Por Agencias
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El Gobierno venezolano acusa al mandatario de Argentina y a su entorno de desmantelar un avión de bandera venezolana retenido en Buenos Aires en 2022.
La Fiscalía General de Venezuela ha emitido este miércoles órdenes de arresto contra el presidente de Argentina, Javier Milei, su hermana Karina Milei, y la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich. La medida se enmarca en una acusación que los señala por el presunto “robo y desmantelamiento” de un avión de carga de la aerolínea estatal venezolana Emtrasur, que fue retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza en Buenos Aires en 2022 y entregado a las autoridades de Estados Unidos en febrero de este año.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció la decisión en una conferencia de prensa, intensificando la tensión diplomática entre Caracas y Buenos Aires. Según Saab, Milei y su entorno estarían implicados en una serie de delitos, que incluyen robo agravado, legitimación de capitales, privación ilegítima de libertad, interferencia ilícita y asociación para delinquir. “Estamos frente a un acto vomitivo”, declaró el fiscal al referirse a las acciones de las autoridades argentinas, calificando de “ilegal” la entrega del avión a Estados Unidos.
El conflicto se originó con la retención del Boeing 737-300 de Emtrasur en el marco de una operación solicitada por Estados Unidos, país que consideraba que la aeronave había sido adquirida de manera irregular de la aerolínea iraní Mahan Air, una empresa bajo sospecha de estar vinculada al terrorismo. La tripulación del avión, compuesta por 14 ciudadanos venezolanos y cinco iraníes, fue retenida en Buenos Aires durante meses, acusada inicialmente de espionaje. Sin embargo, las autoridades judiciales argentinas liberaron a los tripulantes al no encontrar pruebas suficientes que sostuvieran las acusaciones.
El avión, no obstante, permaneció en suelo argentino bajo un litigio judicial. Finalmente, en febrero de este año, un juez argentino dictaminó su entrega a Estados Unidos, lo que ha desatado la furia del Gobierno venezolano. En su declaración, Saab aseguró que Milei y su equipo son responsables directos de la entrega de la aeronave y los acusó de desmantelar el avión para su posterior transferencia a las autoridades estadounidenses.
La respuesta argentina
El Gobierno argentino, por su parte, reaccionó rápidamente a las acusaciones emitidas por la Fiscalía venezolana. En un comunicado difundido por la Cancillería, Buenos Aires destacó que la decisión de entregar el avión a Estados Unidos fue tomada por el Poder Judicial, un organismo independiente del Poder Ejecutivo.
“El Gobierno argentino recuerda al régimen venezolano que en la República Argentina impera la división de poderes y la independencia de los jueces, algo que lamentablemente no ocurre en Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro”, señala el documento oficial.
Esta declaración refuerza la postura de la administración de Milei, que ha mantenido una política de confrontación abierta contra el Gobierno de Maduro desde su llegada al poder. El mandatario argentino ha calificado en diversas ocasiones a Maduro como un “dictador”, acusándolo de violaciones sistemáticas a los derechos humanos y de manipular el proceso electoral para asegurar su permanencia en el poder.
Un conflicto diplomático en ascenso
Las tensiones entre Venezuela y Argentina no son nuevas, pero han escalado considerablemente en los últimos meses. La administración de Milei ha sido una de las más críticas hacia el Gobierno de Maduro en la región, sumándose a países como Canadá, Colombia, Chile y Paraguay en su exhorto a la Corte Penal Internacional para que emita órdenes de arresto contra Maduro y otros altos funcionarios del chavismo por crímenes de lesa humanidad.
Además, Caracas ha expresado su malestar por la decisión de la Embajada de Argentina en Venezuela de conceder refugio a seis asesores opositores al Gobierno de Maduro, una medida que fue interpretada por las autoridades venezolanas como una provocación directa. En represalia, Venezuela expulsó a los diplomáticos argentinos, lo que dejó la sede diplomática en Caracas bajo la protección de Brasil.
Durante la rueda de prensa, el fiscal Saab fue más allá en sus acusaciones, insinuando que el Gobierno de Argentina podría estar cometiendo violaciones de derechos humanos. Mostró imágenes de manifestaciones recientes en Buenos Aires, en las que jubilados protestaban contra recortes a sus pensiones y fueron reprimidos por la policía. “Vean cómo atacan a los ancianos y a los jóvenes que solo exigen justicia. Estamos frente a un ataque brutal a los derechos humanos”, señaló Saab, agregando que Venezuela iniciará una investigación para evaluar estas denuncias.
La mirada internacional
El choque diplomático entre Venezuela y Argentina también tiene ramificaciones internacionales. Mientras Milei busca posicionarse como uno de los líderes de la ultraderecha en la región, ha sido un férreo defensor de sanciones más severas contra Maduro y ha prometido respaldar cualquier iniciativa que promueva un cambio de régimen en Venezuela. Por su parte, el Gobierno de Maduro ha utilizado este conflicto como una oportunidad para consolidar su discurso contra lo que considera una campaña internacional de desprestigio promovida por “fuerzas imperialistas”.
En los próximos días se espera que la tensión continúe escalando, a medida que las autoridades venezolanas tramiten las órdenes de arresto internacional contra Milei y su entorno. Aunque es improbable que estas medidas sean ejecutadas dada la ausencia de tratados de extradición entre ambos países, el conflicto refleja el profundo deterioro de las relaciones entre Venezuela y Argentina, y anticipa nuevos enfrentamientos diplomáticos en la arena internacional.
Este incidente marca otro capítulo en la ya compleja relación entre ambos países, donde las diferencias ideológicas y políticas se han transformado en un conflicto de alto perfil con consecuencias imprevisibles.