias muy artísticas, que sobresaltan la belleza natural de Ibiza, y que al mismo tiempo ayudan a reforzar la temática subjetiva del director, que en la vida “hay que dejarse llevar por la corriente”.
Esa de un paraíso terrenal donde cada uno de sus protagonistas buscan por su lado un refugio a sus dilemas y problemáticas muy personales, pero que al final la naturaleza de los mismos termina por entrelazarlos con la tragedia, el amor y la esperanza.
Por último Lloveras, indicó que espera que “La Corriente” sea del gusto de la audiencia local.
“Quiero que el público la disfrute, a que de alguna manera se sientan identificados con alguno de los temas, y que les deje un buen sabor de boca”, concluye el director catalán.
MANUELA: UNA PELICULA CORAL
Esta coproducción argentina-mexicana, de la directora argentina Clara Cullén, que cuenta la historia de una inmigrante boliviana, “Manuela”, quien llega a Estados Unidos con visa de turista, pero con el objetivo de trabajar para ayudar a pagar el tratamiento de su hermana quien está enferma en Bolivia.
Luego ya en los Angeles, luego de buscar trabajo en varios lugares, es contratada por una madre soltera profesional como niñera de su hija “Alma”.
Ahí Alma y Manuela establecen un lazo y una relación que con el paso de las semanas cada vez más estrecha, incluso más que con la de la propia madre, pero que luego de un suceso trágico inesperado Manuela debe de cambiar los planes por los que llegó a este país y tomar la decisión de su vida, y la de la pequeña “Alma”.
Cullen en esta cinta de 112 minutos, de corte totalmente independiente como se puede percibir inmediatamente en la pantalla, gracias a la manera en que se editan y filman, hace un excelente desarrollo del guion, con tomas y escenas simples pero que a la vez muestran una complejidad artística de cinematografía.
“Manuela” es la primera película de Cullen, quien tiene una amplia carrera en la videografía comercial y sobre todo artística, donde ha hecho instalaciones y producciones de video para museos de arte de Nueva York, y marcas de moda internacional, mezcla a la perfección ese toque artístico con un minimalismo y simpleza a lo largo de la cinta.
“Para nosotras fue muy importante mantener una simpleza, para representar la simpleza habitual de la vida diaria, pero que a la vez puede ser muy dura y compleja”, analiza la directora argentina.
Así, la temática de la maternidad de lo que trata y exhibe “Manuela” desde varios ángulos, queda totalmente expuesta y a pesar de ser un drama, ese elemento de suspenso tan bien trabajado, hace cada vez más inesperados los hechos que se van produciendo en la trama.
La cinta es fácil de seguir, algo admirable porque muchas veces es uno de los problemas y algo difícil de lograr para los filmes independientes o de autor.
Cullen ha hecho un excelente uso de la iluminación, de cinematografía muy artística y simbolismos a lo largo de la cinta, creando así una composición audio-visual, para cautivar a la audiencia de una manera fácil.
“Cuando hicimos la premier mundial en el Festival de Cine de Mar de Plata, la respuesta por parte el público fue tremenda. Las salas estaban completamente llenas, incluso se quedaba gente afuera, los espectadores nos felicitaban, lo mismo con la crítica, y eso es algo que como cineasta me satisface muchísimo porque quiero al espectador no como un rehén, sino como un aliado”, indica la directora radicada en Los Ángeles.
La directora indica estar muy contenta por el resultado final, ya que para ella “Manuela” es una colaboración entre un grupo que se fue formando de manera natural, donde nada fue forzado.
“Eso es muy importante cuando haces una producción así (independiente), porque necesitas la ayuda incondicional a pesar de cualquier obstáculo que se dé en producción. Por eso digo que es una película coral”, explica Cullen.
Y es que a pesar de tener un presupuesto que apenas sobrepasa los $100 mil dólares, el trabajo de Cullen y su equipo de producción, aunado a la experiencia de Lombardo, es un fiel ejemplo que cuando se junta el arte y el talento, el presupuesto pasa a un segundo plano, porque la calidad del film se refleja en la pantalla.
Así, la directora indica que sin duda la parte más difícil de toda la producción, no fue el poco presupuesto, sino la parte que se filmó en el cruce fronterizo con México.
“Aunque todos estábamos legales sólo teníamos visas, yo en ese tiempo aún estaba en trámites de mi residencia, y como filmamos espontáneamente de manera bien independiente, corríamos el riesgo de perder nuestras visas. Estábamos muy nerviosos, pero al final valió la pena porque esa tensión se refleja y ayuda muchísimo a elevar esas escenas finales”.
La directora ahora confía que el éxito visto en Argentina sea igual o mejor en Santa Bárbara, donde están a la espera y con la esperanza que una distribuidora pueda comprar los derechos de “Manuela”, y así poder llegar a mucho más público.
“Ya estamos hablando con una distribuidora, para que pueda llegar a servicios de streaming. Ya veremos, pero por ahora lo que buscamos es que el público de Santa Bárbara, que es el primer festival afuera de Argentina, disfrute de la película y su mensaje”, finalizó Cullen.
