Por Agencias
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El delantero ha participado en las cuatro jornadas del Real Madrid y en su primera titularidad, gol decisivo. Sin Vinicius, Ancelotti vira con él hacia el uso del nueve.
Iba a ser un cedido premium que le diera relevos a Benzema y ha terminado, a comienzos de septiembre, siendo un titular que le da puntos al Real Madrid. Joselu ha encontrado su punto exacto de maduración a los 33 años y devuelve al Madrid ese papel semiolvidado de un nueve puro con visos de poder jugar largo y tendido.
Karim era un nueve y medio, Mariano un caso casi surrealista y Jovic se mostró más hábil para fugarse a Serbia durante el confinamiento que para rendir en Chamartín. Joselu es otro rollo.
Avisaba el pasado 29 de junio uno de los mejores amigos del gallego, el excastillista Juanfran, de lo que se podía venir a poco que Carletto le diera cancha a Joselu.
“Me sorprendería si este año, a poco que le den continuidad, no hace al menos 20 goles. Va a aprovechar los minutos y cuando saque esa palanca que tiene con las dos piernas…”. Dicho y hecho. Joselu tiró de palancazo en la gira con su diana de chilena al Manchester United y ayer, con fuego real, de palanquita para iniciar el hundimiento del acorazado de Bordalás.
Aquel día, contra los red devils, se sacó el recurso a lo Hugo Sánchez porque venía rumiando una ocasión anterior que había fallado.
“Estaba molesto por ese fallo y esta me vino como un globo… se me pasó por la cabeza durante una milésima de segundo”, explicó.
Ayer, seguramente, venía también dándole vueltas a ese remate a bocajarro tan centrado que estrelló contra David Soria mediada la primera parte. Luego no fallaría.
Entre otras razones porque Joselu tiene interiorizado que ha hecho carrera en equipos donde tenía que buscarse la vida con una o dos ocasiones por partido. Hoffenheim, Hannover, Stoke City, Deportivo, el Newcastle previo al dinero saudí, Alavés y Espanyol… Lugares donde el gol hay que currárselo.
Ahora como madridista recibirá los balones de las botas -entre otros- de Kroos y Modric y Carletto le tiene en tanta estima que ya ha sido designado como el lanzador de penaltis del Madrid. Si está en el campo, es el primero de la lista.
El binomio con Bellingham para los muros
Y con ese espíritu, también en su tardía llegada a la Selección (cuatro goles, uno cada 35 minutos con La Roja), anda ahora en el Madrid, donde ha caído como Bellingham, de pie. Ha jugado en los cuatro partidos y en su primera titularidad, al centro de la diana.
“Estaba deseando que no me anulasen el gol”, confesó Joselu tras la remontada ante el Getafe. “Marcar es lo máximo”. El Madrid, sin Vinicius, vira hacia la idea de Bellingham más Joselu para derribar equipos atrincherados. Pero Joselu, si algo ha demostrado es que tiene una relación afectiva con el gol. Eso, y Ancelotti lo sabe, es más que valioso en cualquier contexto.