Por Redacción
Redaccion@latinocc.com
Francia vivió este miércoles una de sus jornadas más tensas en los últimos años, marcada por incendios, bloqueos y enfrentamientos con la policía, mientras Sébastien Lecornu asumía oficialmente como primer ministro. El inicio de su mandato se vio empañado por un estallido social que refleja el descontento ciudadano contra el presidente Emmanuel Macron y la élite política.
Las autoridades desplegaron 80.000 agentes en todo el país, incluidos 6.000 en París, en un intento por contener las protestas. El Ministerio del Interior informó de 327 arrestos, mientras que el Ministerio de Educación señaló que unas 100 escuelas fueron afectadas y 27 quedaron completamente bloqueadas.
Bloqueos en París y ciudades del interior

Las manifestaciones comenzaron temprano en la mañana, cuando decenas de activistas bloquearon el tránsito en la estación Gare du Nord, una de las más concurridas de la capital. “Intentamos con peticiones, nadie nos escucha”, dijo Adèle Aubert, de 27 años, mientras era desalojada por agentes antidisturbios.
En Rennes, un autobús fue incendiado tras ser saqueado, y en Burdeos, Nantes y Caen se reportaron bloqueos en carreteras de circunvalación. En París, un restaurante del distrito 1 también fue destruido por el fuego, lo que encendió la alarma de comerciantes y residentes.
Las movilizaciones, que se han intensificado en las últimas semanas, responden al malestar acumulado contra Macron y sus aliados. Muchos manifestantes consideran que el nuevo gobierno de Lecornu es la continuación de un sistema que no escucha a la ciudadanía.
“La gente está harta. Cada elección termina en lo mismo: gobiernos que excluyen a la izquierda y protegen a los mismos grupos económicos”, aseguró Anna, investigadora de 29 años que participaba en una concentración en la capital.
Un “bautismo de fuego” para Lecornu

El nombramiento de Lecornu, un estrecho aliado de Macron, se produjo tras la destitución de François Bayrou, quien perdió un voto de confianza en la Asamblea Nacional debido a su plan fallido para controlar el déficit. Analistas políticos franceses señalaron que la llegada de Lecornu representa un “bautismo de fuego” en medio de un clima social volátil.
El malestar no se limita a las calles. Sindicatos y organizaciones civiles ya convocaron una nueva protesta nacional para el próximo 18 de septiembre, con la expectativa de sumar a más sectores sociales.
“Una vez más son los más pobres los que están siendo el objetivo. Por eso estoy en huelga”, dijo Élodie, maestra de preescolar de 34 años, al criticar que el presupuesto 2026 “desmantela el sistema público mientras protege a las élites económicas”.
El gobierno de Macron insiste en que las reformas económicas y fiscales son necesarias para mantener la estabilidad financiera del país. Sin embargo, para muchos franceses, el costo de las medidas recae de manera desproporcionada en la clase trabajadora.

La tensión aumenta día a día y los observadores advierten que el margen de maniobra de Lecornu será limitado si no logra abrir un diálogo amplio con la oposición y los sindicatos. Mientras tanto, Francia enfrenta una crisis política y social que amenaza con extenderse más allá de las calles.
