Por Redacción
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El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que necesitará “unas semanas más” para publicar la totalidad de los archivos relacionados con el fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein, tras descubrir de manera inesperada más de un millón de documentos potencialmente relevantes. El nuevo retraso ha provocado una ola de críticas desde el Congreso, reavivando las sospechas de falta de transparencia en uno de los casos más sensibles y polémicos de las últimas décadas.
La revelación se produce luego de que venciera el plazo impuesto por el Congreso para la divulgación completa de los expedientes, establecido en la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, aprobada el mes pasado. La norma obliga al gobierno federal a abrir sus registros, con excepciones limitadas para proteger la identidad de las víctimas y otra información personal.
El anuncio oficial llegó apenas horas después de que un grupo bipartidista de senadores solicitara al inspector general del Departamento de Justicia que investigue el incumplimiento del plazo legal. Los legisladores sostienen que las demoras reiteradas dañan la credibilidad institucional y prolongan el sufrimiento de las víctimas.
Según el Departamento de Justicia, fiscales federales en Manhattan y agentes del FBI identificaron más de un millón de documentos adicionales que podrían estar relacionados con las investigaciones sobre Epstein, acusado durante años de operar una red de tráfico sexual de menores y quien murió en 2019 en una cárcel federal mientras esperaba juicio.
“Publicaremos los documentos tan pronto como sea posible”, indicó el Departamento de Justicia en un comunicado. “Debido al enorme volumen de material y a la obligación legal de proteger a las víctimas, este proceso podría tomar unas semanas más”.
Presión política y reclamos de transparencia
El retraso ha intensificado la presión desde el Capitolio. En una carta enviada al inspector general interino Don Berthiaume, once senadores demócratas y una republicana exigieron una auditoría independiente para determinar por qué el Departamento de Justicia no cumplió con la fecha límite establecida por ley.
Entre los firmantes figuran legisladores de peso como Amy Klobuchar, Adam Schiff, Dick Durbin y Richard Blumenthal, así como la senadora republicana Lisa Murkowski. En la misiva, los senadores afirmaron que las víctimas “merecen una divulgación completa” y una revisión imparcial que garantice que no se están ocultando pruebas relevantes.
El legislador republicano Thomas Massie, uno de los principales impulsores de la ley de transparencia, acusó públicamente al Departamento de Justicia de violar la normativa al no cumplir con el plazo y aplicar censuras indebidas. Su colega demócrata Ro Khanna aseguró que el Congreso seguirá presionando para lograr la liberación total de los archivos.
“Seguiremos manteniendo la presión hasta que se cumpla la ley”, afirmó Khanna, quien señaló que el gobierno solo comenzó a publicar más documentos después de que los legisladores amenazaran con declarar al Departamento de Justicia en desacato.
El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, fue aún más contundente. “La pregunta que los estadounidenses merecen que se responda es simple: ¿qué están ocultando y por qué?”, declaró, calificando el retraso como parte de un “encubrimiento masivo”.
Contradicciones internas y documentos sensibles
El nuevo hallazgo de documentos contrasta con declaraciones previas de altos funcionarios. En marzo, la secretaria de Justicia, Pam Bondi, aseguró públicamente que había recibido una “montaña de pruebas” después de ordenar que todos los archivos relacionados con Epstein fueran entregados a su oficina.
Meses más tarde, en julio, el Departamento de Justicia y el FBI emitieron un memorando interno en el que afirmaban haber realizado una “revisión exhaustiva” del caso y concluían que no existía evidencia adicional que justificara nuevas divulgaciones. Ese documento no contemplaba la posibilidad de archivos desconocidos o no revisados, lo que ahora ha generado dudas sobre la profundidad de las revisiones anteriores.
En una carta enviada recientemente al Congreso, el subsecretario de Justicia Todd Blanche indicó que los fiscales federales de Manhattan ya contaban con más de 3.6 millones de archivos vinculados a las investigaciones de Epstein y su excolaboradora Ghislaine Maxwell, condenada por delitos de tráfico sexual. No obstante, reconoció que una parte considerable del material corresponde a copias duplicadas.
Desde el viernes pasado, el Departamento de Justicia ha publicado varios lotes de documentos. Sin embargo, muchos de ellos ya eran públicos o están fuertemente censurados, lo que ha generado frustración entre legisladores, periodistas y organizaciones defensoras de las víctimas.
Entre los archivos que sí aportan nueva información se incluyen transcripciones de testimonios de agentes del FBI ante un gran jurado, donde se describen entrevistas con niñas y mujeres jóvenes que aseguraron haber recibido pagos para realizar actos sexuales para Epstein. Estos documentos ofrecen un panorama más detallado sobre el funcionamiento de la red de abusos.
Otros registros divulgados recientemente incluyen correos electrónicos entre Maxwell y una persona identificada únicamente con la inicial “A”, cuyo contenido sugiere que podría tratarse del expríncipe Andrés de Gran Bretaña, una figura que ha sido vinculada repetidamente al caso y que ha negado las acusaciones en su contra.
Defensa oficial y desconfianza persistente
La Casa Blanca defendió el manejo del caso por parte del Departamento de Justicia. En un comunicado, la portavoz Abigail Jackson afirmó que el presidente Donald Trump ha conformado “un gabinete sólido” y respaldó el trabajo de la secretaria de Justicia y su equipo.
“El Departamento de Justicia está actuando conforme a la ley, revisando un volumen extraordinario de material y protegiendo la identidad de las víctimas”, señaló Jackson.
No obstante, la desconfianza persiste. Schumer presentó una resolución que, de ser aprobada, obligaría al Senado a presentar o unirse a demandas judiciales para forzar al Departamento de Justicia a cumplir con la ley de transparencia y los plazos establecidos. El líder demócrata calificó la liberación escalonada de documentos como “un encubrimiento flagrante”.
Para muchos legisladores, el caso Epstein representa una prueba crucial de la capacidad del sistema para enfrentar a figuras poderosas y garantizar justicia a las víctimas. “La transparencia total es esencial para identificar a quienes facilitaron y participaron en los crímenes de Epstein”, escribieron los senadores en su carta.
Por ahora, el Departamento de Justicia no ha ofrecido un calendario preciso para la publicación del material pendiente. La falta de fechas concretas mantiene la presión política y pública sobre una institución que enfrenta crecientes cuestionamientos sobre su compromiso con la transparencia en uno de los escándalos más oscuros de la historia reciente de Estados Unidos.
