Por Consuelo Martínez y Carlos Hernández
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Hace un año la vida a Juanita Vera, tomó un rumbo totalmente diferente y el destino le pasó una mala jugada.
La estilista de 50 años y propietaria de Vera Salon, localizado en la calle Milpas de Santa Bárbara, luego de meses de tener una tos y malestar permanente, sabía que algo no estaba del todo bien con su salud.
“Luego que por más de 3 meses los doctores acá sólo me decían que tenía una infección en el pulmón que tenía un poco de agua y me prescribían antibióticos fui a Tijuana a hacerme unas pruebas… ahí a las primeras y sin esperármelo me dijeron que tenía cáncer de riñón”, comparte la empresaria.
Juanita, no podía creer lo que vivía, puesto que en Estados Unidos donde la medicina cuenta con mayores avances tecnológicos y mejores equipos, no pu-dieron detectarle la enfermedad terminal.
“Así acá por fin, y luego de batallar con la aseguradora, me pudieron hacer un CTA Scan, y me encontraron que el riñón estaba destrozado, parecía un coliflor”, explica Juanita.
Entre interminables exámenes, medicinas, citas con el urólogo, oncólogos (especialistas de cáncer) pasaron varios meses, y en mayo Juanita dejó de trabajar, por más que quería no podía.
En el proceso Juanita además los oncólogos le informaron que su padecimiento era más que un tumor canceroso, ella era afectada ya de metatasis (cáncer en casi todos los órganos vitales).
“El cáncer se me había regado a los huesos, el estomago, los pulmones, la espina dorsal y hasta la artería principal del corazón (la aorta)”, indica con una tono sereno Juanita, con una actitud gallarda y valiente.
Llegó junio y así una cirugía para removerle el riñón, eso sí en los meses anteriores ya había recibido quimioterapia, el proceso de radiación para tratar de matar las células cancerosas,
“Para ese entonces ya me habían sacado ganglios linfáticos del estomago y del pulmón derecho”, indica.
Luego en julio y de otro tratamiento de quimioterapia que Juanita asegura “casi me mata, me puso muy hinchada y muy mal porque me dieron efectos secundarios”, el cáncer le volvió a atacar nuevamente de manera más agresiva.
Así su oncólogo, el Dr. Daniel R. Greenwald de Santa Bárbara y trató de encontrarle una solución para detener el avance del cáncer en Juanita, y así fue como contactaron con un grupo de especialistas liderados por el Dr. Pal Sumanta, una eminencia en la lucha contra el cáncer, quienes están experimentando con un tipo de radiación de tipo intravenosa la cual promete ser muy efectiva y tener muy pocos efectos secundarios.
Sin embargo inscribirse a este programa no fue nada fácil, luego de meses de luchar con la aseguradora para que le permitiera ir al Hospital City of Hope, situado en las periferias de Los Ángeles, no fue hasta principios de diciembre que fue aceptada.
“El Dr. Greenwald y otros doctores que me ven mandaron muchas cartas a la aseguradora para que dieran el ‘ok’. Así fue como hace ya casi un mes me convertí en la primera voluntaria del experimento. Es una medicina prometedora porque si funciona va a poder salvar muchas vidas”, indica Juanita.
La quimioterapia, la cual tiene un nombre en código, ya que aún no ha sido avalada por la Administración de Comidas y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés) viene en forma líquida la cual le es suministrada a Juanita en ciclos de dos semanas continuas, con una de descanso.
Para ello, sin embargo debe ir hasta Los Ángeles cada semana, ya que la dosis de la cura le dura exactamente 7 días, la cual la lleva en una bolsa equipada con un dispensador electrónico, el cual realiza la infusión cada 15 segundos, las 24 horas del día.
A diferencia de las otras quimioterapias, la del Dr. Sumanta proporciona al paciente la libertad de no estar conectado por horas y días a una maquina en un hospital.
Así, un equipo de casi 12 personas, entre enfermeras, doctores y otros especialistas monitorean la actividad, efectos progresos de la medicina en Juanita.
“Son muchas personas las que están en la investigación y cuando llegó todos me tratan muy bien y se enfocan en mí y me explican que esta pasando”, sostiene.
“Aunque la quimio(terapia) se la dan cada dos semanas Juanita debe ir cada semana porque sólo el equipo de científicos, son los únicos que se la pueden conectar, “así como analizar mi estado y los efectos que he tenido”.
Juanita duerme y vive con el aparato que lleva en una bolsa de tela negra.
A pesar de las vicisitudes y el cambio radical que ha dado la vida de esta valiente y emprendedora mujer, ella mantiene la esperanza.
“He donado mi cuerpo con el experimento porque si esto funciona miles de personas pueden ser curadas”.
“AYUDA CAIDA DEL CIELO”
A pesar que la salud de Juanita no es ni en sombra lo que era hasta hace un año atrás, sus deseos de superación, su actitud laboriosa y emprendedora la han motivado a continuar trabajando, ciertos días de la semana en su salón de belleza.
La labor sin embargo no ha sido fácil.
