Finanzas

ALDERMAN[email protected]

El Centro de Investigación Pew informa que cuatro de cada diez estadounidenses adultos tiene al menos un pariente “postizo” en la familia, que puede ser un padrastro, madrastra, hermanastro o medio hermano.

Si bien el estudio del Centro Pew dice que muchas familias ensambladas funcionan armoniosamente, destaca también que los adultos “tienen un sentido de la obligación más fuerte para con los miembros de su familia biológica que para con los postizos”.

Esta es una de las razones por la que las finanzas de las familias ensambladas pueden ser tan complicadas.

Las parejas que planean unir sus familias a menudo deben hacer acuerdos financieros que respeten sus relaciones previas con sus ex-cónyuges y sus familias.

Los problemas van desde el cuidado de los niños y mayores, hasta cuestiones más complejas relacionadas con negocios, inversiones, bienes y propiedades. Por ello, es fundamental consultar con un experto en planificación financiera de familias ensambladas.

Esta es una lista básica de problemas y soluciones que deberían tener en cuenta los potenciales cónyuges y concubinos:

Comience poniendo todas las cartas sobre la mesa. Ya en los primeros matrimonios o concubinatos se pueden presentar algunas cuestiones financieras escabrosas: temas de negocios o herencias, deudas universitarias, deudas en general o incluso alguna quiebra comercial del pasado.

Las parejas que planean ensamblar sus familias se enfrentan a más complicaciones aún, pero todas deben dar un primer paso crítico: compartir la información personal que pueda afectar sus finanzas.

Empiece por lo siguiente:

Informes y calificaciones crediticias actualizadas. Los préstamos a largo plazo o una mala situación crediticia de alguno de los dos, o de los dos, puede poner en riesgo los planes de compras futuras, como la compra de un auto, una casa o la educación de los hijos.

También es importante compartir la información sobre los préstamos personales o co-firmados con miembros de la familia o amigos.

Activos y pasivos. Los futuros cónyuges o concubinos deberían conocer los activos y pasivos del otro y cualquier problema relacionado con ellos.

Como mencioné antes, las deudas y los problemas crediticios pueden ser una complicación, pero si alguno de los dos tiene un patrimonio importante, conviene aclarar si esos bienes serán compartidos legalmente o prometidos a otros.

Cuestiones legales. Es fundamental que la pareja sepa si alguno de los dos tiene algún proceso legal civil o penal pendiente en su contra, ya sea por divorcio, custodia de los hijos, ejecución hipotecaria, quiebra u otro.

Cuestiones comerciales y patrimoniales. Si los posibles cónyuges o concubinos tienen bienes patrimoniales o comerciales que les correspondan a sus hijos, ex-cónyuges o familiares, esos compromisos deben ser tenidos en cuenta en la planificación de las finanzas de la nueva pareja.

Incorpore la experiencia de un profesional. Además de contarse todo, es bueno consultar con profesionales calificados que tengan experiencia en familias ensambladas y sus cuestiones particulares.

Ambos miembros de la pareja deberían compartir sus conversaciones con algún asesor que conozcan, pero si no conocen a ninguno y sus amigos o familiares no tienen a nadie para recomendarles, las siguientes organizaciones podrían ayudarlos a encontrar expertos locales familiarizados con la planificación financiera de las familias ensambladas:

Planificadores financieros. La Asociación para el Asesoramiento, Planificación y Educación Financiera y el Consejo de Normas para el Planificador Financiero Profesional son dos organizaciones nacionales que pueden encontrar asesores en su área.

Asesores fiscales. El Colegio de Contadores Públicos de su estado puede sugerirle personal calificado, y asesores fiscales comerciales y patrimoniales en su área.

Planificadores patrimoniales y abogados. Otras organizaciones que pueden ayudarlo son la Asociación Nacional de Planificadores y Asesores Patrimoniales y la Asociación Estadounidense de Asesores Fiduciarios y Patrimoniales (ACTEC).

Enfrente los problemas antes de mudarse. La mayoría de los expertos dice que es mejor comenzar un nuevo matrimonio o convivencia de cero –o lo más cercano a cero que se pueda.

Esto es doblemente cierto en el caso de las familias ensambladas.

Hay que identificar y solucionar todos los problemas de ingresos, bienes, deudas, custodia de hijos, cuestiones comerciales y patrimoniales, en la mayor medida posible, antes de que la familia se una legalmente.

Haga un plan financiero totalmente nuevo. Los expertos dicen que cuando uno se enfrenta a un hecho de vida importante, como volver a contraer matrimonio o convivir con alguien, es el momento de revisar todas las cuestiones financieras. Aún cuando los miembros de la pareja tengan todas sus cuestiones patrimoniales en orden, cuando dos familias se ensamblan, la planificación financiera empieza de cero.

En resumen, las cuestiones financieras complican a cualquier relación, pero las familias ensambladas necesitan tener un plan detallado único que debe ser discutido y establecido antes de casarse o mudarse juntos.