ZAPATOS ROJOS:
Este drama del director mexicano Carlos Eichelmann que hizo su debut mundial en septiembre pasado en el prestigioso Festival de Cine de Venecia, hará su Premier estadounidense en el SBIFF.
“Me encuentro muy contento de poder traer esta historia a este Festival, me han contado sólo cosas buenas de el. Para mí, hay una necesidad de contar historias como estas, que resalten el marcado contraste entre el México rural, tan brillante como olvidado, y el México urbano, tan vibrante como oscuro, doloroso como vivo”, dice el director oriundo de San Luís Potosí.
La película de 83 minutos de duración habla de un tema que ha golpeado por varias décadas a la sociedad mexicana, como es el femicidio y abuso físico contra las mujeres, como lo resaltan los personajes principales de “Artemio” y “Damiana”.
El primero, Artemio (Eustacio Ascacio) un agricultor de toda la vida en un pueblo montañoso rural, busca una redención, un perdón por el dolor del pasado, luego de enterarse que su única hija, “Rosa”, ha muerto.
Luego está “Damiana” (Natalia Solian), una trabajadora sexual de la Ciudad de México, quien lleva un dolor consigo, y que conoce a “Artemio” cuando este llega para ir a reconocer y a traer el cuerpo de “Rosa”.
Con el paso del tiempo, los protagonistas establecen una relación fraternal, que luego que Artemio no pueda cumplir con esa reivindicación tan añorada, les lleva a conocer el dolor y “los pecados” de ambos.
Eichelmann, quien hace uso de una excelente cinematografía y tratamiento del tema, gracias a elementos simbólicos, partiendo desde el título “Zapatos Rojos”, que son el símbolo del movimiento de la lucha contra los femicidios y abusos contra la mujer, además de la elección de Ascacio, quien es manco en la vida real.
Y es que esto ayuda a elevar la representación de ese padre con un dolor inmenso en su corazón, pero a la vez encarna a la perfección parte de ese pecado del pasado que para él nunca dejará de llevar.
“En Zapatos Rojos el dolor y la redención son una dolorosa realidad que nuestros personajes son capaces de superar haciendo penitencia. Esta es una historia que merece ser contada; una historia sobre el conflicto con los padres, un tema que también me interesa de cerca. Como dice Novalis, ‘Siempre queremos volver a la casa de nuestro padre’”, indica el cineasta mexicano.
Para Eichelmann, en ese sentido, la película es un pequeño homenaje a su padre, a todos los padres y “a las relaciones que nunca podemos terminar”.
“De hecho, es una historia que me conmueve profundamente y estoy seguro de que muchos otros serán tocados por este tema”, recalcó Eichelmann.
Es así como el director es dice extender ese contraste a los personajes de “Zapatos Rojos”, que provienen de dos generaciones diferentes.
“Artemio, con sus valores estoicos y pragmatismo, pertenece a una generación olvidada, mientras que Damiana es despiadada y versátil, pero sola… Estos son temas – soledad y remordimiento – que tengo la intención de retratar con total honestidad como director; temas que, aunque dolorosos, allanan el camino para las contrapartes: honor, esperanza y compasión”, indica el director mexicano.
Para mí poder tener la atención del espectador es algo que no tiene precio, porque tener al espectador de una manera forzada es una falta de respeto.
Canon C300 Mark2 y el iphone.
como es el caso de muchas niñeras latinas
Manuela, a Latin American immigrant, walks through the empty streets
of Los Angeles, scouring the area for work. Manuela arrives at a job
interview at a large house in an affluent neighborhood. She’s greeted by
a cold businesswoman looking for a nanny for her daughter, Alma. After
getting the job, Manuela meets Alma, who is initially resistant to her.
Alma’s mother, Ellen, is never around. She occasionally talks to them
through the security camera. While Ellen is gone on a business trip,
Manuela and Alma swim in the pool, clean the house, and form a
maternal bond.The days go by, and they still haven’t heard from Ellen.
Manuela takes on more and more of a motherly role, even wearing
Ellen’s clothes. One day, she learns that her entire world as she knows it
has just changed and she must make a huge decision.
DIRECTOR’S STATEMENT
Manuela is my first feature film. It was shot with a group of five people in Los Angeles before COVID. It was created like a woven textile by women that came together collaborating one after another, it was our own baby. All the heads of the departments: DOP, Producer, Music Composer, Sound Designer are female. It became an exercise about motherhood, chosen motherhoods, shared motherhood, a subject that was so important to all of us. I think with the debate of abortion, we are all rethinking the ways we mother, that’s why MANUELA is such an important film to see now. I grew up in Argentina where I studied film at Universidad del Cine and then moved to the US where I worked with Spike Lee and Werner Herzog. The first day I met Herzog he taught me how to open a door with a hair pin, using that same technique we made this film, opening one door after an other without the right key.