“Aunque desearía descansar y enfocarme en recuperarme no puedo, porque tengo ayuda de ningún tipo, ningún otro tipo de ingreso, pero sí muchos gastos. La renta, el seguro y otros gastos del negocio, de algunas medicinas, y los de comida, gas, etc. Me ponen todo más difícil”, indica.
Juanita dice, muchas vecespor los efectos de las medicinas, sentirse deprimida y sola, es divorciada, “mi ex-esposo tiene años de tener su propia familia y sólo tengo a mi madre y una hija que me ayudan en lo que pueden, pues ellas también tienen sus vidas”.
A principios de diciembre, fecha en que inició su tratamiento, la Asociación de Comerciantes del Eastside, se dio a la tarea llevarle una navidad y un año nuevo especial a una de sus miembros.
De acuerdo a una de las miembros de la organización, Tere Jurado, propietaria de “Tere Jurado Jewelry Designs”, el comité acordó organizar una cena baile en honor a Juanita.
“Primero que nada lo que a ella le afecta le puede pasar a cualquiera de nosotros, y también fue una de las primeras personas que se unieron a la organización. Desde el principio siempre llegó a las reuniones y estuvo muy involucrada en el evento y por eso decidimos ayudarle en lo que podiamos”.
Con menos de un mes de preparación, el evento se realizó el pasado 27 de diciembre, el cual tuvo lugar en el Veterans Memorial Building, situado sobre el 112 W. Cabrillo Blvd. en Santa Bárbara.
Ahí, un poco más de 200 personas pagaron $50 por boleto para disfrutar de una velada que inició a las 5:30 hasta y terminó a las 10:30 de la noche, donde tuvieron la oportunidad de disfrutar de música en vivo y una deliciosa cena bufete donada especialmente para el evento por “Taquería y Carnicería Mayo’s” y otros restaurantes.
“Gracias por todo su apoyo, a la mesa directiva y a todos los empresarios que se han unido a nosotros para apoyarnos. Muchas gracias, que Dios les bendiga, que tengan un feliz año nuevo, bendiciones para todos.” Concluyó.
Según Rodríguez y Jurado el evento fue todo un éxito.“
Exageradamente positivo, bien por la muestra de un gran cariño de toda la comunidad, convocada por la Asociación, quienes queremos no solamente crecer sino que estemos todos juntos. Como se pudo ver esto no es de todos, aquí no hay diferencia, aquí todos somos uno, y por eso nos sumamos al esfuerzo de ayudar a Juanita que es una de nosotros”, indicó Jurado.
Al mismo tiempo, los grupos locales musicales “Grupo Sivoney” y la “Banda Luz Roja de Beto Campillo”, quienes actuaron de manera gratuita, amenizaron alegremente la noche tan especial, mientras docenas de regalos y canastas sorpresa fueron sorteados a lo largo de estas horas donde el fervor de la amistad y la navidad quedo resaltados.
Según las miembros de la Asociación, Tere Jurado y Carlota Rodríguez, está última quien llegó a este país el mismo año que Juanita, allá por 1985, año en que se conocieron y que desde entonces guardan una especial amistad, se dieron cuenta que Juanita no llegaba a las reuniones y así es como se dieron cuenta de la situación de su colega.
“Juanita es mi amiga, nos conocimos allá por 1985, cuando venimos a este país muy jovencitas, entonces para mí su enfermedad se me hace muy difícil, por lo que decidimos ayudarla. El comité encargado, hizo un excelente trabajo y ahora se puede ayudar aunque sea con algo a Juanita”, indicó Rodríguez.
Gracias al esfuerzo del comité comandado por Jurado, el arduo trabajo tuvo su recompensa, puesto que después de gastos del local y otros, se pudo recolectar $5,000 para su colega.
“Es sin duda una ayuda de Dios, caída del cielo, no tengo palabras para expresar la gratitud que les tengo a todos. La verdad ha veces me da por sentirse muy sola, pero esto me enseña que eso no es cierto, que hay gente que gracias a Dios tiene un corazón inmenso”, indica Juanita con un nudo en la garganta.
El dinero, explica la beneficiada le servirá para los gastos de su negocio y personales.
“Trabajo sólo cuatro horas lo máximo cuando puedo, y es que las medicinas me ponen muy débiles, porque tengo el cáncer en la sangre. Pero todavía tengo clientes que vienen y quienes me dicen ‘no se preocupe, yo le tengo la bolsa’ y así les atiendo, aún así hay días que e desesperó porque no he juntado para la renta u otros gastos”, indica la esmerada estilista.
La estilista, quien dijo que aunque esta Navidad y año nuevo no pudo ira celebrarlo con su hermana a las Vegas, donde ella reside y como ha sido una costumbre de varios años, pero que aún así tuvo un feliz año nuevo.
La Asociación de Comerciantes del Eastside que cuenta con alrededor de 80 integrantes, la cual fue fundada inicialmente hace casi 50 años, volvió a tomar cuerpo hace aproximadamente un año y ante las situaciones injustas, como ellos llaman, que otra organización trata de imponer de manera unilateral en el Eastside.