ESPAÑOL
Por/By UM
[email protected]
Si el estrés repetitivo puede convertirse en depresión, y las mujeres experimentan más estrés que los hombres, entonces la conclusión es clara: las mujeres que experimentan tal estrés sufrirían más síntomas depresivos que los hombres. ¿Cierto?
Los hombres son más vulnerables a los efectos a largo plazo del estrés. Crédito de foto: Sander van der Wel
No necesariamente, de acuerdo a un estudio de de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.
Los investigadores examinaron cómo eventos estresantes se tradujeron en depresión 25 años después y encontraron que los hombres son un 50% más vulnerables a los efectos del estrés.
“La literatura ha argumentado históricamente que las mujeres sufren más depresión porque tienen más estrés. Pero nada en esa literatura se refiere al papel del género como un factor de vulnerabilidad”, dijo el doctor Shervin Assari del Centro de Investigación sobre el Origen Étnico, Cultura y Salud, y del Departamento de Psiquiatría de la U-M.
La investigación de Assari se centra en cómo las cuestiones de género y raza impactan la salud. En este caso, él y sus colegas no encontraron ninguna asociación entre la raza y la depresión. Una explicación de lo que sucede con los hombres y la depresión es que los hombres son menos propensos a hablar de las emociones y los factores de estrés que encuentran, en comparación con las mujeres.
“En nuestra sociedad, como hombres, aprendemos a ver esto como una debilidad, como sugieren teóricos de la identidad de rol de género”, dijo Assari. “La masculinidad es una barrera para buscar atención y hablar de emociones. Esto al menos en parte explica por qué los hombres buscan ayuda con menos frecuencia, ya sea profesional o en sus redes sociales. Nuestra investigación sugiere que esto tiene un precio para los hombres.”
Además de cómo los hombres y las mujeres lidian con el estrés, otras distinciones podrían ser explicadas por las diferencias de género en la capacidad de recuperación, la percepción del riesgo y la exposición general, dijo.
“La exposición diferencial al estrés puede ayudar a las mujeres a movilizar mejor sus recursos psicológicos, que las protegen cuando es necesario”, dijo.
También es posible que los hombres pueden no informen sus tensiones, y que los que lo hacen son los que están más afectados por la depresión más adelante, dijo Assari.
“Los hombres deben mejorar la forma en que hacen frente y la forma en que movilizan sus recursos cuando se enfrentan a situaciones de estrés,” dijo. “Deberían aprender de las mujeres sobre la manera de hablar de emociones y usar los recursos.
“Los hombres expuestos a una gran cantidad de estrés se deben tomarlo en serio.”
Assari y su colega Maryam Moghani Lankarani del Instituto de Promoción de Medicina y Salud en Irán utilizaron datos del Estudio Americans’ Changing Lives Study. Se centraron específicamente en los acontecimientos estresantes durante el periodo de 1984 a 1986, y luego determinaron el riesgo de los participantes para la depresión en el año 2011 mediante el uso de un instrumento de encuesta estandarizado llamado la Composite International Diagnostic Interview.
ENGLISH
It’s long been believed that women suffer more of the stresses of life, and research has shown that repeated stress can translate into depression.
So it might be logical to conclude that women who experience such stresses would suffer more depressive symptoms than men later in life, right? Wrong.
New research from the University of Michigan School of Public Health found that men are 50 percent more vulnerable to the effects of stress when the researchers examined how stressful events translated into depression 25 years later.
«The literature has historically argued that women are more depressed because they get more of the stress. None of that literature touches on role of gender as a vulnerability factor,» said Dr. Shervin Assari of the School of Public Health Center for Research on Ethnicity, Culture and Health, and the U-M Department of Psychiatry.
Assari’s research focuses on how gender and race impact issues of health. In this case, he and colleagues found no association with race and depression over time.
One explanation for what happens with men and depression is that they are less likely to talk about the emotions and stressors they encounter, compared with women, he said.
«In our society, as men, we learn to see this as a weakness, as suggested by gender role identity theorists,» Assari said. «Hegemonic masculinity is a barrier to seek care and talk about emotions. This at least in part explains why men less frequently seek help, either professional or inside of their social networks. Our research suggests this may come with a price for men.»
In addition to how men and women cope with stress, other distinctions may be due to gender differences in resilience, risk perception and general exposure, he said.
«Differential exposure to stress may help women better mobilize their psychological resources, which protect them when needed,» he said.
It’s also possible that men may underreport their stresses, and that those who do acknowledge them are the ones who are most affected by depression later, Assari said.
«Men should improve the way they cope and the way they mobilize their resources when they face stressful events,» he said.
«They should learn from women on how to talk about emotions and use resources.
«Men exposed to a lot of stress should take it seriously. They should know being a man is not all about power. It also comes with vulnerabilities.»
Assari and colleague Maryam Moghani Lankarani of the Medicine and Health Promotion Institute in Iran used data from the Americans’ Changing Lives Study.
They focused specifically on stressful events for the period of 1984-86, and then determined participants’ risk for depression in 2011 by using a standardized survey instrument called the Composite International Diagnostic Interview.