Por Redacción
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Los funcionarios electorales de estados clave se encuentran en una encrucijada.
Enfrentan, no solo la gestión de las elecciones, sino también un alud de información falsa que, según ellos, está siendo amplificada por Elon Musk en su plataforma X (anteriormente Twitter). La difusión de estas falsedades ha creado un “enorme problema” para aquellos que luchan por defender la verdad en medio de un escenario político polarizado.
En lugares como Pensilvania, Michigan y Arizona, funcionarios han intentado, sin mucho éxito, verificar las publicaciones de Musk en tiempo real. Stephen Richer, uno de los líderes electorales en el condado de Maricopa, Arizona, incluso ha recurrido a pasar mensajes personales al propio Musk, en un intento de frenar las teorías infundadas. “He hecho que mis amigos le entreguen cosas en mano”, comentó Richer. Su solicitud es directa y clara: que Musk deje de difundir afirmaciones sin fundamento que podrían confundir a los votantes. Sin embargo, la respuesta ha sido nula.
Una Tarea de Tiempo Completo: Verificar y Proteger
Desde que Donald Trump y sus seguidores propagaron la idea de un fraude electoral en 2020, para muchos funcionarios, el combate a la desinformación ha pasado a ser una especie de segundo trabajo. Aparte de gestionar el complejo proceso electoral, deben enfrentar las publicaciones de figuras con millones de seguidores, como Musk, que a menudo respaldan sin reservas. Jocelyn Benson, secretaria de Estado de Michigan, ha sido una de las más proactivas en las redes sociales al corregir públicamente las afirmaciones falsas de Musk sobre su estado. Uno de sus mensajes, en el que lo acusa de difundir información engañosa, alcanzó más de 33 millones de vistas. Sin embargo, esto no cambió la opinión del multimillonario, quien la acusó de “mentir descaradamente al público”.
“Es decepcionante ver que alguien con tantos recursos y una plataforma tan grande use ese poder para alimentar la desinformación, en lugar de ayudar a restaurar la confianza en el sistema”, dijo Benson. Para ella, la lucha contra la desinformación no es solo una responsabilidad profesional; es una cuestión de defender la verdad y la democracia.
Los Retos en Medio de una Ola de Información Falsa
Los esfuerzos de Benson y de otros funcionarios por detener el flujo de desinformación se intensifican a medida que se acerca el día de las elecciones. Musk recientemente pidió a sus seguidores denunciar irregularidades a través de un canal en X llamado “Comunidad de Integridad Electoral”, administrado por su comité de campaña independiente, que apoya públicamente a Trump. El canal ha sido cuestionado, ya que incluye afirmaciones desacreditadas por funcionarios estatales. Según un portavoz de X, la plataforma sigue aplicando sus políticas sobre interferencia electoral, aunque sin hacer comentarios específicos sobre las acciones de Musk.
Renee DiResta, experta en desinformación de la Universidad de Georgetown, explicó la situación desde la perspectiva de los funcionarios. “Su trabajo no es ser tuiteros, sino asegurar elecciones justas. Sin embargo, la plataforma parece favorecer las publicaciones de figuras prominentes que comparten teorías conspirativas”, indicó DiResta, resaltando la dificultad de contrarrestar este tipo de contenido.
Un Reto Personal: Amenazas y Seguridad
Para algunos funcionarios, la lucha contra la desinformación conlleva un riesgo personal. Benson compartió que la primera vez que desmintió públicamente a Musk en redes sociales, tuvo que asegurarse de que su familia estuviera protegida. “Llamé a mi equipo de seguridad porque sabía que mi respuesta iba a generar amenazas”, confesó. Sin embargo, asegura que, pese a todo, seguirá defendiendo la verdad. Como parte de sus esfuerzos, su equipo ha buscado maneras creativas de informar a los votantes de Michigan sobre cómo se garantiza que cada voto cuente. Esta semana, su oficina organizó una reunión con líderes empresariales y sindicales para que ellos mismos puedan compartir esta información con sus comunidades.
En Pensilvania, los funcionarios electorales han optado por documentar cuidadosamente las afirmaciones falsas en X para dejar un “rastro de papel”. Aunque creen que este esfuerzo no detendrá la propagación de desinformación, buscan que pueda servir como evidencia en caso de desafíos legales, como los que surgieron tras las elecciones de 2020.
Evitando el Contacto Directo
En otros estados, como Georgia, los funcionarios han decidido no interactuar directamente con Musk. Prefieren estrategias que ya demostraron efectividad en 2020, como ofrecer conferencias de prensa frecuentes para desmentir las afirmaciones engañosas. Ante la falta de respuestas claras de X, algunos han buscado apoyo en otras plataformas, como Meta, donde al menos tienen un canal de comunicación con los administradores de contenido.
Una Lucha que Transciende las Redes Sociales
Las consecuencias de la presión de ciertos sectores para evitar la “censura” de contenido en redes sociales han tenido un efecto paralizante en cómo estas plataformas abordan la desinformación. Para Nina Jankowicz, directora del Proyecto American Sunlight, el “activismo” de Musk en X se asemeja a una clara interferencia electoral. “La forma en que está estructurada X se parece mucho más a un torbellino de desinformación que a un espacio de información confiable”, sostuvo.
Preocupaciones en el Congreso
Mark Warner, senador demócrata de Virginia, también se ha mostrado preocupado por el rol de las redes sociales en esta coyuntura electoral. Warner, quien preside la comisión de inteligencia, lamentó la ausencia de X en una audiencia reciente sobre la influencia electoral extranjera y las redes sociales. A pesar de invitar a Nick Pickles, quien era director de Asuntos Globales de X, este renunció poco antes de la audiencia, dejando a la plataforma sin representación. “Hasta ahora no tengo una respuesta clara sobre qué medidas tomarán las plataformas para lidiar con la desinformación en los días antes y después de las elecciones”, expresó el senador.
Con millones de votantes preparándose para emitir su voto, la preocupación por la integridad del sistema electoral sigue creciendo. Mientras Musk continúa usando su plataforma para amplificar ciertos mensajes, los funcionarios electorales intentan preservar la confianza en el sistema, pero se enfrentan a un reto sin precedentes.